Antivacunas en pandemia podrían generar brotes de enfermedades prevenibles
Karla Silva
Silao.- La emergencia sanitaria causada por el nuevo coronavirus es un momento adverso para ser antivacunas, señaló el doctor Salvador Pineda durante la conferencia virtual ‘Vacunación en tiempos de Covid-19’, donde destacó también que 4 de cada 10 niños menores de un año tienen un esquema incompleto, lo que representa un riesgo de brotes de enfermedades ya contenidas.
El gerente médico de Sanofi Pasteur, división de vacunas de la multinacional farmacéutica francesa Sanofi, habló sobre la medicina preventiva a través de la vacunación y recordó que existen vacunas que son básicas para que la infancia esté sana y en especial, libre de enfermedades mortales causadas por distintos virus y bacterias.
En el encuentro dio a conocer la importancia de la cobertura de vacunación en México, de acuerdo con la edad biológica y según se establece en la Cartilla Nacional de Vacunación, pues entes como la OMS afirman que cualquier interrupción en los servicios de vacunación dará como resultado una acumulación de niños susceptibles y una mayor probabilidad de brotes por enfermedades inmunoprevenibles.
“En este momento (pandemia de Covid-19) es mala idea ser antivacunas. Cuando las coberturas eran elevadas quizá no había problema, porque por la protección de rebaño el niño estaba protegido. Hoy en día una persona antivacunas o aunque no seas antivacunas, si no las aplican a los niños pueden enfermarse de sarampión, poliomelitis, difteria” que son graves y pueden llevar a la muerte.
Lo anterior, expuso el médico, debido a que durante la contingencia sanitaria el abasto de biológicos disminuyó de manera considerable.
Para lograr la inmunización de rebaño -que se ha perdido por la pandemia- y con ello detener la transmisión de enfermedades, mencionó que se requiere de una cobertura de vacunación de al menos el 80%, de acuerdo con cada tipo, dado que depende de su ritmo reproductivo básico (R0).
El sarampión es la enfermedad más alta en diseminación, pues un solo paciente puede contagiar de 15 a 17 personas, al igual que la tos ferina; el porcentaje de población para lograr la inmunidad de rebaño debe ser del 92 a 95%. Le sigue paperas con contagio de 10 a 12 personas y es necesaria una cobertura de vacunación del 90 al 92%.
En cuanto a la difteria y la poliomelitis que tienen un R0 más bajo, de 5-6, para evitar la diseminación es necesario vacunar del 80 al 85% de la población: “Aun teniendo enfermedades con R0 bajo el porcentaje necesario es alto, de otra forma se acumularían los susceptibles y tampoco se tendría efecto de rebaño (…) cuando se vacuna se busca la protección individual y la de rebaño”, una protección indirecta para quienes no reciben la aplicación.
Enfatizó que en cuanto a los seguidores del movimiento antivacunas, a sus hijos probablemente antes de la aparición del virus SARS-CoV-2 no les afectaba porque la mayoría de los niños mexicanos tenían esquemas de vacunación completos, sin embargo como efecto de pandemia, la Organización Mundial de la Salud contempla que solamente el 10% de los niños menores de un año de edad en el mundo tiene esquemas completos.
Salvador Pineda advirtió que comenzarán a verse en todo el planeta casos de enfermedades ya contenidas. La única erradicada es la viruela, pero para hacer frente a las demás es necesario continuar la inmunización. A través de una nueva estrategia mundial se pretende salvar más de 50 millones de vidas mediante la vacunación, según una publicación emitida por la OMS el 26 de abril de este año.
También recordó que los esquemas de vacunación pueden recuperarse, es decir que si han pasado meses luego de la fecha en que correspondía la aplicación de dosis, puede llevarse a cabo con excepción de la correspondiente a rotavirus. Resulta erróneo espera a que se controle la pandemia del nuevo coronavirus.
Además que en ningún centro de vacunación del sector público pueden negarse las dosis, independientemente de si existe o no derechohabiencia.
En México las vacunas más importantes son la hexavalente (que protege contra difteria, tétanos, tos ferina, poliomielitis, Haemophilus influenzae tipo B y hepatitis B), así como para rotavirus, sarampión y neumococo.
LC