Pandemia también dejó abandonados a los seminarios de la Diócesis de Celaya

Las causas parecen ser distintas por la que los seminarios de la Diócesis de Celaya quedaron solos, desde la muerte hasta el desanimo

Daniel Moreno
Celaya.- Así como pasó en el sistema educativo, también en los seminarios de la Diócesis de Celaya muchos estudiantes abandonaron su formación durante la pandemia.

El Obispo de la Diócesis de Celaya, Víctor Alejandro Aguilar Ledesma, afirmó que durante la pandemia muchos de los seminaristas fueron enviados a su casa para llevar sus clases de manera virtual. Pero cuando se autorizó regresar a las aulas varios de ellos ya no se presentaron en la ciudad.

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Las causas parecen ser distintas por la que los seminarios de la Diócesis de Celaya quedaron solos. En algunos casos murió algún familiar, en otros hubo desanimo, falta de dinero o simplemente no les intereso seguir en esta vocación.

Si bien no es alarmante, sí es un asunto para poner atención. Así lo dijo Aguilar Ledesma. Esto ya que la iglesia católica debe seguir trabajando en formar a más sacerdotes que pueden atender a los ciudadanos resaltando la cuna de toda vocación es la familia y por allí habrá que empezar.

“Después de la pandemia muchos seminaristas que estuvieron en casa confinados llevando su formación virtual muchos se desanimaron. La situación los deprimió otros su situación económica, ahora que regresaron al seminario de manera presencial pues ya no regresaron todos”, señaló.

Hay déficit de sacerdotes

Aportando algunos números Víctor Alejandro Aguilar expresó que se calcula en México existe un promedio un sacerdote por cada 10 mil habitantes. Al menos se requeriría de tener el doble para que un sacerdote atendiera unos 5 mil fieles.

Es por eso que a los padres se les ve atareados realizando misas, aplicando sacramentos, atendiendo tres o cuatro templos en diferentes lugares u dando bendiciones y otras actividades relacionadas a su trabajo.

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Otro problema actualmente es que en la cultura de estos tiempos y la influencia del internet los jóvenes se han enseñado a pedir, a exigir, reclamar a que alguien les haga el trabajo. Así lo señaló el Obispo.