Celaya: “Pagan” un poco de lo que “deben a San Juditas” alimentando peregrinos
Luz Zárate
Celaya.- El señor Juan Hernández Aguilar vive en Querétaro y este jueves acudió acompañado de su esposa, hijos, familiares y trabajadores a regalar aguas y tortas a los peregrinos y devotos a San Judas Tadeo que acudieron a la ermita de la comunidad La Concepción a visitar al patrono de las causas difíciles.
Juan contó que “San Juditas” le ha hecho varios favores y siempre lo cuida a él y su familia, pero en junio del año pasado le hizo el mayor milagro: salvarlo de la Covid-19 pues estuvo muy grave y a punto de ser intubado, pero una noche antes de este procedimiento se encomendó a San Judas Tadeo y le pidió de corazón que lo salvara, al otro día despertó con bastante mejoría y ya no fue sometido el procedimiento, por el contrario se sanó.
Es por ello que acude a regalar aguas y tortas a manera de agradecimiento por los favores recibidos, además que recalcó es importante ser agradecido y compartir con los demás algo de lo que la vida nos brinda.
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“Hay veces que nos va bien y pues regalamos agüitas y ayudamos a la gente. Venimos para agradecer que San Juditas nos ha ayudado mucho, nos socorre, cuida a mi familia, a mis amigos”, platicó.
Desde hace tres años acude a la Concepción a regalar comida y aguas, pues anteriormente acudía caminando pero por ahora no lo puede realizar y agradece compartiendo un poco de lo que tiene.
También Florencio y Jesús Pérez, acudieron a la Concepción con la intención de agradecer al Santo de las causas difíciles y a quien visitan cada año cuando es su fiesta.
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“Sí es bien milagroso, nosotros tenemos toda la vida viniendo porque nos ayuda mucho, nos venimos caminando desde Celaya, sí está un poco retirado pero eso no se compara con lo mucho que nos cuida, protege y bendice”, afirmó Florencio Pérez.
David Ramírez tiene 10 años y caminó este jueves desde la colonia Ejidal en Celaya hasta la ermita de San Juditas, para llevar a bendecir al santito que los ha protegido siempre. Aunque pequeño en edad, contó que es toda una tradición familiar encomendarse al patrono de las causas difíciles.
“Nos venimos caminando, sí me cansé pero había que traer a San Juditas porque nos ha hecho muchos milagros, cada año venimos toda la familia a agradecerle y rezarle”, platicó.
LC
