Ciberseguridad, un tema pendiente

Podemos rastrear el origen y la revolución de las redes desde finales de la década de los 60’s del siglo pasado, evolucionando desde entonces el acceso a la información y las comunicaciones, dando paso a las Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TIC), trayendo consigo un desarrollo exponencial en la forma en que interactuamos actualmente, aunque a la vez, generando la consecución, desarrollo e incremento, de toda una serie de actividades delictivas, a las cuales se les ha conferido la connotación de ciberdelitos, mismos que deben ser sujetos de tipificaciones penales en distintos ordenamientos jurídicos, tanto de carácter nacional como internacional.  El desarrollo y la dependencia que en el ámbito de la tecnología se encuentra inmerso el ser humano, en prácticamente todos sus ámbitos, supone un reto en términos de resguardo a nuestra seguridad en el ciberespacio como consecuencia del uso malicioso del mismo.

De acuerdo con la ONU, se produce un ciberataque en el mundo cada 39 segundos, afectando con ello a pequeñas y grandes empresas, corporaciones, instituciones gubernamentales, organismos públicos, etc., siendo los más comunes aquellos cometidos por medio de software malicioso o malware (virus, ransomware, etc.) y phishing (56%), así como la suplantación de identidad (47%). Es decir, prácticamente todos podemos ser objeto de ellos. El National Security Index coloca a México en el número 91 de 176 países, con un índice de seguridad cibernética de 37.66 puntos sobre 100.

La Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH), arroja que en nuestro país existen 78.6% usuarios de internet, de los cuales 79.2% se conectó a través de telefonía celular (smartphones), 37.0% a través de una computadora, 23.4% a través de un televisor (SmartTV), 17.8% a través de una Tablet y un 8.4% a través de una consola de videojuegos, lo que representa 75.6% de la población total del país, de seis años o más, usuarias de algún tipo de Tecnología de la Información y Comunicaciones. Aunado a ello, los mexicanos pasamos hasta 8 horas al día en internet, teniendo en promedio cada uno cinco redes sociales, de las cuales Facebook lidera con el 98% de los usuarios, WhatsApp el 91% y YouTube el 82%, hecho que las ha convertido en las principales fuentes de información, ascendiendo el costo anual, por la comisión de ciberdelitos en nuestro país, de 3,000 a 5,000 millones de dólares. 

En nuestro país, ante el aumento de conductas delictivas, derivadas de ataques informáticos y el   incremento de los riesgos, amenazas y vulnerabilidades por medio del uso sofisticado de las TIC, se implementa en 2017 la Estrategia Nacional de Ciberseguridad (ENCS), como acciones entre el gobierno, la sociedad civil, organizaciones privadas, comunidad académica, comunidad técnica e instituciones públicas, en los diferentes poderes y órganos de gobierno, misma que nunca entró plenamente en operación, siendo la Estrategia Digital Nacional (EDN) 2021-2024, durante la presente administración, el conjunto de acciones que el Gobierno de México lleva a cabo para promover el uso y desarrollo de  las TIC y conectividad a Internet.

No obstante lo anterior, en México no se cuenta con una legislación específica en el tema de ciberseguridad a pesar de que el Congreso de la Unión recientemente aprobara la Ley Federal de Ciberseguridad, impulsada por integrantes del partido Verde, misma que no se ha publicado hasta el momento en el Diario Oficial de la Federación, siendo el Código Penal Federal, la Ley de Instituciones de Crédito y la Ley Olimpia, a través de reformas en materia legislativa, en particular la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, quienes disponen de una serie de ordenamientos legales en la materia, mientras que en el ámbito local, las entidades federativas han presentado avances significativos, siendo los casos más relevantes en la materia Tamaulipas, Nuevo León y Aguascalientes, al haber incorporado recientemente ordenamientos y disposiciones relativas a conductas ilícitas en materia de ciberdelitos.  

Dado que el 78.6% de la población total en México es usuaria de internet, resulta indispensable cerrar brechas en el entorno cibernético. Fenómenos como la violencia digital, llevada a cabo mediante el uso de las TIC a través de medios digitales, particularmente en contra del sexo femenino, como una nueva forma de violencia cibernética (ciberacoso, cyberbullying, entre otros), es causante de daños a la dignidad, la integridad y/o seguridad en la vida de los ciudadanos.

Nuestro país debe tener como prioridad la implementación de una Estrategia Nacional de Ciberseguridad multidimensional que considere factores económicos, sociales, educativos y de interacción social en el ámbito privado, público y gubernamental, manteniendo, para tal fin, un diálogo permanente entre los sectores académico, social, privado y gubernamental, como partícipes activos para el diseño e implementación de la referida estrategia, cuidando en todo momento el respeto a los Derechos Humanos como base de esta política pública, revistiéndola a la vez de principios de certeza, objetividad, universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad.

Sin duda un tema pendiente, seguiremos insistiendo.

@ottorenecaceres

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