Con la violencia, terminaremos con otra “policía para cuidar policías”: Hugo Varela

Lourdes Vázquez

Guanajuato.- Aunque cualquier mecanismo que abone a la protección de los elementos de las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado (FSPE) y de sus familias es bienvenido, a este paso se estaría creando una policía que cuide a los policías, opinó el diputado del PRI, Hugo Varela Flores, quien integra la comisión de Seguridad Pública y Comunicaciones en el Congreso del Estado.

“Lo que venga para ayudar, apoyar a los elementos de seguridad es bienvenido, lamentablemente podríamos llegar con esta situación a crear una policía para que cuide a los policías”.

Así lo criticó refiriéndose al decreto emitido por el gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo para brindar protección a los elementos estatales a través de apoyos económicos para que puedan cambiar de domicilio.

Lo anterior, luego que el jueves un elemento de las FSPE que había sido privado de su libertad durante su día de descanso, fue localizado sin vida en el municipio de Acámbaro; el oficial estaba adscrito al Mando Único del municipio de Coroneo.

Hugo Varela mencionó que ante la situación que se vive en el estado, ser policía es de muy alto riego, sobre todo cuando las amenazas y agresiones no van dirigidas en contra de la persona, sino en contra de lo que ésta representa.

“Con el simple hecho de andar en la calle corre el riesgo de ser atacado, entonces todo ese tipo de medidas de seguridad —como las que se señalan en el decreto— son bienvenidas y qué bueno que se atienda de esta manera a las corporaciones de todas en general, para nosotros es muy importante que la entidad vuelva a tomar lo que era antes”.

Más coordinación

Resaltó que este mecanismo de protección les da certeza a los policías respecto a sus familias, no obstante, mencionó que ante los asesinatos de elementos policiales es necesario que se revise la coordinación que existe entre el gobierno federal, el estatal y los municipios.

“Creo que no hay la suficiente coordinación para que se inhiban este tipo de prácticas (…) esta política que se diseñó de abrazos y no balazos ha sido contraproducente porque las gentes (sic) que se dedican a hacer el mal se sienten protegidos por esto y ahí están las consecuencias del incremento que hemos tenido. La política nacional debe ser más certera en las acciones que va a emprender, sobre todo, muy coordinada con los estados y los municipios”.

ndr