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La militarización y el 2024: mezclar no es bueno

Opinión

Miguel Zacarias -Palabras Mayores

La militarización y el 2024: mezclar no es bueno

La 4T aprieta y reacciona frente a la posibilidad de una alianza PAN-PRI-PRD que hoy se ve cuesta arriba y sin un cobijo razonable de los participantes, sobre todo al interior de los dos primeros partidos.

Dos factores encendieron las pasiones esta semana: la de la iniciativa para que la Guardia Nacional quede bajo el mando del Ejército y el alineamiento de la dirigencia nacional del PRI a esa apuesta del lopezobradorismo que ya provocó desazón y pugnas al interior de los aliados.

Aguantó más de lo esperado, pero se doblegó. El presidente Andrés Manuel López Obrador lanzó los cañonazos y fácilmente desestabilizó a ‘Alito’ Moreno, el dirigente nacional del PRI que olvidó rápidamente las bravuconadas y se plegó a las peticiones del gobierno federal.

En la aplicación del típico “divide y vencerás”, a la 4T le salió la estrategia. ‘Alito’ no pudo más que aceptar porque la forma en que lo torpedeaba el gobierno era asfixiante.

Pero fue esa reacción del dirigente la que de manera paralela, alentó el surgimiento de voces al interior del PAN (que no están de acuerdo en la alianza con el PRI) para que huyeran de ‘Alito’ Moreno. Otros pidieron explorar la posibilidad de convencer a Movimiento Ciudadano.

Pero es el aguijonazo declarativo de López Obrador relacionado con los gobernadores y su postura frente a la Guardia Nacional lo que realmente es el cierre de pinza en este asunto.

Evidentemente, el gobernador Diego Sinhue no va a subirse a ese pleito porque no es su estilo, porque nunca lo ha hecho y porque ahora menos que nunca le conviene. Su vecino y homólogo Mauricio Kuri fue de los que pidió deslindarse de ‘Alito’ Moreno y pidió al gobierno no condicionar la ayuda del Ejército. José Rosas Aispuro, de Durango, tampoco renegó.

De entrada, Diego Sinhue sabe que sí necesita del Ejército y de la Guardia Nacional y que no puede ponerse sus moños. Su antecesor Miguel Márquez hasta recursos puso para un cuartel de la llamada Policía Militar.

Y está clarísimo que, por más maromas que se echen los legisladores de Morena, el presidente está haciendo -corregido y aumentado- lo mismo que Calderón. No es que hoy la militarización sea más bonita que antes. La estrategia federal, cualquiera que esta sea, ha fracasado en el combate al crimen organizado.

Ahora dicen para justificar el lance los feligreses de la 4T, que antes era desordenado y hasta ilegal, pero que ahora hay un marco que lo permite.

Y ahí va de nuevo. La táctica federal ahorca al presidente del PRI y condiciona a los gobernadores que saben que en la práctica necesitan el auxilio de las fuerzas federales. Esa es la gran tragedia. Ni los que presumen mejores policías, pueden solos.

La alianza ‘Va por México’ se dinamita. No ha muerto, pero sobrevive de milagro y su éxito cada vez es más incierto.

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La militarización y el 2024: mezclar no es bueno

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La militarización y el 2024: mezclar no es bueno

En la batalla por la sucesión panista en Guanajuato -en la que se perfila un dedazo al estilo del viejo PRI con el gobernador Diego Sinhue como gran elector- una de las versiones más socorridas a últimas fechas es la señal que habría enviado el mandatario a la alcaldesa de León, Alejandra Gutiérrez quien en varios momentos hace meses habría querido capitalizar su cercanía con el dirigente nacional panista Marko Cortés, para que desde el CEN blanquiazul recibiera un empujoncito a sus aspiraciones.

El mensaje del mandatario estatal a su líder nacional habría sido que la decisión del candidato o candidata a gobernador se tomará acá en Guanajuato. De manera paralela, tanto Libia Dennise García como Jesús Oviedo (secretarios de Gobierno y Desarrollo Social y Humano) modifican su imagen para parecer cada vez “más precandidatos”.

Todo, con el aval de Palacio de Gobierno que quiere tener el control de la sucesión, aunque nada está escrito.

La alcaldesa de León acaba de lograr el aval para el endeudamiento en la ciudad zapatera sin mayores problemas. A ocho años de la última deuda solicitada por Bárbara Botello en 2014, León vuelve a requerir crédito y el pasado jueves no tuvo mayores problemas para avalarla.

Morena no cuenta con regidores con empaque para las discusiones técnicas y erró en la manifestación en la sala de cabildos a personas con pancartas que incluían insultos a la presidenta municipal.

En otras palabras, las posibilidades de Gutiérrez Campos de ser la nominada por la gubernatura pueden permanecer intactas, en la medida que sea abierta a corregir ciertas formas y actitudes que la han alejado de la imagen fresca que tenía en campaña y en años anteriores.

Empresarios y personajes que conocen la trayectoria de la alcaldesa no se explican esa transformación de quien se mostraba más abierta y receptiva antes de asumir el poder.

Y el problema no parece estar en ella, sino en su entorno. Y habrá que distinguir en su equipo cercano. Por ejemplo, Jorge Jiménez Lona se ha mostrado sobrio y eficaz en su labor, pero además no es del círculo cercano de la presidenta.

Habría que voltear hacia otros poderes más invisibles en el organigrama. La regidora Jared González -su acompañante de cabecera casi a todas partes- ha ganado poder e influencia.

Su esposo es Daniel Campos Lango, ex-diputado local y, en algún momento, cercano al ahora gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo. Campos Lango es el secretario particular y también ha ganado presencia con Gutiérrez Campos.

Cuando está a punto de cumplir un año en el poder y con la mira puesta en la candidatura a gobernadora, Gutiérrez Campos tendrá que hacer un corte de caja y analizar si la apuesta se mantiene; pero, sobre todo, si las formas o los métodos son los adecuados.

Ella quiere romper paradigmas, porque ningún alcalde o alcaldesa de León en funciones ha saltado de ahí a ser candidato panista a gobernador, porque la exigencia y el desgaste es altísimo al gobernar esa ciudad. Pero no es imposible.

Sí lo será si mantiene la estrategia invariable. No el 24/7, sino la escucha a quienes le rodean y a esos pequeños poderes fácticos que se suben al ladrillo y aconsejan a la alcaldesa creyendo que le ayudan, cuando en realidad la han alejado de su esencia y perfil.

La militarización y el 2024: mezclar no es bueno

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Las consecuencias de la violencia en Guanajuato son múltiples y manifiestas. La que confirmó el titular de la Comisión Estatal de Atención Integral a Víctimas, Sergio Jaime Rochín del Rincón es demoledora e ilustrativa. 502 niños, niñas y adolescentes guanajuatenses inscritos en el Registro Estatal de Víctimas, como víctimas indirectas, tras la pérdida de su padre o madre o ambos por motivo de desaparición, homicidio o feminicidio.

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ÁLVAR Y ZAMARRIPA: ¿ESTAMOS MEJOR QUE HACE CUATRO AÑOS?

Hace exactamente cuatro años, unas semanas antes de asumir el poder, el gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo ya perfilaba la ratificación de Álvar Cabeza de Vaca y Carlos Zamarripa, al frente de la Secretaría de Seguridad y de la Fiscalía General del Estado, entonces, todavía Procuraduría general de Justicia.

En una reunión con Concamin Bajío, Rodríguez Vallejo soltaba frases como: “no basta cambiar a los responsables si no hay cambio de estrategia” o “los resultados en seguridad no se pueden reducir a dos personajes”.

El gobernador electo dijo entonces que es equivocada la creencia de que cambiando un par de personas, la situación en seguridad va a mejorar en automático porque lo que se tiene que cambiar es la estrategia y el modo de atender el problema en la entidad.

Y en ese sentido lanzaba una crítica velada a la estrategia seguida por Miguel Márquez. Habló de la disminución de 8 mil 500 policías municipales a 6 mil elementos en lo que va del sexenio y de los bajos salarios que tienen los oficiales, que en varios casos no superan los 8 mil pesos mensuales.

No fue directo, pero no habló mucho de la presencia del Ejército en la entidad, ya sea a través de la milicia directamente o de la Policía Militar. ¿Curioso, no? Un gobernador panista apostando por la denostadísima militarización.

Justo un año después, el repunte de homicidios de agosto, algunos tropezones de la Fiscalía General del Estado como el caso del asesino del esposo de la actriz Sharis Cid, la muerte del estudiante que se convirtió en un doloroso daño colateral, la aparición de métodos más agresivos de Santa Rosa de Lima y la avanzada de su rival de Jalisco.

“A los grupos criminales no hay que cederles territorio, no hay que dialogar con ellos, no hay que llamarlos a la concordia ni hay que hacerles llamados a sus mamás, porque estoy seguro que muchos ni madre tienen”.

“A estos criminales que le arrebatan la vida a un joven estudiante, a estos criminales que secuestran y extorsionan, perdón que lo diga y con mucho respeto al presidente, (Andrés Manuel López Obrador) no se les puede decir ni ‘fuchi’ ni ‘guácala’; hay que aplicarles la ley, todo el rigor de la ley porque no hay otro camino”, dijo en Celaya.

Pero también volvió a quejarse de Miguel Márquez: “Quienes deberían estar cuidando a la población son las policías municipales, sin embargo, desde mi punto de vista hubo cosas que se hicieron en el pasado que no fueron las más adecuadas, una de ellas fue suplantar a las policías municipales, a través de Mandos Únicos, a través de Fuerzas Federales porque lo que pasó en otras épocas es que muchos alcaldes se fueron a la hamaca”, mencionó.

No dijo nombres, pero uno de los destinatarios era este político que -en aquel entonces- fungía como subsecretario de Desarrollo Social, Antonio Arredondo quien unas semanas antes tuvo que renunciar cuando se dieron a conocer resultados de auditorías que lo comprometían. En el trienio de Arredondo, la Policía Municipal desapareció y Diego Sinhue lo premió con un cargo.

Y hoy, en el sube y baja de cifras de homicidios dolosos del estado, la pacificación se sigue viendo lejos. La indolencia e incompetencia del gobierno federal que le hace recurrir a la misma receta que criticó de Felipe Calderón, tienen gran parte de responsabilidad.

Pero lo que se dejó de hacer en el sexenio anterior, no termina de revertirse.

La militarización y el 2024: mezclar no es bueno

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“Entendemos que hay posturas políticas y que los grupos parlamentarios en el Congreso y en las Cámaras tienen que manejar una postura. Nosotros -sea cual sea la definición que tengan estos órganos legislativos- tenemos que trabajar porque los ciudadanos quieren resultados en materia de seguridad. Nosotros en Guanajuato trabajamos bien, trabajamos coordinados con Guardia Nacional, con Sedena y con las policías de los 46 municipios”.

Libia Dennise García

La secretaria de Gobierno, con la línea que ha marcado Diego Sinhue Rodríguez Vallejo frente a la 4T. Nada de buscar pleitos.

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