VIDEOCuca Domínguez
Villagrán.- En el combate a la incidencia delictiva, narcotráfico, explosivos y rastreo de personas ante desastres como sismos, deslaves y otros; así como el rastreo, guardia y protección, los elementos del Ejército Mexicano tienen el apoyo de unidad canina que en binomio con los efectivos militantes han tenido resultados importantes.
El cabo del arma blindada, Alberto Herrera Gaytán , perteneciente al 5º regimiento blindado de reconocimiento, encargado de la célula de binomios canófilos de la XVI zona militar, de la Secretaría de la Defensa Militar, destacó la importante participación de los perros en el trabajo al combate a la incidencia delictiva.
“Estos efectivos caninos están adiestrados para realizar búsquedas en aeronaves, vehículos, revisa, cajas, maletas y todo lugar, para atender incluso actos terroristas que se pudieran utilizar para desestabilizar la vida cotidiana del país; además de la ayuda para la localización de personas, sobre todo en ciudades donde tradicionalmente tiembla y hay sismos, inundaciones e incendios y en todo caso nos podemos apoyar con los caninos”, destacó.
Aunque en el caso de la XVI zona militar no se tiene un número de eventos en los que los efectivos caninos han participado, y en los que se han tenido resultados positivos, incluso en el trabajo de vigilancia de la frontera norte, frontera sur, así como en el centro del país.
Estos elementos caninos todo el año están operativo, 2 meses pueden estar en la ciudad de México, otros 2 meses en la frontera norte, otro tanto en la sur; porque estos animalitos están siempre en aeropuertos, aduanas, por ello están en constante tanto el can y su manejador, porque no cualquier lo puede acompañar, porque no lo va a entender o interpretar.
Estos caninos tienen en promedio 7 años de vida activa como efectivos militares en los binomios, después de ese tiempo entran en jubilación, se centra en la ciudad de México, al centro de producción donde hay un área específica para su retiro, donde solo descansan con actividades propias de su edad, hasta que de manera natural fallecen, y no se dan en adopción.
Las historias
El cabo del arma blindada José Guadalupe Ríos Valadez , con su perrito Kebranto, un pastor belga, con el que trabaja desde hace 7 años ha bastantes intervenciones, “una de ellas en el puesto de control de La Cinta, el perrito marcaba mucho a personas que pasaban por el lugar, pero no se les localizaba nada y ante la insistencia del perro se revisó a fondo y se le encontró droga en los zapatos, los militares no las tomaban en cuenta porque era mujer e iba con niños, pero el perrito la detectó.
En tanto el cabo del arma blindada Genaro Rocha Martínez y su canino es Daly perteneciente al 5º regimiento de reconocimiento, dijo que tuvo una experiencia con este cachorro de poco más de 2 años; “recién llegado se envió al puesto de vigilancia en La Cinta, municipio de Uriangato, se recibió la denuncia de que en un domicilio se dedicaban a la venta de droga, se acudió al lugar, se revisó el domicilio y a los moradores, pero no se encontró nada.
Pero el oficial canino ingreso, revisó la casa y comenzó al rascar con tal fuerza que desprendió el azulejo del piso y ahí encontró las grapas de la droga.
Por su parte el cabo del arma blindada, José Reyes Granados Piña y su binomio Jack, de 8 años, mismo que ya está en trámite para su jubilación, se informó que en un puesto de control se revisaron a varias personas que venía en un vehículo y el oficial canino detectó que el ocupante del vehículo traía su cinturón relleno de droga, el desarrollado olfato del perrito ayudó a localizar la droga que no pude ser encontrada por los elementos en su primer revisión.