Día mundial contra el Trabajo Infantil: Más de 160 millones de niños son víctimas
En el marco del Día mundial contra el Trabajo Infantil, la ONG ha advertido que más de 160 millones de niños y niñas de entre 5 y 17 años en el mundo son víctimas
Ciudad de México, México.- Con motivo del Día Mundial contra el Trabajo Infantil, el cual se conmemora este lunes 12 de junio bajo el lema 'Justicia social para todos. Poner fin al trabajo infantil', la ONG ha advertido que más de 160 millones de niños y niñas de entre 5 y 17 años en el mundo son víctimas del trabajo infantil.
Asimismo, existe un número desconocido de niños que sufren las peores formas de trabajo infantil. Estas se encuentran definidas en el Convenio número 182 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), tales como la trata, la esclavitud o los niños y niñas en conflictos armados.
Asia, África y el Pacífico, las regiones más graves
De acuerdo con la UNICEF, Asia, África y el Pacífico son las regiones más graves, alcanzando juntas la cifra de casi 9 de cada 10 niños en situación de trabajo infantil en todo el mundo. Cabe mencionar que, el 70% ocurre en la agricultura, dándose más frecuencia en los niños, aunque las niñas están en una situación de invisibilidad realizando trabajo doméstico.
"Es muy importante que haya una acción conjunta de los gobiernos, de los organismos internacionales, de la sociedad civil, de tomar conciencia, de las empresas, que tienen un rol clave en la defensa de los derechos de la infancia, y que, entre todos, abordemos efectivamente el trabajo infantil y protejamos los derechos de las niñas y los niños", advirtió Rocío Vicente, especialista en programas de cooperación, acción humanitaria y alianzas de UNICEF España.
Desde los teléfonos móviles hasta el café, en Save The Children advierten del alto riesgo para la infancia en las cadenas mundiales de suministro.
De acuerdo a un informe de la organización elaborado junto a The Centre for Child Rights and Business (Centro para los Derechos de la Infancia y la Empresa), donde se han analizado las industrias manufacturera, agrícola y minera en ocho países (Brasil, Etiopía, India, Indonesia, la República Democrática del Congo, Sri Lanka, Turquía y Vietnam), se desprende que, en la mitad de ellas, ocho de las diez evaluaciones restantes mostraban "un riesgo muy alto" de trabajo infantil. Esto a pesar de que las empresas habían adoptado un planteamiento de tolerancia cero, siendo encontrados los peores casos en la minería, especialmente en la artesanal y a pequeña escala.
"La ropa que llevamos, los teléfonos móviles que utilizamos y los alimentos que comemos pueden haberse producido a expensas de niños y niñas. Esta idea debería preocuparnos a todos", puntualizó Anne Reiner, responsable de Cadenas de Suministro Sostenibles de Save the Children en Alemania y responsable del informe.
La ONG también advierte que la insuficiencia de ingresos familiares y los elevados costes de la educación aumentan el riesgo de trabajo infantil en todos los sectores.
"Empecé a trabajar aquí cuando tenía 13 años. Trabajo unas nueve horas al día, en épocas de mucho trabajo incluso 13 horas", cuenta un joven de 17 años empleado en un negocio familiar.
ONG Educo: La mejor forma de acabar con el trabajo infantil es la educación
Un tercio de los niños y niñas que trabajan no van a la escuela, además de que los menores de edad realizan trabajos peligrosos, ya que trabajan en minas y fábricas, sin cumplir con las mínimas condiciones de seguridad, advirtió la ONG Educo.
"Cuando un niño o niña va a la escuela adquiere conocimientos y habilidades que le abrirán las puertas a un mundo de oportunidades", afirma Laurence Cambianica, especialista de Educo en protección de la infancia. Debido a esto, la organización considera que la mejor forma de acabar con el trabajo infantil es la educación.
El caso de Kabir es muestra de ello, donde a los 12 años ha podido volver a la escuela en Pune (India). "Me he dado cuenta de que, si empiezas a trabajar y dejas la escuela, tienes que hacerlo el resto de tu vida. Pero si vuelves a estudiar, puedes tener una vida mejor", señaló.
Otro ejemplo es la historia de Ripon, donde compagina la escuela con su trabajo en un taller de reparación de automóviles, así como la de Mohim de 9 años, quien trabaja en la cría de camarones y cangrejos 10 horas al día bajo el sol, transportando cargas pesadas y expuesto al uso de pesticidas. Él tuvo que abandonar las clases debido a la enfermedad de sus padres quienes no podían ganarse el sustento, pero ha podido regresar al colegio.
"Debe establecerse por ley que la edad mínima para trabajar debe coincidir con la edad en la que se termina la educación obligatoria, siempre que no sea inferior a los 14 años", así como "erradicarse cualquier trabajo que impida o interfiera en la adecuada escolarización" de la infancia, comentó ONG Educo.
La organización también ha apelado a la responsabilidad de los partidos políticos en España, por lo que les ha solicitado incluir, dentro de sus propuestas electorales, la aprobación de la Ley de Debida Diligencia en derechos humanos y medioambientales en España. Esto con la finalidad de asegurar que las empresas españolas en terceros países adquieran una obligación formal de respetar los derechos de la infancia. Cabe mencionar que, países como Francia, Países Bajos o Suiza ya tienen una legislación de esta índole.
Mientras que, en Misiones Salesianas han puesto en marcha la campaña Infancias robadas, "para poder recuperar las actividades que los niños y niñas no deberían haber perdido por culpa del trabajo y la explotación".
Testimonios de niños trabajadores recolectados por la ONG
Shindar de 11 años, trabajaba en una fábrica de ladrillos en el sur de India por una deuda familiar, casos como este son recolectados por la ONG.
"Vivía en la fábrica y sólo descansaba medio día a la semana. No iba a la escuela, apenas me daban de comer y tenía una pequeña manta en un rincón para los pequeños descansos. Gracias a los misioneros salesianos he vuelto al colegio y tengo amigos", cuenta.
Otro caso es el de Elda, quien trabaja desde muy pequeña vendiendo empanadas con su madre en una avenida de la ciudad de Santa Cruz (Bolivia). "Me levantaba muy pronto para ayudarla y regresaba a casa muy tarde. Los misioneros salesianos hablaron conmigo y empecé a ir al colegio. Estoy en cursos de nivelación escolar y me gusta mucho aprender", relata.
Los misioneros salesianos luchan en más de 70 países contra el trabajo infantil, esto a través de programas que salen al encuentro de estos jóvenes para acogerlos, ayudarlos, acompañarlos, ofrecerles educación y reintegrarlos con sus familias. "Tratamos de prepararlos para la vida, para sean menores de nuevo y dejen de ser adultos a destiempo", explicó James Manzano, responsable de la Granja Escuela de Ambato (Ecuador).
*Con información de Europa Express
MM