Otro elemento: la extraña causa de muerte en el estado
Damián Godoy
Estado.- ¿Qué ocurre en Guanajuato para que en once meses fallezcan mil 185 personas de forma accidental, sin que se trate de hechos de tránsito? Tampoco fueron muertes derivadas de balazos, ni consecuencia de una herida con arma blanca.
Lo que arrojan las cifras oficiales es inaudito: entre enero y noviembre de 2020, Guanajuato reportó mil 185 homicidios culposos –asesinatos en los que no hubo intención de matar al otro—, que fueron clasificados como perpetrados con ‘otro elemento’.
Una cifra tan elevada, la más alta del país, que da pie a un sinfín de preguntas e hipótesis espontáneas, pero no aproxima respuestas: en promedio, 3.5 víctimas al día de las que sólo se sabe que no murieron en un percance de tránsito, ni a balazos ni acuchilladas.
¿Son casos de negligencia médica? ¿Se ahogaron o se intoxicaron por culpa de un tercero? ¿Cómo se explica que aquí mueran tantos por ‘otro elemento’?
Oaxaca, el segundo con más muertes accidentales de este tipo, sumó sólo 324 casos, una diferencia abismal si se compara con Guanajuato, que por sí solo acaparó el 42% de las 2 mil 791 muertes que se clasificaron así a nivel nacional.
La operación maquillaje
Y entonces, ¿qué sucede en Guanajuato para que tantas personas fallezcan de esa manera, y por qué no pasa lo mismo en otras entidades del país?
Para David Saucedo Torres, consultor y asesor en materia de seguridad, la respuesta es evidente: “Se trata de una operación de maquillaje de cifras, de clasificar los homicidios dolosos como culposos para disminuir los indicadores de violencia en Guanajuato”.
Aclaró que Guanajuato no es el único que incurre en esta práctica, pues también lo hacía el gobierno de Miguel Ángel Mancera en la CDMX, con el objeto de reducir las cifras sobre el comportamiento delictivo.
Recordó que fue en 2016 cuando la Fiscalía General del Estado comenzó a manipular los datos, cuando la guerra entre cárteles dejó cifras “fantasmagóricas y tétricas” por el número de asesinatos en la entidad.
“Es un manipuleo de cifras muy evidente y que al momento de contrastar estos datos resulta increíble”, señaló.
Luego vino el argumento insostenible, de que Guanajuato era el primer lugar en homicidios culposos por la gran cantidad de accidentes de tránsito que ocurrían en su territorio. “Salieron con estas versiones florentinas con eso de las carreteras, que era por tantos accidentes cuando lo cierto es que no es así. Es imposible que Guanajuato tenga este tipo de cifras, cuando hay estados con más carreteras y mayor flujo de vehículos”.
David Saucedo exhibió que al final, el maquillaje no logró su objetivo ya que Guanajuato sigue en primer lugar en los indicadores de homicidios dolosos y culposos.
“Y además de la cifra de muertos, tendríamos que considerar que existe un subregistro de todos los cadáveres que han hallado en las narcofosas y que no se están incorporando, porque los tienen en stand by. Tendría que hacerse un recálculo, y en segundo término hacer una revisión de cada una de las carpetas, para poder alcanzar una clasificación más objetiva”, concluyó el especialista.
No obstante, sí existen
Cabe aclarar sí se han documentado muertes accidentales que no se relacionan con hechos de tránsito, balazos ni otras armas: basta recordar los cinco trabajadores del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León que murieron en el módulo de desbaste de una planta de tratamiento de aguas residuales, el 13 de noviembre, al parecer en un accidente de trabajo.
O los dos hombres a los que les cayó un alud de tierra cuando rehabilitaban el drenaje sanitario en la avenida Guanajuato, el 28 de diciembre en Irapuato. Sin embargo, al hacer una recapitulación de incidentes similares durante 2020, sólo alcanzan a sumar una treintena víctimas fallecidas en ese tipo de circunstancias; nada comparado con los mil 185 muertos que reporta la Fiscalía General del Estado.