Jueves, 09 Enero, 2025

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Y a propósito de austeridad, los coordinadores que estrenan vehículo

Opinión

Miguel Zacarías

Y a propósito de austeridad, los coordinadores que estrenan vehículo
 

UNA MÁS. Pues dirán misa en Morena, pero se multiplican los ejemplos a lo largo y ancho del país de quienes confirman que sus militantes y representantes populares, son iguales que los de panistas, los priistas y los verdes y los que usted quiera.
 

LA OPOSICIÓN. Ayer, el coordinador administrativo del Congreso local Juan Caudillo informó que en esta legislatura el poder legislativo ha adquirido 4 vehículos y 3 de ellos son ni más ni menos que para los coordinadores de las fracciones parlamentarias de Morena, Ernesto Millán; del PRI, Alejandro Arias y del Verde, Gerardo Fernández.
 

¿Y LA AUSTERIDAD? Y citamos el caso Morena porque luego sus representantes populares replican el discurso del presidente Andrés Manuel López Obrador aunque pocos pueden acreditarlo en los hechos.

MARCAS. Millán Oseguera, el coordinador morenista en Guanajuato es uno de ellos. Caudillo dijo que para Millán y Arias se adquirieron camionetas Honda Pilot mientras que para Fernández a petición expresa suya se compró una Chevrolet Cheyenne.

ELLOS NO. Ni el coordinador de la mayoría panista Luis Ernesto Ayala ni Dessiré Angel, única diputada de Movimiento Ciudadano solicitó vehículo. Por eso son apetecibles las coordinadoras de fracción parlamentaria. Les piden y se les concede. Es sintomático que el coordinador de la mayoría se excluya de acceder a esas prebendas. Así suele ser Ayala Torres.
 

DE ESTRENO. No sabemos cuántos kilómetros recorridos tenían los vehículos que tenían a su disposición los coordinadores de la oposición cuando los entregaron, pero podemos apostar que estaban en mejores condiciones y que eran vehículos mejores que los que tripulan la inmensa mayoría de los funcionarios usan o que los ciudadanos pueden pagar de su bolsillo.
 

COMO SIEMPRE. Nada nuevo bajo el sol. Son asuntos que forman parte de la cotidianeidad de nuestra burocracia y que los cuestionamientos a su uso ni a calor les llegan.
 

UN CLÁSICO. Por eso luego en los debates cuando se quieren rasgar las vestiduras por los excesos en el ejercicio del gasto de la clase gobernante, sus misiles verbales pierden fuerza y credibilidad. Queda claro que es muy difícil resistirse a las mieles de gastar el dinero público.

LA DEL ESTRIBO...

A propósito de las corcholatas morenistas, este jueves estará en León en la Oficina de Defensa del Consumidor de esta ciudad, el titular de la Profeco, Ricardo Sheffield Padilla.
Nadie como él, tiene la oportunidad de combinar sus actividades cotidianas como funcionario federal con el acercamiento con ciudadanos. Y si a eso le agrega la promoción de su libro de "La Ruta de Hidalgo", tenemos el marco perfecto para el activismo del aspirante morenista con mejor posicionamiento, pero también con más negativos, dicen las encuestas. Veremos en qué plan viene hoy.

 
 

A UN QUINQUENIO DE UN DÍA QUE MARCÓ AL PANISMO...

Ahora que empiezan los chapulinazos y los cambios de chaqueta partidista de cara a 2024, sería bueno recrear lo que pasó hace 5 años para comenzar a proyectar el show que viene en los siguientes meses en los berrinches y maromas políticas.

Hace 5 años, el PAN Guanajuato vivía un día que impactaría para la posteridad.
Ricardo Sheffield Padilla quemaba todas sus naves antes de renunciar al blanquiazul y Fernando Torres Graciano, sabedor de que tenía perdida la candidatura a gobernador, trataba de sacar raja en la negociación de la joya de la corona.
Aquel jueves 8 de febrero de 2018, Héctor López Santillana parecía estar noqueado en el último round en su afán de ser de nueva cuenta el candidato a la alcaldía.

En el objetivo de neutralizar a Ricardo Sheffield quien a imagen y semejanza de 2015 se rebelaba contra el dedazo, surgió una apuesta que descarrilaba a López Santillana.

Humberto Andrade iría como candidato a alcalde en León; José Luis Manrique como candidato a diputado federal en lugar de Jorge Espadas y Renata Arévalo, esposa de Sheffield en lugar de Libia Denisse García en una diputación local.
Obviamente, todo lo anterior, a cambio de que Sheffield declinara a su aspiración de ser precandidato a alcalde pero este último rechazó la salida que le planteaba su aliado coyuntural, el entonces senador Fernando Torres.
La posibilidad de que Humberto Andrade se convirtiera en el candidato emergente a alcalde corrió como reguero de pólvora en las redes sociales que recreaban la telenovela panista.

Esa misma noche, el entonces candidato a la gubernatura Diego Sinhue Rodríguez Vallejo reunía a Héctor López, Alejandra Gutiérrez, Juan Carlos Muñoz, Ector Jaime Ramírez y Luis Ernesto Ayala. Se tomaron la foto y la subieron a redes sociales.

Y en la renuncia de Sheffield que se consumó después, no todos lo siguieron en su aventura morenista.
Uno de ellos fue José Luis Manrique Hernández quien había sido secretario particular, secretario de Ayuntamiento y regidor en el primer trienio de Héctor López Santillana por ser incondicional del ahora procurador Federal del Consumidor.
Manrique se registró como aspirante a la candidatura al distrito 11 federal en León. Lo llamativo fue que unas horas antes hizo lo propio, con la presencia del entonces senador y actual diputado federal Fernando Torres Graciano Jorge Espadas Galván que hoy también es legislador en San Lázaro.

Jorge Espadas ya estaba perfilado de antemano para ir por el distrito 11 aunque debió asistir al registro de precandidato de Héctor López Santillana.
Al final, la candidatura a diputado federal fue para Espadas pero Manrique se iba con Diego y esperaba el pago a su inmolación. Y vaya que lo tuvo. Hoy es subsecretario de Gobierno, ahí donde la titular es quien hoy es la favorita de Diego Sinhue para la candidatura a gobernador.
 

LA IMAGEN DEL DÍA

 
 

LAS PARTIDAS LEGISLATIVAS: A QUIEN LE DAN PAN...
Dicen que nadie sabe para quien trabaja y en eso de las prebendas que tienen representantes populares y funcionarios actualmente, el chiste es que alguien abra el camino y los demás no encontrarán una razón para echarlo abajo.
Dicho en otras palabras: casi nadie en política se atreverá a acotar, disminuir o eliminar una prerrogativa relacionada con el uso de recursos públicos.

En la LXII legislatura cuando el PAN vio menguada su mayoría en el Congreso local y tuvo apenas lo suficiente en el poder legislativo para sacar adelante las iniciativas del gobernador Miguel Márquez, la Junta de Gobierno que encabezaba Juventino López Ayala avaló la creación de una partida especial para que el secretario general del Congreso y el coordinador administrativo hicieran lo mismo que los diputados: saludar con sombrero ajeno.

En esa legislatura, la secretaría del Congreso la encabezaba el actual diputado federal Jorge Espadas Galván quien fue el primero que disfrutó de esas mieles de manejar recursos para entregar apoyos sociales a empleados del Congreso o a ciudadanos que lo requerían.

Hoy, los diputados locales disponen de 61 mil pesos mensuales para tal efecto mientras que secretario y coordinador tienen 660 mil pesos al año, es decir 55 mil pesos, casi lo mismo que un diputado.
Son las mismas reglas las que rigen el ejercicio de ese recurso que las de un legislador. Hay que comprobar y reportar cada peso que se entrega.

Tiene razón el secretario general Christian Cruz cuando afirma que no es una partida nueva o que se haya creado en esta legislatura. Ya estaba desde 2014. Otra cosa es que los medios no reparáramos en ella. Tampoco hay evidencia alguna de que se haga mal uso de ella. Pero el punto no es ese sino cómo se ensancha el número de burócratas que tienen recursos para ayudar al pueblo.

Y como la partida se creó hace 3 legislaturas, lo que sí es cierto es que Cruz Villegas es el único secretario del Congreso que ha tenido la fortuna de ejercerla en 2 períodos diferentes pues también lo fue de 2015 a 2018 (en total 3 años y nueve meses). Espadas Galván antes de su primera incursión y luego Ricardo Nárvaez, antes de la segunda.

Me comentan que no hay un momento en el que se personaliza el apoyo y que lo mismo se puede dar a un empleado del Congreso del Estado que a un ciudadano. ¿Para qué se crea entonces esa partida si no es para mayor gloria y ego del funcionario en turno?

Todo podría librarse con una coordinación legislativa de apoyos sociales y que ahí se concentre todo.

Antes de 2014 eran solo los diputados. A partir de entonces, diputados más una partida para la Junta de Gobierno y otra para secretaría general y coordinación administrativa.
Si hoy hasta los regidores del Ayuntamiento en León y hasta chofer y asesor pueden tener. La austeridad republicana y la renuncia a prebendas es un mito genial en nuestra política. Y eso no distingue colores partidistas.

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