Tras 40 años de trabajo, Don José perdió todo en su taller de máquinas de escribir tras un incendio en Irapuato
Pese al incendio en su taller de Irapuato, Don José mantiene su optimismo y comenta que algo bueno va a venir de esto, pues resaltó que no hubo heridos


Irapuato, Guanajuato.- Don Jesús perdió en un incendio el taller en el que trabajó por más de 40 años, todo sucedió en el día de su cumpleaños mientras se encontraba a unos cuantos metros en la misa de la fiesta patronal del Sagrado Corazón de Jesús, en la colonia Independencia, mejor conocida como ‘El Ranchito’.
Su optimismo lo mantiene en pie, pues aunque su herramienta y las máquinas de escribir apenas y se distinguen entre las cenizas, él dibuja una sonrisa en su rostro y comenta que algo bueno va a venir de esto.

“Aquí voy a seguir abriendo, que no decaiga el ánimo, ya se perdió ahorita, pero no hubo vidas pérdidas, ni quemados que es muy doloroso”, comentó Don José, quien mira con añoranza su taller de máquinas de escribir y al fondo una canción en la radio de uno de los aparatos que aún sigue funcionando después de la tragedia.

El incendio en el taller de Don José en Irapuato
Muy temprano, Don José llegó de Rancho Grande para abrir su negocio en el que le gusta estar y trabajar, pues se niega a quedarse en casa.
Este día sería diferente, cumplía 78 años de edad, prendió las luces del local, el ventilador y se fue a escuchar misa al Templo del Sagrado Corazón de Jesús, en donde se tiene fiesta patronal.
“Estaba en misa cuando fue la mamá de ella (señala a una vecina) y me dice: se está quemando el taller. Y ya fui que vine y ya estaba así”, contó.

Los bomberos y elementos de Protección Civil llegaron rápidamente, cerraron la circulación del bulevar Díaz Ordaz para intentar rescatar algo del negocio, pero los esfuerzos fueron inútiles, todo quedó quemado. La angustia y el sentimiento por ver la triste escena no fue indiferente para los uniformados quiénes ofrecieron toda su ayuda y apoyo para Don José.
El Municipio de Irapuato se encargaría de recoger los restos quemados, le aseguraron para que no se preocupara de la limpieza, pero si ocupaba algo más, le dijeron que no dudara en pedirlo.

No todo está perdido, dijo Don José, pues comentó que todavía podía ver los restos de las máquinas y su herramienta y venderá ‘al kilo’, y es que reconoció que el negocio de arreglar máquinas de escribir ya no da para mucho, por lo que vive de su pensión del adulto mayor y de lo que sacaba del taller.
Aunque trabajó por más de 40 años para la Presidencia Municipal de Irapuato, todos los trabajos los hacía por fuera, nunca fue trabajado.
De todas formas, no se acostumbraría a quedarse en casa y, aunque su taller se incendió, dice que eso no lo va a detener y va a seguir abriendo, pues siempre ha sido una persona trabajadora, además de que Don José es un señor que inspira ternura y es querido por la zona.