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Salamanca celebra con devoción la tradicional danza en honor a San Gonzalito

Fieles de Salamanca se congregan para la ancestral danza en honor a San Gonzalito. Temor de pérdida de tradición, pero devoción persiste
Salamanca

Yadira Cárdenas

Salamanca celebra con devoción la tradicional danza en honor a San Gonzalito Salamanca celebra con devoción la tradicional danza en honor a San Gonzalito

Salamanca renueva su compromiso anual con San Gonzalito Foto: Cuca Domíguez

Salamanca, Guanajuato.- En honor a San Gonzalo de Amarante, cariñosamente conocido como "San Gonzalito", fieles y devotos se congregaron para rendirle homenaje, expresando su gratitud y solicitando sus bendiciones.

Como es tradición cada 10 de enero, los habitantes de Salamanca se reunieron en el templo de San Gonzalito. En el atrio, frente a la imagen del santo, danzaron en un acto de devoción, algunos acompañados de música y otros moviéndose al compás de su corazón, manteniendo viva esta costumbre ancestral. Doña María Elena Razo, quien ha participado en esta celebración por más de 50 años, compartió su experiencia: "Desde mi infancia, mis padres me llevaban a bailarle a San Gonzalo. Sigo esta tradición para agradecer por mi familia, la salud y pedir su protección constante".

 
Foto: Cuca Domíguez

Con un dejo de nostalgia, Doña María Elena lamentó que los jóvenes no continúen con esta práctica, temiendo que la tradición se pierda con el tiempo. "Somos mayoritariamente personas mayores, pero lo hacemos con todo nuestro corazón, con la esperanza de continuar mientras tengamos fuerzas".

 

 

San Gonzalo, originario de Tagilde, Portugal, en 1186, provenía de una familia acomodada. Educado por un sacerdote, desarrolló una profunda devoción que lo llevó a emprender un viaje a Roma con la intención de estar cerca de las reliquias de San Pedro y San Pablo. Posteriormente, continuó su peregrinaje a Tierra Santa y, finalmente, se unió a la orden de los predicadores de Santo Domingo. En el siglo XIII, en una época donde las condiciones de higiene eran precarias y la población escasa, se le atribuye a Gonzalo de Amarante la organización de reuniones y bailes después de la misa dominical, fomentando así que los jóvenes se conocieran y formaran familias. Gonzalo, reconocido como un buen casamentero, falleció en 1260, pero su legado persiste en la celebración anual que lleva su nombre en Salamanca.

 
Fieles y devotos se reúnen en Salamanca para rendir Homenaje a San Gonzalo. Foto: Cuca Domíguez

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