En 10 años, la COVID se transformará en un resfriado
Redacción
Mundo.- En el mundo ya han muerto millones de personas a causa de la COVID-19, un virus que salió hace un año de Asia a todos los continentes del mundo.
El SARS-CoV-2 es conocido por ser particularmente agresivo con la actividad pulmonar de todo aquel que lo contrae a través de la saliva, y para evitar contagios, autoridades de cada país han pedido/exigido a los ciudadanos el uso del cubrebocas y evitar salir si no es necesario.
A un año, también, por fortuna, se han desarrollado varias vacunas que son prometedoras contra este virus, que si bien no evitará el contagio, sí aminorará la agresividad.
De acuerdo a un artículo publicado por El País, cuando la mayoría de la población esté vacunada, el patógeno comenzará a atenuarse “y producirá una infección asintomática para los adultos y solo un leve catarro en niños”, de acuerdo a Science.
¿En qué basan esta afirmación? Los autores de este estudio lo hicieron a través de un modelo matemático que reproduce la propagación del virus. Además de ser respaldados por especialistas en evolución viral e inmunología.
“Nuestro modelo sugiere que esta transformación tardará entre uno y 10 años”, explicó Jennie Lavine, investigadora de la Universidad de Emory en Estados Unidos y primera autora del estudio.
Sin embargo, todo dependerá de la rapidez con la que se propague el virus y sobre todo de la velocidad con la que se lleve a cabo la vacunación en cada país.
Pero también influye el tiempo de inmunidad a la covid grave después de haber enfermado o después de haber sido vacunado, pues lo ideal sería que sea duradera, pero que la transmisión sea más corta.
¿Cuántas dosis se necesitarán para crear los anticuerpos y tener un sistema inmunológico ‘preparado’ para la COVID?
Todo esto marcará el paso de un virus pandémico a otro endémico, es decir, el SARS-CoV-2 llegó para quedarse e incluso podría causar brotes nuevos pero sin mucha virulencia.
Variantes de la COVID
Hace poco se supo que en Reino Unido se había detectado una nueva variante más contagiosa, lo que los científicos han considerado que puede mejorar las cosas, pues si no es letal, bajará la mortalidad y reforzaría la inmunidad de la gente, pues una infección asintomática fortalecería las defensas.
Pero todo esto se derrumbaría si la variante resulta ser mucho más agresiva que las existentes, sería mortal para todos aquellos que no estén vacunados.
Aunque para Lavine, esto es poco probable, basándose en los cuatro coronavirus del catarro, no hay evidencias que eso pueda pasar.
DM
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