Por 30 años, albergue ‘Ángeles Rescatados’ ha cuidado de casi cien perritos en Salamanca
Salamanca, Guanajuato.- Para los rescatistas de mascotas en situación de calle, la labor que realizan no es nada sencilla. A pesar del deseo de brindarles una mejor calidad de vida, la falta de recursos y espacios adecuados hace que, en ocasiones, deseen "tirar la toalla". Sin embargo, el amor por esta causa prevalece, como en el caso de Dante Benítez, quien junto con su familia integra ‘Ángeles Rescatados’ desde hace más de 30 años y alberga a 96 perritos. Por ello, buscan un solo terreno que sirva de refugio para brindarles la atención que requieren.
Con el apoyo ocasional de ciudadanos y en otras ocasiones con recursos familiares, Dante Benítez ha logrado darles un hogar a perritos que han sido abandonados, no solo en Salamanca, sino también en municipios como Irapuato cuando ha sido requerido. Algunas mascotas llegan en situaciones graves de maltrato o enfermedad, lo que incrementa la necesidad de atención, la cual se ha cubierto "como se ha podido", señala.
Actualmente, el rescatista tiene a su resguardo 96 perritos en cinco puntos del municipio, en viviendas o predios que le han prestado. Debido a las distancias, el cuidado se complica, principalmente con aquellos que están enfermos o convalecientes después de una atención veterinaria.
"Hay amistades que me han hecho el favor de prestarme, por ejemplo, en la comunidad San Juan de Razos, un terreno para meter algunos perritos. Lo utilizo como área común, donde ya salen y conviven todos. En la ciudad, tengo perritos entre viviendas y en un terreno también, por lo que me traslado de un lado a otro y estoy al pendiente lo más que puedo, lo cual compagino con mi trabajo de mecánico. Por ello, estoy buscando un lugar donde puedan estar con divisiones y recibir la atención que necesitan".
Lamentó que a diario se sumen más perritos abandonados en las calles, y aunque desearía poder albergarlos a todos, es imposible.
"Desde un inicio decidí ayudar a los más vulnerables. En realidad, no tengo la capacidad económica ni de espacio para levantar a todo perrito que veo, aunque quisiera. Acudo a todos aquellos que nadie voltea a ver, y en su gran mayoría son casos de alto impacto que necesitan terapias. Muchas veces ya no caminan, no ven y requieren más atención".
Mencionó que existe una falta de apoyo gubernamental para los rescatistas, así como de leyes que protejan la vida de los animales. Aunque a través de redes sociales existe empatía por esta causa, dijo que en la práctica son contadas las personas que se acercan.
"A veces, por la falta de alimento, para la atención veterinaria, para el cuidado, quiero tirar la toalla, pero no, ellos nos necesitan".
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