¿Por qué y desde cuándo celebra Guanajuato la apertura de la Presa de la Olla?
Guanajuato, Guanajuato.- La falta de agua fue lo que originó la creación de la Presa de la Olla y con ello el festejo de su apertura, así lo recordó Eduardo Vidaurri Aréchiga, Cronista de Guanajuato.
Para los guanajuatenses la eterna necesidad de tener servicio básico fue lo que originó la creación de la Presa de la Olla, pues en tiempos de bonanza, prosperidad y progreso minero las aspiraciones de ser llamada ciudad impulso que la misma población buscará dónde tener su primer vaso captador ya que se requerían servicios públicos y desde tiempos atrás Guanajuato siempre ha tenido dificultad para satisfacer sus necesidades.
En entrevista, Eduardo Vidaurri Aréchiga, Cronista de la Ciudad de Guanajuato, relato que Guanajuato comenzó a tener su aspiración de tener su nombramiento de ciudad y la falta de agua fue característica desde sus orígenes pues subían hasta Calderones, hasta Chichindaro para buscar un manantial y hacían uso de aguadores.
“Al principio se iban hasta Calderones, Chichindaro en busca de algún manantial para abastecerse de agua, bajaban el agua estos aguadores con un costo elevadísimo puesto que cargarla en el lomo era desde luego caro” reveló.
Fue para 1737 que se comenzó la búsqueda de un espacio ideal para la construcción de la primera presa en el municipio y pues resultó que lo encuentran en la zona oriente de Guanajuato en el Rancho de la Olla, resaltó el cronista.
“Esto debe su nombre a que había una concavidad natural y eso facilitaría la propuesta de obra porque solamente era necesario construir una barda y aprovechar el agua de la cañada del cubo y se apresaría de forma natural”, detalló.
Con la llegada del año 1741 la construcción de la Presa sería una realidad y tras 8 años de labores (1749) se concluiría la obra para dar paso a pruebas de rigor, comentó Vidaurri Aréchiga.
“Se hizo una prueba antes para ver la funcionalidad y la capacidad de retención de líquido y a partir de 1749 se hizo costumbre como era una presa de sistema rústico y primitivo que una vez que la temporada de lluvias estuviera regularizada se abrieran las compuertas”, destacó.
Con esto se dio el comienzo de la tradición de la apertura y la popular creencia de que serviría para limpiar las impurezas por el río, aseguro el historiador.
“Aprovechando eso para que limpiará el cauce y se llevará las inmundicias todo este tipo de cosas y evidentemente se convirtió en una tradición (…) el ayuntamiento elegía la fecha en que se iban a abrir las compuertas de la presa y mandaban un heraldo para advertir riesgos”, recordó.
Fiel a la forma de ser del guanajuatense, a pesar de que en el pasado el heraldo advertía los peligros de la liberación del agua de la presa, la sociedad acudía a la apertura a las proximidades, rememoró Vidaurri Aréchiga.
“Desde entonces celebramos 274 años de la apertura de la presa de la olla siempre y cuando sea posible el vaso de captación esté en condiciones y en el pasado la apertura tenía una palanca y un preso se colocaba para conmutar su pena y bien amarrado para obtener su libertad y oro por parte del gobernador”, narró.
A su vez, el gobernador en su tiempo del siglo XIX, 1880 – 1890 agitaba un pañuelo blanco como signo de apertura y venía la fiesta.
“Que ha sido tradición, que la banda del estado en el justo momento interpreta el Vals sobre las Olas de Juventino Rosas y es una oportunidad para un paseo de romería para interactuar con la familia y vecinos y fortalecer la sana convivencia”, culminó el cronista.
