LOS NUEVOS ROSTROS DE LA INSEGURIDAD

PURO SHOW. Los exhortos legislativos que son los pronunciamientos más comunes en cualquier Congreso local no sirven para nada porque son llamadas a misa, pero los debates sirven para mostrar las posturas partidizadas y convenencieras de los políticos.

DESPLANTE EN TURNO. Ayer, la mayoría panista rechazó exhortar al fiscal general del estado, Carlos Zamarripa Aguirre, y al gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo para que implementen las acciones necesarias para esclarecer el asesinato de Francisco Javier Barajas Piña, integrante de la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas Desaparecidas, así como para que se brinden los mecanismos de protección a los activistas que participan en esas labores.

REVIRE. Los panistas, a través de José Luis Vázquez Cordero, dijeron que no están de acuerdo en que “se aprovechen los actos de violencia y la tragedia para utilizarlos de manera política: no podemos ser irresponsables en aprobar exhortos que no estén sustentados jurídicamente y que son notoriamente inviables”, dijo.

MISMA MONEDA. Y tiene razón el legislador blanquiazul, pero esa actitud la asumen también los panistas cuando se trata de oponerse a alguna estrategia de la 4T.

EL DRAMA. Pero más allá de la grilla partidista, está lo urgente y lo importante que en estos casos se encuentra en el mismo nivel: la inseguridad y la tragedia no sólo embarga a los familiares de personas desaparecidas con la búsqueda de sus seres queridos, sino que ahora también esa labor ha llevado a uno de sus activistas a ser víctima.

MAL INEVITABLE. Los partidos seguirán politizando cualquier tema que les pongan enfrente y eso podrá ser grotesco, pero es parte de nuestra política lamentablemente y así nos hemos acostumbrado.

NUEVOS BOTONES DE MUESTRA. Pero, sin querer queriendo, se acumulan manchas en el tigre. Hace unos días asesinan a un activista en la búsqueda de desaparecidos, anteayer a un exalcalde priista que había sido secuestrado.

DETERIOROS QUE AGOBIAN

RESERVA. Ayer el gobernador Diego Sinhue rehusó dar detalles (con justificadas razones) del decreto de protección para policías estatales que emitió su gobierno hace un mes porque se trata de información delicada y que debe permanecer en secrecía.

NUEVAS PREOCUPACIONES.Y el tema de fondo es que ya el recuento de los homicidios dolosos en la entidad no es el gran referente para saber qué tanto se ha avanzado en la pacificación del estado. El análisis cuantitativo podría ser hasta favorable para la autoridad, pero hechos como el asesinato de activistas de la búsqueda y sobre todo el decreto que busca proteger a policías, elevan la escala de preocupación.

NUEVOS FRENTES. Porque ahora no sólo hay que defender los territorios de los grupos criminales sino blindar en todos los aspectos a los que nos cuidan y a quienes coadyuvan para que una de las manifestaciones de la violencia, como es la desaparición forzada, detenga su avance.

PEOR. Es el deterioro del entorno con manifestaciones nuevas de violencia que se agregan a las ya conocidas y que obligan a proteger a policías porque el riesgo de ser atacados se eleva para ellos y sus familias.

VA DE NUEVO. El mandatario Diego Sinhue Rodríguez Vallejo abordó ayer otro tema interesante: el gobierno ya protegió a los policías estatales con el protocolo indicado en el decreto, pero ¿y los municipios?

QUERER Y PODER. La autonomía que les da la Constitución impide que el llamado a proteger a sus policías quede en eso. No pueden ser obligados. Y peor tantito cuando ni siquiera es un tema de voluntad política sino de presupuesto.

MENOS Y MÁS. Si los alcaldes sufren para dotar a sus policías municipales de equipamiento, armas y salario mínimamente competitivo, cómo se puede pensar que les van a entregar de un protocolo de protección y traslado a quienes son amenazados por el crimen organizado, estando del lado de los buenos.

LES TOCA. Esa será una de las varias papas calientes que tomarán los alcaldes electos en los meses por venir. Y ya sabemos que en varios casos, la problemática más seria afecta a los municipios pequeños, con presupuesto limitado y que siguen añorando los viejos tiempos cuando el gobierno del estado les resolvía el problema con el Mando Único.

LA DEL ESTRIBO…

Y ya que andamos con el futurismo, uno de los enroques cantadísimos en el gabinete de Diego Sinhue Rodríguez Vallejo es el arribo -después de que ceda la estafeta a Alejandra Gutiérrez Campos- de Héctor López Santillana a la dirección de Guanajuato Puerto Interior que representará su regreso a un espacio en donde se siente como pez en el agua.

LUIS ENRIQUE RAMIREZ SALDAÑA: A DOS AÑOS DE LA ACCIDENTADA SALIDA

Seis secretarios de seguridad tuvo el municipio de León entre 2009 y 2015. Un cambiadero que provocó críticas justificadas por la improvisación experimentada en los gobiernos de Ricardo Sheffield y Bárbara Botello.

Pero ninguno de los relevos resultó tan complejo y tan trágico al interior de la dependencia como el de Luis Enrique Ramírez Saldaña registrado hace exactamente dos años, cuando parecía enfilarse a completar el sexenio de Héctor López.

Ese día, en Irapuato era Ulises Ramírez Andrade quien se desempeñaba como escolta de Mario Martínez Razo, exdirector general de Planeación y Administración de la Secretaría de Seguridad Pública de León, quien había sido despedido la semana anterior del cargo.

Lo peor del caso es que cuando fue asesinado, la víctima no escoltaba a Martínez Razo sino a un familiar suyo, lo que volvía más delicado su caso.

A Ramírez Saldaña no lo tumbaron los resultados entre azul y buenas noches de su gestión sino la soberbia tras su ratificación en el cargo durante los últimos meses, los excesos cometidos como secretario de Seguridad en la contratación de amigos y la falta de control sobre sus propios protegidos.

Se sostuvo durante más de tres años ocho meses en el cargo. Dejó a León en una peor posición en la incidencia de la mayoría de los delitos en comparación con los que tenía la ciudad seis o nueve años antes.

Ramírez Saldaña no sólo decidió contratar a su compadre Alberto Martínez como director de Planeación, sino aceptar que firmara como licenciado cuando no tenía terminada ni la preparatoria. Le asignó sus escoltas y lo dejó sin control. Tan fuera de control que, ya despedido, seguía disponiendo de escoltas.

Los panistas, que tanto se quejaban del deterioro de la seguridad en los tiempos de Sheffield y Botello, convirtieron la Secretaría de Seguridad en un nido de improvisaciones y malos manejos.

Crisis que pudieron controlar y evitar el desbordamiento de pasiones que hubiesen menguado la imagen del gobierno y dañarlo para la elección de hace unas semanas. Los demonios se conjuraron y no hubo costos electorales por pagar, aunque la seguridad sigue siendo asignatura pendiente en León.

PAN: PENDIENTES DE LA TRANSICIÓN CON SIGNO FUTURISTA

Tras el resultado dulce -con algunos tragos amargos- de la elección del pasado 6 de junio, el PAN-Gobierno se apresta a hacer algunas definiciones que inevitablemente marcarán la inminencia del arranque de las hostilidades en la carrera por la sucesión al 2024.

Hay decisiones cantadas como la designación de Luis Ernesto Ayala Torres como el coordinador de la bancada en la siguiente legislatura. De eso no queda ninguna duda.

Ayala Torres aspiró a ser nuevamente alcalde de León y tuvo que apechugar con el dedazo que no le favoreció. Pero a cambio tiene al alcance de la mano, la nominación para un cargo que, desde luego, requiere la bendición del mandatario en turno y ahora cuenta con ella.

El expresidente de la Cámara de Calzado y exsecretario de Gobierno tendrá que ser ese vínculo entre su gobierno y una bancada que no será nada sencillo apaciguar porque son varios los que son reelectos y que creerían tener patas para gallo y ocupar ese mismo cargo.

De manera simultánea, a la llegada de Román Cifuentes Negrete a la curul en San Lázaro el próximo primero de septiembre, el panismo tendrá que buscar al reemplazo del político leonés quien no podrá chiflar y comer pinole.

¿Quién será el sucesor de Cifuentes al que le toque enfrentar el arranque de nuevos gobiernos y el reto de apaciguar a los hombres y mujeres que aspirarán a la sucesión en el ejecutivo estatal?

Para el 2024 ya hay quienes están apuntados como el propio Ayala Torres o los senadores Erandi Bermúdez y Alejandra Reynoso. En el gabinete en automático se tiene que considerar a la secretaria de Gobierno, Libia Denisse García Muñoz Ledo y veremos si hay más. Si la pandemia por covid-19 ha sido tema recurrente durante los últimos 15 meses, y lo seguirá siendo a lo largo de este año, no sería descabellado que el blanquiazul midiera al secretario de Salud, Daniel Díaz.

Y ya si le quiere usted poner un poco más de morbo, habría que seguir la pista del activismo de Miguel Márquez que anduvo muy movido en las campañas y se mantiene la incógnita de si buscará o no la dirigencia nacional del PAN.

Y quizá el más contento con ello sería el gobernador Diego Sinhue. Una terapia ocupacional así le haría dar a su antecesor menos guerra en casa.