REGISTROS PANISTAS EN PANDEMIA: ¿Y LA SANA DISTANCIA?

UNA INQUIETUD. Pregunta para las autoridades municipales de León en materia sanitaria ¿si les hubiera tocado supervisar el evento celebrado ayer en el búnker panista, lo hubiesen autorizado?

ÉL, NO. El diputado federal y médico Ector Jaime Ramírez Barba mostró algunas dudas.

DE SU RONCO PECHO. “Me gustó que todo el mundo trae cubrebocas y cubre nariz. Porque ahí la distancia en un espacio cerrado no importa tanto, lo que importa es la carga en el aire, si te fijaste mi primera maniobra después de tomarme la foto fue venirme para afuera. Si tú me dijeras: ¿oiga usted que hubiera pensado si se hubieran ido allá arriba al balcón a hacerlo? Hubiera estado mejor”.

REALIDAD. Con todo y las medidas de seguridad que tomó el comité estatal del PAN durante los registros de 9 candidatos a diputados federales justo en el momento más crítico de la pandemia en León, no todos se sintieron muy cómodos.

ESFUERZOS. Es cierto. Había gel antibacterial a la entrada, rocío de sanitizante, señalización de entradas y salidas aunque ya en el salón principal de registros no se respetó en lo general la sana distancia.

INSUFICIENTES. El propio Ramírez Barba observó que hubiese sido preferible hacer los registros en el balcón o en el exterior del comité. Una pequeña probadita de lo que tendrán que ser y lo que no tendrán que ser los eventos de campaña.

APRENDIZAJE. Está claro que la pandemia traerá consigo medidas inéditas que todos los partidos deberán seguir. Que sirvan esos eventos partidistas para que la autoridad electoral tome nota y defina los alcances de las restricciones.

DIEGO SINHUE Y LOS SIERVOS DE LA NACIÓN: EL CAMBIO DE OPINIÓN

QUE SI, QUE NO. El gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo cambio de opinión en cuatro días. El pasado jueves habló de la estrategia de vacunación del gobierno federal y sin pregunta de por medio, dijo que le parecía “entendible” que militares y siervos de la nación formaran parte de quienes serían vacunados.

RUDO. Ayer, Rodríguez Vallejo de plano dijo que “no se vale” que estos empleados federales formen parte de la población prioritaria y que el gobierno federal debía asegurarse primero de que el personal de salud que está en la primera línea de batalla e incluso el personal de limpieza de las cínicas debía estar también entre los primeros en ser vacunados.

UNA DUDA. El pasado jueves quizá el mandatario estatal no imaginó que la polémica iba a ser mayor. Pero no puede ser justificable desde ningún punto de vista que un médico o enfermera que está en la primera línea de batalla ceda su lugar a un burócrata que en el mejor de los casos, es la imagen del vigía de la legalidad y en el peor de la promoción del clientelismo. ¿Qué no se suponía que ya se había terminado la corrupción?

LA DEL ESTRIBO…

Dicen que todo lo mejor se queda en familia y eso parecen entenderlo muy bien en el naciente partido, Redes Sociales Progresistas porque su líder en Guanajuato, el profesor José Luis Zúñiga, ya decidió quien será la coordinadora de la campaña de Aurelio ‘Chachis’ Martínez Velázquez por la alcaldía de León: su hermana Esther.

Esther Zúñiga fue regidora del PRI en la administración de Bárbara Botello, es otra de las que decidió ya dar un paso al costado en el tricolor. Su hija, Norma López que fue regidora en la anterior administración, la primera de Héctor López Santillana no aceptó la invitación de su tío de ser candidata.

Ya antes le había dicho “no” al PRI. No se sumó al proyecto familiar, perdón, perdón, político del profesor.

A SEIS AÑOS DEL DESTAPE CORDOVISTA EN EL PRI

Eran tiempos bravos para el PRI guanajuatense, para Bárbara Botello y para el cambio supuestamente tranquilo que había ofrecido.

Era de hecho, el día más triste para el proyecto de continuidad. Angel Córdova era ungido como candidato de la alianza PRI y Verde y este último partido lanzaba una nueva estocada al tricolor en la formalización de coaliciones.

Ya lo había hecho en 2009 cuando rechazó ir con el PRI y Bárbara Botello porque no cumplieron su promesa de reparto en el armado de la planilla. Lo hizo en 2012 cuando condicionaron su suma a la coalición a que la candidata fuera Botello.

Y lo volvieron a hacer en 2015 cuando la víctima fue la entonces alcaldesa a quien le tiraron a su candidato favorito, Martín Ortiz para llevar al doctor, vía las gestiones en el CEN tricolor.

Frente a tal panorama y con los hechos consumados, al barbarismo solo quedaba el derecho de pataleo.

Aquella noche hace un sexenio en la movilización de priistas para atiborrar el salón del Hotel Hotsson, las huestes barbaristas de Palacio Municipal avasallaron por lo menos en las porras al resto de los asistentes.

Esto quedaba en evidencia cuando la entonces alcaldesa arengó a favor del exsecretario del Ayuntamiento Martín Ortiz a quien subieron de última hora al presídium y le dedicó 2 minutos de su discurso a pontificar su figura.

Fue cortés e institucional con Córdova a quien alguna vez juro, nunca apoyaría pero fue evidente la pretensión para desagraviar a su delfín y a dejar de qué lado masca la iguana en estos momentos.

Fue significativo que ese día asomaron la cabeza, algunos que se distanciaron del barbarismo como Amador Rodríguez y José Arturo Sánchez Castellanos más como una muestra de contraste con Botello que de respaldo al doctor Córdova.

Pero el exsecretario de Salud poco pudo hacer para sortear en la elección, la tormenta perfecta que acechó su aspiración.

No solo fue el desprestigio del gobierno barbarista sino la hostilidad del bloque gobernante a la campaña del doctor y, desde luego, las pugnas que para entonces, ahogaban al gobierno del mal llamado “cambio tranquilo”.

JUSTINO ARRIAGA: ¿HABRÁ REBELIÓN O APECHUGARÁ EL DEDAZO?

Vamos a ver cómo procesan el PAN y Román Cifuentes la rebelión que echó a andar ya el diputado federal, Justino Arriaga, quien, pese a estar consciente de que no es el elegido de los mandones en el PAN para reelegirse, no cederá fácilmente al dedazo a favor de Agustín Robles, exjefe del Distrito de Riego de Salamanca que, se dice, pretenden instrumentar los jerarcas azules.

Todavía no se le puede llamar en estricto sentido una rebelión pero sí puede ser una piedra en el zapato para la dirigencia panista, si no se concilian las posturas.

El pasado fin de semana se registró en el búnker nacional del PAN. Ayer estuvo en los registros de nueve candidatos a diputados federales azules, la mayoría de reelección.

Desde los altos mandos panistas bien pueden tomar una decisión a rajatabla, tope donde tope y sin ánimo de reparar ningún daño y entregar la candidatura a quien está en sus planes.

El diagnóstico que hoy hacen los líderes panistas es que nadie en su sano juicio que no sea beneficiario de un dedazo, se le va a ocurrir protestar, patalear y en un caso extremo, renunciar al PAN.

En la historia reciente, Ricardo Sheffield ha sido el único que se ha fajado para protestar una decisión cupular y terminó, como todos saben, en Morena.

Lo que ahora se sabe es que el exalcalde de Salamanca originalmente mostró su inconformidad cuando se decidió que no habría ninguna alianza con PRI y PRD en el estado a sabiendas de que el distrito 8 que él busca no iba a tener coalición.

Al final, se logró doblegar la convicción de quienes en el blanquiazul creían que podían ganar solos, todo el estado. Ahora que se conoce que sí habrá alianza PRIAN-PRD, los jerarcas azules parecen optar por un externo.

Desde luego que el exalcalde salmantino está dando la batalla y tiene recursos legales a su alcance si no lo beneficia el dedazo para lograr ganar una eventual impugnación dentro del PAN y de la alianza.

Tiene derechos adquiridos y ya sabe que puede hacer ruido. El problema es si quiere abrir un frente de conflicto con el PAN y si los jerarcas del blanquiazul quieren evitar su postulación a costa de lo que sea.

Ese distrito lo gana con unos cuantos votos, Justino Arriaga en 2018. Hoy el PAN, no gobierna ni en Juventino Rosas, ni en Villagrán ni en Salamanca.

No será una decisión sencilla. El PAN puede presumir que no cederá a chantajes. Ya le ha pasado en otros momentos que por el autoritarismo y la soberbia en las decisiones, pierden plazas o distritos. Vamos a ver cómo resuelven ese entuerto.