Con campanadas y clamor por justicia, despiden a Pepe, Richie y Carmelita
Amigos, familiares y conocidos asistieron a la misa y pidieron justicia por sus muertes, mientras las campanas de varios templos repicaron en su memoria
Roberto Lira
Celaya.- Las campanas del Templo de San Francisco doblaron una vez más, para despedir para unos de los suyos, Don Pepe y Ricardo que no estarán más en esa torre para darles vida, y por Doña Carmelita, quien desde unas cuadras las escuchó cada vez que su esposo y su hijo las hicieron sonar.
La violencia les quitó la vida, pero por sus acciones acumularon el cariño de mucha gente que pide justicia por ellos, y que este jueves se reunió en el templo de San Francisco para decirles adiós a los dos campaneros.
Minutos antes de las 2 de la tarde, las mismas campanas, aquellas que Don Pepe y Richie manejaron por muchos años iniciaron a doblar, mientras eran acompañados por las Campanas de Catedral, Tercera Orden, el Carmen y demás templos cercanos al centro de la ciudad; al llegar las carrozas que llevaban en su interior los cuerpos de quienes despedían.
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Para ese momento, en la explanada de San Francisco, cientos de personas acudieron a la misa de Doña Carmelita, Don Pepe y Richie. Familia, amigos, compañeros campaneros y de danza estuvieron presentes para el último adiós, un adiós más que doloroso por su partida, debido a la manera en que sucedió. A estos, se les recuerda como gente amable, de trabajo y sobre todo buenas personas.
La gran parte de sus compañeros en el grupo de campaneros, se enfocaron en el luto y en el momento solemne, por lo que no dieron más declaraciones sobre el fallecimiento de sus amigos. Algunos,exigieron justicia por la familia, recordando que eran personas dedicadas al comercio. Doña Carmelita realizaba natillas y buñuelos que vendía junto con su esposo, Don Pepe quien era jubilado de la Universidad de Guanajuato y su hijo, Richie era intendente de dicha institución.
“Ellos no eran gente mala, nada más porque ven que fueron asesinados la gente piensa que eran gente mala y no es así, pudiera ser algunos comentarios que piensan que andaban en malos pasos, pero estos ingratos se equivocaron de lugar no era el lugar, ellos (los fallecidos) estaban realizando su trabajo artesanal cuando llegaron”, mencionó uno de los dolientes.
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