Ni la pandemia detienen las ganas de salir delante de Don Juan

Yadira Cárdenas

Salamanca.- Ni la pandemia ha podido detener la labor de Don Juan Conejo, un reconocido vendedor de donas  que ha recorrido la ciudad desde hace más de 50 años con su canasto en la cabeza, ahora con 75 años de vida y con todos los cuidados dice, sigue con la venta de sus “enamoradas” como también les llama, aunque ha tenido que establecerse en una esquina de la colonia Bellavista.

Sentado en un banquito en el camellón de la calle Poza Rica cerca de los campos deportivos, Don Juan o “Don Donas” como también le llaman, se encuentra diariamente desde las seis y media de la mañana, ofreciendo las donas de chocolate o rellenas de atole que el mismo elabora.

Mientras en su radio escucha las canciones de Antonio Aguilar y José Alfredo Jiménez, platica que inició desde muy joven trabajando en una panadería, y a los 26 años se le ocurrió elaborar donas para sus hijos en casa, ahí un amigo le pidió que se las vendiera y aunque renuente accedió a vender cada una en 30 centavos.

“Fue como un juego porque no sabía ni a como darlas, pero casi se las llevó todas y ya con el tiempo trabajaba un rato en la panadería y después hacía mis donas, que se vendían luego luego”.

Tras independizarse y tomar de lleno esta labor para el sustento de su familia, Don Juan recorría en su bicicleta y con su canasto en la cabeza toda la ciudad, las escuelas y durante mucho tiempo se estableció en la puerta 4 de la Refinería local, y a principios del año pasado en la puerta 1.

“En aquellos años a mucha gente le admiraba que recorriera en mi bicicleta y mi canasto por las calles, incluso un doctor de Argentina me buscó porque quería ver como andaba vendiendo y así  muchas anécdotas que contar”.

Con el paso del tiempo y los dolores de espalda que lo aquejan, tuvo que dejar de viajar en su vehículo, y con la pandemia por el Covid19 también redujo su actividad, pero no su venta.

A pesar de la preocupación de sus siete hijos, nietos y casi 35 bisnietos, Don Juan sigue con su labor aunque de manera responsable y cuidándose en todo momento, “la vida tiene que seguir, hay que pensar en las dificultades y cuidarse, lamentablemente muchos usan cubre bocas pero otros no hacen caso, vamos a seguir trabajando porque ahorita estamos platicando pero mañana quien sabe”, señaló.

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SZ