Rafael Salazar: El salmantino que lleva el arte de cartonería por el mundo
Salamanca, Guanajuato Esteban Rafael Salazar Navarro es un salmantino cuyo amor desde pequeño por la cultura mexicana lo llevó a aprender a elaborar diversas artesanías, siendo la cartonería su mayor pasión, elabora desde muñecas, catrinas, piñatas, caballitos de palo entre muchos otros, por lo que ha recibido 80 reconocimientos estatales y nacionales.
Además ha representado a Salamanca como La Catrina Viviente, con una caracterización que ha sido admirada en varios puntos del estado.
Desde los 13 años de edad su madre lo acercó a los talleres que se imparten en la Casa de la Cultura donde aprendió aún más todo lo relacionado con las artesanías y tradiciones salmantinas.
A partir de ahí supo que principalmente la cartonería era lo que le llenaba, dejar crecer su imaginación con el moldeo, los colores, y ver el resultado.
“Tuve una gran maestra que fue Marina Lozano, de ella aprendí que no solo era crear, también enamorarse de cada pieza y así lo he hecho hasta el día de hoy”, recordó.
Sus piezas han recorrido el estado y el país, llegando a participar en varios concursos donde ha logrado 78 reconocimientos estatales, el último de ellos hace una semana en la ciudad de Celaya en el concurso de “Judas y Alebrijes”, mientras que a nivel nacional segundo lugar del concurso de Juguete Popular Mexicano y el tercer lugar de concurso de Juguete Popular Mexicano realizado por el Museo Nacional de Juguete Popular Mexicano "La Esquina".
En el 2014 recibió el Premio Estatal de la Juventud, además en 2017 se le entregó por parte de la familia del cantautor guanajuatense José Alfredo Jiménez, un reconocimiento que lo hizo guardián de la tradición.
Además de las artesanías, Esteban Rafael Salazar Navarro es reconocido por sus caracterizaciones como La Catrina Viviente Salmantina, con la que ha recorrido el estado y la CDMX durante las celebraciones del “Día de Muertos” y también le han otorgado reconocimientos.
Actualmente se desempeña como maestro del taller de cartonería en la Casa de la Cultura, donde su objetivo es fomentar entre los niños y jóvenes la cultura y las tradiciones salmantinas, “el camino no ha sido fácil porque también en ocasiones se reconocen las artesanías mexicanas, me ha tocado picar piedra, pero quiero decirles a los niños y jóvenes que si quieren conocer y aprender más no se detengan, si hay un artista dentro de ellos que lo dejen salir, todo se puede lograr”, concluyó.
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