Familia honra la tradición mexicana y lleva flores a las tumbas olvidadas en el Panteón de San Miguel de Allende
Claudia Alvarado y su familia llevan flores a tumbas olvidadas en Panteón municipal como parte de la tradición de Día de Muertos


La pareja y su hijo posando junto a una tumba decorada con flores como parte de su emotiva tradición en el Día de Muertos. Foto: Roberto López
San Miguel de Allende, Guanajuato.- Junto a su pequeño hijo, Claudia Alvarado recorrió el panteón municipal a pesar de que no tiene ningún pariente sepultado en él. Lo hace para llevar flores a las tumbas que no han sido visitadas por nadie; con ella también está su esposo, un chileno que se asentó en San Miguel de Allende porque se enamoró de la ciudad
Claudia Alvarado lleva 4 años llevando flores a las tumbas que no son visitadas en el día de muertos. El panteón municipal recibió a miles de personas que cada año visitan las tumbas donde descansan sus familiares; las arreglan, les llevan su comida favorita, les rezan y comparten tiempo recordándolos mientras adornan y limpian las tumbas.

Pero hay otros inquilinos del campo santo que no reciben visitas y sus tumbas se mantienen sin flores. Ahí entra Claudia con su esposo y su hijo.
“Soy de la Ciudad de México, pero me vine a vivir a San Miguel de Allende con la pandemia, es una ciudad muy tranquila, con muchas tradiciones”, dijo la mujer de 46 años.

"Mi familia, tíos abuelos, viven en Chile, así no tenemos a nadie en el cementerio. Mi niño ya es mexicano y mi esposo es chileno, así que es una forma de integrarnos a las tradiciones de por acá”.
Su esposo, Polo Escalón compartió que vio la película Coco (que tiene escenarios inspirados en la ciudad de San Miguel de Allende):
“Y mi esposa me dijo que me iba a enseñar el verdadero México, así que vinimos al panteón y me encantó… ahora lo hacemos cada año”, compartió.

La pareja y su hijo compraron un manojo entero de cempasúchil y fueron recorriendo el cementerio en busca de esas tumbas a las que nadie chaineó para dejarles una flor. No les fue difícil colocar todas las flores.
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Fotos: Roberto López




