Desde la calle hasta el corazón: Ezequiel Ojeda y su canto que une a la gente en Guanajuato
Guanajuato, Guanajuato.- El tenor de Sopeña es Ezequiel Ojeda, un músico entrenado y concertista que usa el canto callejero para tener una verdadera cercanía con la gente. Aseguró que este contacto no se logra en un escenario formal y que las personas que se detienen a verlo, es porque logran una conexión espiritual que es experimentada por ambas partes.
Ezequiel lleva el canto lírico para la gente, los fines de semana durante el día en la calle de Sopeña.
“Uno lo hace con el afán de exhibir lo que hace y compartir la música, pero en términos generales me va bien”, compartió el músico.
Aunque es concertista y se presenta en diferentes escenarios de la república, mientras no tiene conciertos, está cantando en la calle, “en parte también para la gente me conozca. Quizá si ven mi foto en el cartel de un concierto, van a saber que soy el tenor de Sopeña”.
Reveló que presentarse en un escenario formal como un teatro o un foro, la diferencia con hacerlo en la calle, es abismal.
“Aquí tú puedes sentir la percepción de la gente, conectar con las personas, percibir las emociones de las personas. En un teatro hay una barrera de cinco metros entre el cantante y las personas. Cuando termina el espectáculo, la gente sale y se va a su casa. Muchas veces la gente aplaude hasta por compromiso, pero donde realmente te das cuenta de lo que ocasiona su trabajo, si gusta o no gusta a las personas, es haciendo esto”, compartió.
Abundó que en el teatro no te enteras de lo que está sintiendo la gente, “aquí (en la calle) hay una conexión directa con la gente, veo sus caras, cómo se sonrojan o se ponen alegres. Desde los pequeñitos de dos años que me ven y luego jalan a los papás”.
Dijo que, cantando en la calle, se topa con gente de todo tipo, desde personas a las que les gusta la música mexicana, el regueton, el hip hop, “hay de todo y cuando logras conectar con esas personas, ya es un punto muy positivo. De alguna manera uno recibe de qué es lo que quiere escuchar la gente”.
Insistió en que, en un escenario formal, también hace su trabajo con amor. “Aquí en la calle hay personas que pasan de largo, pero hay otras que se quedan unos momentos y hasta lloran; cuando me dan un alago o me sonríen, eso alimenta mi espíritu más allá de lo que uno se puede ganar”.
Con 21 años dedicado al canto, Ezequiel Ojeda recordó que canta desde niño y que se ha ido preparando para volverse profesional.
Actualmente, tiene dos hijos, un adolescente y una niña pequeña, quien ya canta. Originario de Guadalajara, se ha avecindado en la capital de Guanajuato y al menos tres veces a la semana es visto en la calle de Sopeña, junto a una pequeña bocina con la que se ayuda para las pistas y envuelve toda la calle con la potencia de su voz.
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