“Son usos y costumbres… aquí no hubo conflicto. Son usos y costumbres”.
Ricardo Sheffield Padilla
Tampoco es una sorpresa. Se veía venir porque tal parece que este partido está diseñado siempre para el conflicto eterno, jugar al filo de la navaja y ser su propio enemigo.
El Morena contra Morena en Guanajuato estaba cantado. Ahorita lo que más debe apurarles es que sus cuentas les hayan salido bien y que el IEEG valide sus registros y no proceda la queja del PAN que alega, 45 registros extemporáneos.
Por lo demás, queda por ver si tanto canibalismo practicado en la disputa por las candidaturas no les cobra factura en las urnas. Sobre todo porque quedan heridas abiertas y vencedores que festejan su avasallamiento y vencidos que rumian su derrota y quieren venganza.
En el balance global, queda claro que la corriente interna agrupada en torno al diputado local Ernesto Prieto y en el que se inscriben, Ricardo García Oseguera y Miguel Ángel Chico lograron imponerse a la de Alma Alcaraz que trazó algunas alianzas con Ricardo Sheffield y con la senadora Antares Vázquez pero que fue arrollada literalmente en las definiciones.
Los candidatos en Salamanca, Silao, Irapuato y Guanajuato capital son de su grupo y el de Celaya, no tanto pero tampoco es adversario.
En León va Ricardo Sheffield, que es antagonista pero se dieron el gusto no solo de doblegarlo con una candidatura que no quería sino de acotarlo en la definición de su planilla y que no metiera mano en otros municipios.
En otras palabras, la corriente prietista recupera o consolida el control en Guanajuato con una alianza estratégica con “los de la Letra B”, como llaman ellos a los afines al superdelegado, Mauricio Hernández Núñez, que no hace ruido y dice que no se mete en grillas pero a quien se le atribuye un poder nada despreciable.
Los prietistas pregonan la máxima de que los que acaban de llegar tienen que ponerse en la fila y no pretender posiciones en exceso. El mensaje fue para Ricardo Sheffield y anexos aunque algunos expanistas que llevaron ellos mismos como Jessica Cabal y Luis Magdaleno sí tuvieron candidaturas.
Vamos a ver si no se les pasó la mano a los prietistas porque sí parece un exceso lo de Salamanca en donde va como candidato César Prieto, el hermano menor de Ernesto. Esa decisión por sí sola, confirma que todos los partidos son iguales y que es condición humana, abrir paso al pariente.
En Salamanca, Morena actúa contra la lógica porque parecía que la salida más indicada era ir con un tercero en discordia. El miércoles estaba listo el empresario Óscar Macías Jasso quien aceptó ser subido a la “encuesta” para destrabar el pleito Betty-Prieto.
Pero los prietistas no tuvieron contemplaciones y ahí también avasallaron. Y con Beatriz Hernández que va por el PT, lo único que pasará es que el cierre de la administración se convertirá en un infierno y que Prieto y Hernández Cruz se disputarán el mismo mercado de votos.
Alma Alcaraz no se va con Beatriz Hernández pero es sintomático verla acompañando hasta el final a la alcaldesa y denunciando que en la mesa de negociaciones, Prieto tenía mayoría.
Falta ver las secuelas de las quejas de imposiciones en decenas de municipios y si Morena puede sanar esas heridas de aquí al 6 de junio. Hasta ahora, parece que son sus peores enemigos y que el PAN a lo lejos, sonríe.
Por lo demás, a Morena le puede ocurrir en Salamanca lo que le pasó al PRI con Bárbara Botello en León hace seis años.
Botello doblegó al PAN en su gran bastión y lo hizo de manera contundente, en coalición con el parrido Verde. Pero le bastaron menos de tres años para sepultar las esperanzas de miles de leoneses que mandaron a la banca a un PAN desgastado, soberbio y dividido.
El PAN volvió a ganar León en 2015 con la mano en la cintura. El barbarismo y sus aliados ya habían hecho el resto. Una coalición fracturada de origen con el enemigo en casa (barbaristas contra no barbaristas), radicalismos con el gobierno estatal y excesos que se investigaron en los órganos de fiscalización.
Hernández Cruz también llegó por una coalición aunque Morena fue quien la hizo fuerte. Pero Morena que es una coalición de tribus, se fracturó rápido en Salamanca. Ernesto Prieto ha sido un crítico implacable de la alcaldesa. El fuego amigo ha quedado en evidencia más de una vez. Hernández Cruz pintó su raya frente al gobierno estatal y optó por la hostilidad aunque del otro lado tampoco fueron blancas palomitas.
Y finalmente, como Botello, Hernández Cruz ya enfrenta auditorías de órganos de fiscalización y críticas por irregularidades.
La priista no podía reelegirse pero sí buscó dejar a su delfín, Martín Ortiz que no logró ser candidato. Beatriz Hernández quiere reelegirse pero no fue considerada y ahora va por el PT. Morena y su alcadesa llegan fracturados a una campaña cuesta arriba como lo hicieron barbaristas y no barbaristas en León en 2015. Ambas, frente al PAN y las dos por errores propios y la avaricia y fracturas de sus aliados, podrían compartir la gloria efímera del poder y algunos de sus excesos. Al tiempo.
Vaya paquete para Mauricio Guzmán Yáñez y el consejo del IEEG con la queja del PAN que pide no tomar en cuenta los registros de 45 planillas de Morena. Si a nivel federal, Morena y el presidente López Obrador se quejan del INE, ni modo que acá el PAN se tire al piso y grite “árbitro injusto”.
AURELIO Y PEDROZA: NUEVE AÑOS DESPUÉS DEL BARBARISMO
Si algo tiene en común, Aurelio Martínez Velázquez, actual delegado de Banobras y José Guadalupe Pedroza Cobián, damnificado por el bajón que le dieron a Marcelino Trejo, de la precandidatura morenista a alcalde es que ambos salieron distanciados con la exalcaldesa priista Bárbara Botello Santibáñez.
Y mire lo que son las cosas, hace nueve años, el destino colocaba al primero fuera del PRI leonés y al segundo como su relevo mientras, hoy, ‘Chachis’ acaba de ingresar a la burocracia federal mientras que el segundo acaba de recibir un golpe de realidad al diluirse la posibilidad de ir a una campaña.
Fue el mismo ‘Chachis’ quien renunció al tricolor después de que explotó en contra de la alcaldesa con licencia Bárbara Botello tras aquel regaño de antología que le recetó por haber osado reunirse con Ángel Córdova sin que fuese formalmente el candidato a la alcaldía por la coalición.
El regidor priista puso su renuncia sobre la mesa. En aquél momento no se la aceptaron.
Pero en política no hay casualidades y el “timing” para el relevo fue sugerente. Los delegados dieron posesión a José Pedroza Cobián justo después de los jaloneos por la integración de la planilla en donde Aurelio Martínez fue un activo impulsor para que no solo bajarán a Salvador Ramírez Argote de lugar sino que lo desaparecieran de la planilla.
La relación de ‘Chachis’ con Botello desde el momento que vino el regaño por su reunión con Córdova, se fracturó y no daba para más. Una muestra de la falta de tacto de Botello que tantos problemas le causó en su carrera política.
Llegó Pepe Pedroza a darle viabilidad a la relación entre el partido y la alcaldesa aunque a esas alturas poco podía hacer en realidad.
‘Chachis’ se fue del PRI, años después y si bien nunca ha militado en Morena, hoy es funcionario en Banobras y es un personaje cercano a los Prieto. Parece tener futuro en la 4T.
Caso distinto al de Pedroza a quien su apuesta se le acaba de cebar porque Marcelino no será candidato a alcalde y en el equipo de Ricardo Sheffield no tiene cabida. Quizá fue demasiado su arranque de distanciarse del PRI.
SÁNCHEZ CASTELLANOS, DIEGO SINHUE Y JUAN CARLOS MUÑOZ: LEALTADES Y FICHAJES EN APUROS
Cuántas cosas insinúa y revela al mismo tiempo el tuit que escribió José Arturo Sánchez Castellanos al criticar el acto celebrado el pasado jueves en el recién inaugurado Distrito León Mx. Un acto petit comité que incluyó un concierto con la cantante española Natalia Jiménez.
“¿Cómo se le ocurre a Feria de León, inaugurar un recinto popular con un evento privado y elitista, pagado con recursos públicos? La frivolidad e insensibilidad son los principales obstáculos para abatir la desigualdad”, cuestionó el exdirigente del Consejo Coordinador Empresarial.
Sánchez Castellanos es sin lugar a dudas el fichaje más sonado que ha hecho el PAN de cara al proceso electoral en marcha. Un fichaje que ha levantado pasiones en la política por el perfil crítico que asumió en su momento José Arturo en temas de seguridad hacia las administraciones municipal y estatal del PAN.
Y ya Sánchez Castellanos confesó en algún momento, ser “más dieguista que panista”. Pero por lo visto, ello no implica dejar de señalar lo que no le gusta. Sobre todo si involucra decisiones en las que el actor principal es Juan Carlos Muñoz Márquez, cuyo nombramiento como presidente del Patronato de la Feria siempre objetó abiertamente el entonces presidente del CCE leonés.
De manera concreta, Sánchez Castellanos, objetó que la Feria se pudiera usar como trampolín político para ser alcalde de León, sueño, que se decía, abrigaba Muñoz Márquez y que finalmente no se concretó.
No pudo impedir la llegada del llamado ‘Castor’ a este cargo porque este último tenía la bendición del gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo. Así es la política. Un gobernador panista puede tener la fascinación de cooptar liderazgos sociales pero también tiene debilidades o lealtades en su propio partido.
Felizmente, podemos mantener nuestras dudas sobre el alineamiento que no ha mostrado hasta ahora Sánchez Castellanos al PAN-Gobierno. No se calló su punto de vista sobre la realización de un evento que no parece ir en la línea trazada por las autoridades: que el distrito León Mx es un proyecto que simboliza el rescate de un espacio público para las mayorías. Es un evento que se realizó con pocos asistentes (transmitido en vivo y justificadas las restricciones por la pandemia) pero que no termina de embonar con ese concepto del distrito León Mx.
Volvamos al punto central de la reflexión. Sánchez Castellanos demuestra con ese tuit que no está dispuesto a callarse lo que piensa sobre las decisiones de la autoridad.
Y él forma parte del ala empresarial que cree que Juan Carlos Muñoz ha tenido y sigue teniendo consideraciones especiales del jefe del ejecutivo estatal. Muñoz Márquez se volvió a quedar con las ganas de ser alcalde leonés.
El gobernador Diego Sinhue ya sabe que tiene que lidiar con sus fichajes y sus lealtades. Avalar en cargos importantes a personajes antagónicos como Muñoz Márquez y Sánchez Castellanos, podría generarle más amarguras que alegrías. A él y a Alejandra Gutiérrez Campos, si gana la elección. Vamos viendo.
