Kamala Harris elige a Tim Walz, gobernador de Minnesota, como candidato a vicepresidente
Washington, Estados Unidos.- La vicepresidenta Kamala Harris eligió al gobernador de Minnesota, Tim Waltz, como su compañero de fórmula. Esto tras un vertiginoso proceso de selección que comenzó hace apenas dos semanas, cuando de repente se convirtió en la virtual candidata presidencial.
Tim Walz, conocido como el gobernador de Minnesota, ha forjado una sólida carrera política en sus 12 años en el Congreso. A pesar de no ser uno de los principales contendientes para acompañar a Kamala Harris en su campaña presidencial, Walz atrajo la atención al acuñar el término "raros" para describir a los candidatos republicanos Donald Trump y JD Vance tras la Convención Nacional Republicana.
La elección de Vance como compañero de fórmula de Trump ha sido objeto de críticas debido a sus controvertidas opiniones sobre las mujeres sin hijos y su comportamiento en los mítines. Walz, un veterano político, aprovechó esta oportunidad para declarar en cadena nacional: "Hay gente rara en el otro lado. Y no lo endulces: son ideas raras". Esta declaración enfureció a Trump y Vance, quienes han respondido señalando que "los raros" son otros.
Desde 2019, Walz ha sido gobernador de Minnesota y su carácter franco lo posiciona como un aliado atractivo para Harris, capaz de atraer tanto a votantes independientes como a conservadores descontentos con el estilo directo de Trump. Harris, en su intento por conectar con los jóvenes, encuentra en Walz un compañero ideal, ya que a sus 60 años ha ganado popularidad en las redes sociales por sus ataques a los republicanos.
Walz, quien sirvió en la Guardia Nacional y fue profesor de Geografía y entrenador de fútbol, es también presidente de la Asociación de Gobernadores Demócratas, una organización que ha alcanzado récords de recaudación de fondos en la campaña actual. Su capacidad para atraer donaciones será vital para Harris.
De religión luterana, padre de dos hijos y con un título de Maestría en Ciencias, Walz enfrenta críticas por su progresismo, etiquetado por los republicanos como "radicalismo de izquierda". También se cuestiona su gestión durante la pandemia de Covid-19 y su respuesta considerada débil en las protestas de 2020 tras la muerte de George Floyd.