Paula, mujer desamparada por rector de la UG, lucha por recuperar su trabajo
Guanajuato, Guanajuato.- Paula, la empleada de la Universidad de Guanajuato quien denunció un despido injustificado y que fue ignorada por el rector Luis Felipe Guerrero Agripino al solicitarle atención médica por su embarazo, se ha enfrentado a múltiples obstáculos para salir adelante.
En septiembre de 2019, denunció penalmente a su agresor, el coordinador administrativo de la Escuela de Nivel Medio Superior de Silao, Alejandro ‘N’ quien es hermano de uno de los integrantes de la Junta Directiva de la Universidad. Él fue nombrado en ese cargo por el rector Luis Felipe Guerrero Agripino.
La Fiscalía General del Estado inició la carpeta de investigación 102799/2019 en la Unidad de Atención Integral a las Mujeres.
Ante la fiscal, Paula relató el acoso en su contra. Contó que su jefe Alejandro ‘N’, en lo sustancial, le decía cosas en doble sentido y de índole sexual que la hacían sentir incómoda.
De acuerdo con la afectada, tras llevarse a cabo la investigación, su agresor se comprometió ante la Fiscalía a cubrir un pago de mil 800 pesos cada mes, durante un año, por concepto de reparación del daño, tanto psicológicos como morales, para no continuar con la demanda en los juzgados.
Esta acción por parte del agresor es considerada por la víctima como una aceptación o reconocimiento de los cargos.
Por otra parte, en la Universidad de Guanajuato, Paula fue atendida por una psicóloga del Programa Institucional de Igualdad de Género. Sin embargo, era tan hostil su situación que en Recursos Humanos rechazaron justificarle las horas que se ausentaba de su trabajo para recibir dicha atención.
En los tribunales laborales, el juicio sigue abierto. La lucha sigue para poder ser reinstalada en su cargo. Hasta este jueves, no recibía respuesta a su petición, por parte del rector Luis Felipe Guerrero Agripino.