Voltear la vista a los nuestros
El planteamiento realizado por el sector zapatero ante el gobierno del estado para lograr una prórroga en el cumplimiento de sus pagos de los créditos emergentes obtenidos en 2020 de Fondos Guanajuato, porque la industria del calzado sigue sufriendo los efectos de la crisis económica que provocó la pandemia de Covid-19, es una muestra clara de que a pesar del crecimiento observado en la macroeconomía estatal, en realidad la recuperación es dispar entre los diferentes sectores productivos.
Alejandro Gómez Tamez, presidente de la Cámara de la Industria del Calzado del Estado de Guanajuato, ha referido que las empresas no están en condiciones de realizar sus pagos a Fondos Guanajuato como se estipuló en la contratación de los créditos, sin embargo, esto no significa que esto pagos no se vayan a ejecutar, por el contrario, se está solicitando el apoyo del gobierno del estado para que se extiendan los periodos de cumplimiento en lo que el sector obtiene mayores ingresos.
El respaldo de los adeudos está en las garantías hipotecarias que se hicieron al momento de su adquisición. Gómez Tamez es claro, gobierno del estado no perderá su dinero en el último de los casos.
Sin duda lo mejor para la autoridad gubernamental es no tomar el papel del banquero malo, que ahoga al cliente al grado de quedarse con sus bienes. Del funcionamiento de las empresas depende también la recuperación de los empleos. No se trata de dejar que la morosidad sea la marca en esta relación, sino que haya la flexibilidad necesaria para que se recuperen las empresas y recuperen el empleo, objetivo final del programa de créditos que lanzó el gobernador Diego Sinhue Rodríguez en 2020.
La reactivación de actividades escolares en algunas partes del país, a partir de que ha ido disminuyendo el nivel de contagios de Covid-19, ha dado pie a que diversas empresas hayan comenzado a solicitar calzado infantil y juvenil, uno de los rubros que resultan esenciales a los zapateros, amén de que el comportamiento económico es diferente este año al obtenido con el confinamiento de 2020. Es decir, mejoran las condiciones de producción y comercialización respecto a la debacle del año pasado, pero aun así estamos muy lejos de lo logrado en 2019.
En la última semana han comenzado a darse a conocer datos del comportamiento económico en el último trimestre de 2020, por parte del INEGI. Guanajuato tuvo un crecimiento en el Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal (ITAEE) para el lapso octubre-diciembre de 2020 de 2.4% superior al del trimestre previo (julio-septiembre 2020), aunque menor en -1.3% al de su similar de 2019.
En el análisis de los datos del comportamiento entre las entidades resulta interesante lo que marca el análisis del BBVA ‘Situación Regional Sectorial México Primer Semestre 2021’, que señala que la recuperación de las actividades productivas ha mostrado dinámicas sectoriales muy diversas, “tanto en el punto más bajo del desempeño durante 2020, como en la velocidad de rebote hacia niveles más cercanos a los que se tenían previamente a la crisis sanitaria por Covid-19”.
Además cita que en un escenario de incertidumbre sanitaria, bajo las expectativas que apareja la vacunación, los datos de 2020 “definen una crisis profunda, pero es durante los años de recuperación cuándo podremos evaluar el impacto de la misma en las relaciones estructurales en México y en el mundo. Los diferentes sectores presentarán un cambio en sus relaciones estructurales y variables de consumo intermedio a muy diferente escala. Dichos cambios, a su vez, se traducirán en desempeños regionales muy diversos y desiguales entre entidades federativas”.
Más allá de los números, en el caso guanajuatense, mucho de su crecimiento viene de la fuerza del sector automotriz y sus exportaciones, pero hay sectores económicos, como el zapatero, de los cuales dependen miles y miles de personas, que no tienen las condiciones a favor y es necesario apoyarles o estar con ellos. Porque es estar con nosotros mismos. No podemos caer en la trampa de los macrodatos.c