Así sufren migrantes en Guanajuato durante su búsqueda por llegar a Estados Unidos


León, Guanajuato.- Cuando William se enteró de la muerte de 40 migrantes centroamericanos en Ciudad Juárez se le rompió el corazón, recuerda. El hombre originario de Nicaragua, que busca llegar a Estados Unidos, relata en su paso por León todas las dificultades a las que se enfrentan los migrantes.
William pide unas monedas en el crucero del bulevar Vicente Valtierra y Vertiz Campero. Con el poco dinero que recibe compra lo que él ve como comida, en una tienda Oxxo. Un atún, una botana y un refresco es para lo único que le alcanza. Junto a dos amigos, los tres vienen del Estado de México con el objetivo de llegar a Estados Unidos.
“No era un albergue, era una cárcel”
El nicaragüense lamenta la muerte de 40 centroamericanos que fueron detenidos y alojados en el Instituto Nacional de Migración de Ciudad Juárez, quienes fallecieron a causa de un incendio. “No era un albergue, era una cárcel”, sentencia el migrante, reprochando que los “resguarden” en cuartos con rejas.
“Da pesar porque así como ellos querían llegar allá vivos (a Estados Unidos) algunos no pudieron. Entonces uno está con temor, uno se tiene que andar con más cuidado. Así escuché las noticias, se veía como una cárcel, porque si hay rejas ya no es albergue”, menciona a Correo.
Sobre el origen del incendio ocurrido el 27 de marzo, que habría sido ocasionado por un migrante, que hoy es uno de los cinco detenidos, William atribuye la responsabilidad al Instituto Nacional de Migración. Menciona que es su obligación cumplir con medidas básicas de protección y supervivencia mientras los centroamericanos estén a su cargo.
“Echan culpa a los migrantes, pero ellos tienen que tener medidas de seguridad en donde están las personas albergadas, rutas de escape, todo eso”.
¿Cuales son los peligros de los migrantes en Guanajuato y México?

El hambre, el frío, las largas caminatas, la deshidratación, la soledad y la criminalización son algunas de las dificultades que enfrentan los migrantes en su paso por México. Pasar la noche en un hostal barato es la opción más lujosa que pueden darse. Muchas de las veces duermen en la calle.
Esta es la segunda vez que William intenta llegar a Estados Unidos. Hace unos meses logró su objetivo pero fue deportado. Nuevamente emprende el camino, pero en un lapso más largo, reconoce que esta vez está tardando más en cumplirlo.
“El camino es difícil y uno quiere llegar rápido, pero a veces no se puede. La ves pasada fue rápido, uno o dos meses, sin parar. Ahora es más difícil, duermo en un hotel barato, 50, 100 pesos, donde nos toque dormir. Ya es a lo que nos atenemos”.
El migrante es padre de gemelos de 6 años y de un niño de 8, ellos junto a su esposa esperan que llegue vivo a Estados Unidos. Ni siquiera tiene un teléfono para mantener contacto con ellos. La “gente buena” como él dice , le permite hacer una llamada a su familia, que se reduce a reportar su estado de salud y su acercamiento al país vecino.
¿Cómo es la vida en Nicaragua?

El centroamericano responde que la falta de oportunidades laborales y la inseguridad causan este flujo migratorio. En Managua, la capital donde nació, en Nicargua, los principales oficios son la construcción y la pesca. Un trabajo que a lo mucho es continuo por dos días o tres días, no es estable.
En su paso por León y como próximo destino ciudades como Lagos, Guadalajara y los estados del norte, William sobrevive todos los días para lograr su destino. En su mente, siempre están sus hijos y su esposa.
“Primeramente Dios que se logre el objetivo, y mandarles un saludo y si todo sale bien vamos a prosperar juntos”, finaliza el centroamericano.
LC