Estos fueron los mexicanos más ‘famosos’ detenidos en Estados Unidos
Redacción
Washington.- Cada año pasan por el sistema judicial estadounidense decenas, sino centenares o incluso miles, de mexicanos. No todos los casos llegan a los medios de comunicación, no todos tienen el mismo seguimiento mediático ni tampoco el mismo interés en la opinión pública.
En el 2020, sin embargo, los grandes casos tuvieron un elemento en común: en la banca de acusados se han sentado importantes figuras y excargos públicos mexicanos, imagen de la corrupción en el país juzgada por la Unión Americana.
Si 2019 fue el año de la culminación de uno de los procesos más esperados: la condena y sentencia de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, líder del Cártel de Sinaloa, uno de los narcotraficantes más famosos del mundo, personaje de aura casi mitológica; en 2020 el protagonismo lo compartieron tres figuras políticas de diferentes índoles. Tres casos que son como una historia en tres actos, en función de su final.
• Genaro García Luna
El fin del año 2019, con “El Chapo” ya en una cárcel de máxima seguridad en Colorado, aguardaba una sorpresa: la detención en Dallas de Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad del gobierno de Felipe Calderón Hinojosa. Nada más y nada menos que acusado de narcotráfico con lazo al Cártel de Sinaloa. Sus primeras presentaciones ante los jueces, en época precoronavirus, sólo sirvieron para declararse no culpable y ver cómo los intentos de conseguir la libertad bajo fianza eran infructuosos, a pesar de propuestas millonarias de su abogado de oficio, César de Castro. El “serio riesgo” de fuga impidió una resolución diferente; meses más tarde, razones basadas en la situación pandémica tampoco surgieron efecto.
Su caso se complicó con la vinculación al caso de Iván Reyes Arzate, exjefe de la Policía Federal y exenlace mexicano con la agencia antidrogas estadounidense (DEA), que días antes de terminar su condena en Chicago por colaborar con el Cártel de Sinaloa y ser deportado a México, se encontró en Nueva York acusado en el mismo caso que Genaro García Luna. Por si fuera poco, en verano se incluyó a la causa el delito de liderazgo de una banda criminal, cargos por los que también se acusó a dos exaltos cargos de la Policía Federal mexicana: Luis Cárdenas Palomino y Ramón Pequeño, por dejar que el “Cártel de Sinaloa” actuara “impunemente”.
Con la negativa constante de que García Luna esté negociando una salida pactada con una declaración de culpabilidad, una declaración pública totalmente habitual pero no siempre cierta, las audiencias judiciales se celebran ahora por videoconferencia que han tenido graves y constantes altercados técnicos, especialmente por la incapacidad de voces en español de silenciar sus teléfonos. Mientras, las partes revisan y analizan el casi millón de páginas de pruebas y decenas de horas de grabaciones que implicarían al exsecretario en una trama de narcotráfico sin precedentes.
• Salvador Cienfuegos
Al igual que la detención de García Luna, fue una sorpresa mayúscula la detención de Salvador Cienfuegos Zepeda, el que fuera secretario de Defensa en el gobierno de Enrique Peña Nieto. Cienfuegos aterrizaba a finales de octubre en Los Ángeles para vacacionar y terminó esposado y con destino a Nueva York, acusado de cooperación con el narcotráfico. Empezó una operación diplomática sin precedentes para liberar a “El Padrino”, algo inaudito y de lo que no disfrutó, por ejemplo, García Luna. México se quejó de injerencia soberana al no estar enterado de la investigación ni la detención, incluso con cable diplomático de por medio. Se celebraron las primeras audiencias judiciales, se aseguró que había pruebas claras. Y de repente, un mes después y sin esperarlo, la fiscalía de Estados Unidos sorprendió retirando todos los cargos al general por “consideraciones sensibles e importantes de política exterior”, a pesar de años de recabar información sobre los tejemanejes del exmilitar con narcotraficantes.
En menos de un día, Cienfuegos pasó de ser el alto cargo más importante en afrontar acusaciones de narcotráfico a ser hombre libre en territorio mexicano. De fondo sonaron rumores de amenazas de fulminar la cooperación binacional antidrogas. La promesa del gobierno de AMLO fue que se investigaría a Cienfuegos, pero todo apunta que quedará en papel mojado. El mismo gobierno mexicano informaba hace poco que clasificaba el material relacionado con el general por cinco años. The Wall Street Journal, citando fuentes de ambos países, añadía que las pruebas contra Cienfuegos Zepeda no eran “sólidas”. La opción de que el general acabe sin enfrentar a la justicia, ni de uno ni de otro lado de la frontera, gana enteros.
• César Duarte Jáquez
A principios de julio, justo en el momento en el que Andrés Manuel López Obrador entraba con su comitiva en la Casa Blanca, en el que era su primer y único viaje internacional, empezó a sonar el rumor de la detención en Miami de César Duarte Jáquez, exgobernador priista de Chihuahua (2010-2016) acusado en México de peculado y otros delitos. Las sospechas de intercambio de “regalos” era factible: Trump suavizando su perfil con los votantes latinos y recibiendo algo parecido a una bendición del presidente mexicano. AMLO se anotaba el punto de la detención de otro político acusado de corrupción. Todo el mundo lo negó.
Duarte, como todos los acusados, intentó primero evitar su proceso pidiendo libertad bajo fianza, que se le negó. Más tarde empezó la pelea por demostrar que la solicitud de extradición no tenía la validez como para ejecutarse y por tanto debería desestimarse, porque los delitos habrían prescrito. A la espera de resoluciones y mociones que aún tienen que presentarse este fin de año, a Duarte Jáquez se van acabado una por una todas las opciones. La que parece que será la audiencia de extradición definitiva, a no ser que se vuelva a postergar por la pandemia o cualquier otro menester sobre el caso, se realizará a mediados de enero.
ndr