Repartidores, nuevo blanco de extorsión en Salamanca: les exigen hasta 5 mil pesos
Salamanca, Guanajuato.- Las extorsiones han alcanzado a los trabajadores de motoenvíos, quienes además enfrentan condiciones laborales precarias, en Salamanca. Los afectados desconocen si los responsables realmente pertenecen a un grupo delictivo o si solo se aprovechan de la situación. A través de amenazas y mensajes intimidatorios, les exigen pagos de hasta 5 mil pesos semanales.
De manera anónima, algunos trabajadores denunciaron intentos de extorsión por parte de hombres que se identifican como integrantes de un grupo criminal, exigiéndoles dinero a cambio de permitirles seguir operando sin represalias.
“El problema comenzó hace un par de semanas en distintos puntos de la ciudad. Nos ubican, nos detienen y nos amenazan. Lo que hacen es interceptarnos en las colonias de las orillas, en un vehículo negro. Se acercan como si fueran a preguntar algo, pero cuando nos detenemos, uno de ellos baja, coloca la mano en su costado como si trajera un arma y se identifica como parte de un cártel. Luego nos dice que, para protección y poder seguir trabajando, debemos pagar una cuota”, relató uno de los afectados.
Los extorsionadores dejan un número telefónico para coordinar el pago, lo que genera temor entre los trabajadores, ya que parecen conocer a qué servicio pertenecen. “No sabemos cómo lo hacen o si realmente nos vigilan, pero lo que hicimos fue quitar los logotipos de nuestras cajas traseras, cambiar el color de las cajas y de los cascos. No podemos hacer mucho más, porque no podemos dejar de trabajar”, añadieron.
Además de la inseguridad, los trabajadores enfrentan condiciones laborales adversas, ya que el 95% de los más de 250 motoenvíos en el municipio carecen de servicio médico, seguro de vida y otras prestaciones.
Inseguridad golpea a comerciantes
La falta de actividad en las calles durante la tarde y la noche ha obligado a comerciantes del centro de la ciudad a reducir aún más sus horarios de servicio, lo que afecta la economía local, ya de por sí debilitada en los últimos meses.
Ante la creciente inseguridad, algunos negocios han optado por cerrar sus puertas definitivamente, mientras que otros han reducido sus horarios de atención. Comerciantes de la zona centro señalaron que, con la disminución de personas en las calles, también han bajado las ventas.
Manuel González, propietario de una tienda de artículos de belleza, explicó que antes su horario vespertino era de 4:00 a 7:00 de la tarde, pero en los últimos días ha cerrado a las 6:00 o incluso a las 5:30.
“Hay dos razones: si no hay actividad, no hay clientes, entonces no tiene sentido permanecer abiertos. Y la otra es el riesgo de que podamos ser víctimas de un asalto o algún otro hecho delictivo. Mejor cierro más temprano”, comentó.
Otro comerciante, dueño de una tienda de regalos, mencionó que las ventas han estado bajas desde el inicio del año y que la reducción de horarios agrava la situación económica. “Aún así, hay que cubrir el salario de los empleados, la renta y los servicios. No podemos recortar sueldos porque ese no fue el trato inicial, y eso podría hacer que busquen otro trabajo. Es un problema complejo que nos preocupa, pero tenemos que adaptarnos”, señaló.
A pesar del panorama desfavorable, los comerciantes esperan que la situación mejore y que, en algún momento, puedan regresar a sus horarios habituales.
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