Celebran feligreses de Guanajuato a la Virgen del Carmen
El altar en honor a la Virgen del Carmen. Foto: Francisco García.
Guanajuato, Guanajato Los feligreses del Templo de la Compañía de Jesús de San Felipe Neri se reunieron desde las primeras horas de la mañana para celebrar a la Virgen del Carmen, cariñosamente conocida como "Carmelita". La festividad comenzó puntualmente a las 6:00 a.m. con las tradicionales mañanitas, entonadas con devoción y fervor por los asistentes.
En punto de las 9:00 a.m., el Padre David Diosdado ofició misa en honor a la Virgen, quien se encontraba expuesta en el Altar Principal, rodeada con arreglos de flores que enaltecían la imagen. Durante su homilía, el Padre Diosdado narró la historia y la tradición de la Virgen del Carmen, destacando su importancia para la comunidad.
Durante el sermón fue cuando el Padre Diosdado compartió una antigua leyenda local que descubrió en un libro durante su seminario en Michoacán. La leyenda habla de "el periquito", un niño que vendía chicles dulces en las calles de Guanajuato.
Según la historia, el 16 de julio, "el periquito" visitó el Templo de la Compañía de Jesús, atraído por la figura de la Virgen del Carmen. El niño, lleno de fe, se puso a rezar, pero al regresar a su casa, se dio cuenta de que había olvidado su mercancía en la iglesia. Su madre, enfadada, lo reprendió. Esa noche, la Virgen del Carmen se apareció en sueños a la madre del niño y le advirtió que no debía golpearlo, bajo amenaza de llevárselo si continuaba maltratándolo. Al despertar, la madre, arrepentida, llevó a su hijo de vuelta al templo para pedir perdón. Allí, encontraron la caja de chicles intacta, un acto que consideraron un milagro de la Virgen.
Esta historia, transmitida de generación en generación, resalta el mensaje de compasión y protección de la Virgen del Carmen hacia los más inocentes.
Al final de la misa los feligreses acudieron a los pies de el altar principal para bendecir sus imágenes y escapularios, el padre colocó a personas, en su mayoría mujeres de la tercera edad, este último.
De igual forma en el Templo de San Diego miembros de las Carmelitas descalzas hicieron veneración a su patrona la mañana de este martes con la participación de la Orden Seglar de los Carmelitas Descalzos.
Virginia Vázquez Pérez, presidenta de la Orden Seglar, compartió: "En 1941, el padre Luis Barrón pidió permiso para establecer aquí la tercera orden del Carmen. Desde entonces, hemos mantenido viva esta tradición gracias a la familia Bilbao y la devoción de nuestros miembros.
”La Representante de Orden Carmelitas Descalzas de aquí del templo de San Diego sigue un riguroso proceso de formación y consagración, el escapulario de la Virgen del Carmen es un signo de devoción mariana. La vida carmelita se centra en la oración y la contemplación, pidiendo por toda la gente del mundo", explicó.
Por su parte, Dolores Álvarez, de 84 años, ha dedicado 44 años a la devoción carmelita en la Cuesta China de Los Ángeles. Su hijo, Francisco, recuerda cómo una vecina la introdujo a esta práctica cuando él tenía apenas 7 años. Cada sábado, Dolores participaba en los rezos a la liturgia de las horas y el rosario en el templo expiatorio, culminando con la bendición del Santísimo. Además, la familia celebraba con fervor a la Virgen del Carmen, fortaleciendo su fe y comunidad.
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