Vendedores ambulantes y ‘cerillitos’: opciones de trabajo para adultos mayores en Salamanca
Don Enrique, pintor y comerciante de 70 años, no ve oportunidades de empleo y Doña Marcelina, de 65 años, vende sopes y gorditas en el centro de Salamanca


Don Enrique, pintor y comerciante de 70 años, no ve oportunidades de empleo y Doña Marcelina, de 65 años, vende sopes y gorditas en el centro de Salamanca. Foto: Cuca Domínguez y Deyanira Lancón
Salamanca, Guanajuato.- En la actualidad pocas son las oportunidades de trabajo para los adultos mayores en Salamanca, sobre todo aquellos que son mayores a los 50 años, hombres y mujeres que a lo largo de su vida y desde muy pequeños trabajaron.
Pero ¿a qué se dedican los adultos cuando ya nadie los quiere contratar? En su mayoría, los adultos son ocupados en tiendas de autoservicio en las cajas de cobro como cerillos.
De acuerdo a una encuesta de economía realizada en el 2023, por la Organización Data México, la fuerza laboral de Empacadores de Objetos y Mercancías durante el cuarto trimestre de 2023 fue 143k personas, cuyo salario promedió los $5.63k MX trabajando alrededor de 39.7 horas a la semana. La edad promedio fue de 41.4 años. La fuerza laboral se distribuyó en 43.4% hombres con un salario promedio de $5.28k MX y, 56.6% mujeres con salario promedio de $5.9k MX.

Doña Marcelina, de 65 años, vende sopes y gorditas en el centro de Salamanca
Desde hace 15 años doña Marcelina Sierra, llega desde su natal Juventino Rosas a vender sopes y gorditas en la banqueta de la calle Abasolo del centro de Salamanca. Tiene 65 años y sus días comienzan a las 3 de la mañana que se levanta para preparar el nixtamal, llevarlo al molino, elaborar y empaquetar las gorditas y los sopes para luego agarrar el camión y llegar al mercado a venderlos a 30 pesos la docena.
La madre de 7 hijos, contó que decidió venir a comercializar sus productos cerca del mercado de Salamanca porque allá en el vecino municipio de Juventino Rosas hay mucha competencia; por ello desde hace unos 15 días esta es la forma de conseguir su sustento, aunque no siempre vende todos sus productos, “en veces se vende todo y en veces si me regreso con algunas”.
De las ganancias dijo, “sale poquito, pero cuando menos sale para comer”, porque explicó que, de los 7 hijos, 6 están casados, solo la menor de sus hijas está soltera y es la que en ocasiones le acompaña y de alguna forma tiene que sacar para sostenerse porque paga renta y todos los servicios de la vivienda que ocupa.
La señora Marcelina dijo que la juventud de ahora tienen que echarle ganas porque no hay de otra para seguir adelante, mientras Dios nos llama.
Orgullosa de ser una mujer trabajadora dice que ya es abuela y bisabuela, explica que el secreto para mantenerse activa es no dejar de hacer cosas, se levante a las 3 de la mañana prepara el nixtamal, lo lleva al molino y regresa entre 5 y 5:30 a la casa, amasa la masa, prepara las gorditas y los sopes, este día salió de Juventino a las 8:30 con todo preparado y poco después de las 9 de la mañana ya estaba vendiendo, pero para después del mediodía aún tenía bastantes docenas de gorditas y sopes sin vender.
Como ella cientos de comerciantes llegan a las inmediaciones del céntrico mercado para vender sus productos caseros, pulque, fruta, quesos, jocoque, verdura picada, nopales y hierbas para condimentar, pero no siempre tienen las ventas que esperaban o que necesitan para subsistir.

Enrique Duarte, pintor y comerciante de 70 años, no ve oportunidades de empleo
Enrique Duarte, es un hombre de 70 años, que la mayor parte de su vida ha sido comerciante, actualmente busca algún empleo para seguir generando ingresos, sin embargo, por su edad, sabe que pocas son las opciones.
“Soy de oficio pintor y comerciante, pero por mi edad ya nadie me contrata, mucho menos en una empresa, mis oportunidades son algunas chambitas que me puedan caer pintando casas, pero de ahí en más es complicado, mi otra opción es pedir empleo como cerillo en una tienda grande, pero sigo en la lucha de buscar algo por fuera”.
Mario Rico Medrano, director de Adultos Mayores en el sistema DIF Salamanca, explicó que hay hombres y mujeres con deseos de seguir trabajando, pero sobre todo la necesidad de ganarse un salario, pero las principales fuentes de trabajo, son las tiendas donde los adultos son contratados como cerillos. En este sentido, la dependencia habla con los gerentes para poder vincularlos, una buena oportunidad pues pueden emplear a un aproximado de 50 adultos mayores.
De acuerdo al funcionario, en Salamanca, hay hombres y mujeres, desde jubilados hasta ingenieros que desean y necesitan trabajar, incluso se ha detectado que son más responsables y ordenados que una persona más joven.
*Con información de Cuca Domínguez y Deyanira Lancón
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