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Precios que electrocutan

Opinión

Héctor Andrade Chacón - Sociedad y economía

A pesar de lo dicho por el presidente de la República, en las calles los precios de los energéticos han comenzado a aumentar y a afectar a las familias. Ya hemos sentido en nuestros bolsillos los golpes por el costo del gas de consumo doméstico y de las gasolinas, de las que el residente de Palacio Nacional sigue pensando cuestan lo mismo que en 2018; ahora, el golpe en abril llegará con la energía eléctrica: la Comisión Federal de Electricidad (CFE) aumentará tarifas.

Martín Mendoza, director de la subsidiaria CFE Suministrador de Servicios Básicos, dio a conocer que las tarifas eléctricas de los hogares mexicanos subirán a partir de abril hasta alcanzar un incremento de 3.3% anual. Además, las tarifas comerciales, industriales y de servicios crecieron 5.41% contemplando solo la generación y capacidad, si se incluyen otros componentes, como transmisión y distribución, el repunte fue de 3.4%. Se ha culpado del aumento del gas texano como base de estos aumentos; se señala que los sobrecostos han sido por 50 mil millones de pesos.

El gobierno, ante la carga de los sobrecostos y los grandes gastos que tiene en sus megaproyectos y caída recaudatoria propia de la crisis económica que vive el país, está impedido para subsidiar el costo de la energía eléctrica. Esto tendrá un impacto directo en los costos de bienes y servicios, amén de lo que se viene con sus acciones contra las inversiones privadas en el sector.

El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) ha realizado un análisis que plantea que la Comisión Federal de Electricidad tiene ante sí un escenario de elevación de sus costos operativos al eliminar a los productores independientes de energía en su esquema de proveedores. Ellos representan el 36% de la electricidad total que se genera en México.

En este sentido, se precisa que entre 2021 y 2024, la CFE tendría costos adicionales de entre 141 mil 600 millones de pesos y 382 mil 800 millones de pesos a precios del 2020. Es decir, sobrevendrá una presión enorme a sus finanzas y hay de dos sopas, o la subsidia el gobierno de México, con más deuda, o se transfieren los costos a la población, como se ha hecho por ahora con el aumento al gas que se emplea en sus termoeléctricas.

Todo apunta a que los meses por venir serán muy difíciles para los mexicanos por la forma en que se ha venido manejando la economía y en particular los recursos públicos por el gobierno federal, la repetición de un ciclo que ya vivieron generaciones pasadas, antes de la gran crisis de inicio de los ochenta.

Apunte usted el dato: Los precios de los productos agropecuarios de la canasta básica aumentaron, en promedio, 6.2% a tasa anual durante marzo, de acuerdo con un estudio realizado por el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas. Si ha ido a los supermercados lo habrá podido corroborar, lo alimentos se están yendo a las nubes. El aumento ha sido superior a la inflación general registrada, de 4.67%.

La lista de aumentos que presenta el estudio es de terror: la carne de pollo es la que voló literalmente, con 15.2% a tasa anual; detrás viene la leche pasteurizada (7.5%), carne de res (7.3), leche condensada (4.6), salchicha (3.5), jamón (2.8), carne de cerdo (2.5) y el tocino (1.4). La inflación ya está aquí y nos asfixia los bolsillos. Aunque no la quieran ver en Palacio Nacional.

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