Desde desilusiones amorosas hasta encuentros con fantasmas en León: taxista José Luis Salazar ha visto de todo

León, Guanajuato.- José Luis Salazar ruletea su taxi, un Tsuru 2016, que le ha dado batalla en las calles de León por 25 años. Sube y baja pasajeros que le han dado la oportunidad de contar una infinidad de anécdotas. Prostitutas que se “se transforman” en su coche, hombres que fuman cristal sin su permiso o “fantasmas” que le han hecho la parada. Desde ‘taxi corrido’ hasta asaltos o escuchar a sus pasajeros llorar por un amor, estas son las aventuras de un taxista que lleva más de dos décadas en la calle.

Le dicen el ‘Chakira’, pero su nombre es José Luis Salazar Camacho. El leonés lleva 33 años trabajando como taxista, 25 de ellos en Línea Dorada, que justo este 3 de octubre cumplió su 25 Aniversario. El vecino de la colonia Los Castillos fue uno de los pioneros en este grupo de taxistas, y hoy se vuelve un ejemplo de dedicación y resiliencia en el mundo de los conductores, que hoy se someten a la competencia con conductores de plataformas.

José Luis ha ruleteado de día y de noche. El volante de su taxi Tsuru es el día a día. Se despierta temprano, se alista y maneja por las calles de León. La habilidad a la hora de manejar describe su oficio, además de ese carácter ligero y social le ha abierto las puertas con más pasajeros.

‘El Chakira’ cuenta a Periódico Correo, durante el 25 Aniversario de Línea Dorada, que en el tiempo que lleva de taxista le ha tocado ver, escuchar y vivir de todo. Desde presenciar accidentes mortales, convertirse en el paño de lágrimas de sus pasajeros, ser chófer de sexo servidoras que se cambian de ropa en su unidad, ser víctima de robo o ‘taxi corrido’, así como otras experiencias paranormales que él mismo narra.

“Me ha tocado mirar muchos accidentes, muertes. Va uno pasando y a veces lo rebasan los carros, he sido testigos de esas muertes. O personas que atropellan, me ha tocado ver el cráneo de gente, de ciclistas. Hace como 28 años, cuando todavía era Libramiento el bulevar Morelos, estaba todo oscuro y uno no miraba a los ciclistas. Me tocó ver como un trailero se llevó a un ciclista, nomás mira uno que vuelan las personas”.

Las fuertes imágenes de los accidentes están en la mente del taxista leonés, que por fortuna no ha atropellado a una persona o se ha visto involucrado en un hecho vial. Lo que sí ha sufrido son hechos extra normales, aunque llega a dudar si se trató de una aparición o era su cansancio de manejar de noche, como el susto que tuvo en la colonia San Miguel.

“Una madrugada me hicieron la parada, llegué me esperé un ratito para que subiera y luego voltee y no era nada, no había nadie. La verdad no sé si sea el estrés o el cansancio pero me han tocado esos sucesos. Me fui y ya nomás me quedé con la duda, vi por el retrovisor y ya no estaba la persona”.

Las prostitutas son otro de los pasajeros más comunes. Esas mujeres que “se transforman” en su taxi, se maquillan en sus asientos y se adueñan de la noche.

“Con esas personas me ha ido bien, solo que a veces se van cambiando arriba del carro. Salen de sus casas normal y arriba del coche se van transformando”, cuenta el taxista entre risas.

A diferencia de los momentos de tensión que ha vivido con leoneses que suben los vidrios y comienzan a fumar cristal, metanfetamina, una de las drogas con más aseguramientos en León de acuerdo con la Policía Municipal. “Se suben y empiezan a quemar en su foco, ya nomás suben los vidrios y me dicen que si me aguito. Les digo que no, mejor los dejo, capaz y me hacen algo”.

“A uno también le toca ser psicólogo”, burla ‘El Chakira’, y confiesa que son muchos los pasajeros que le han confesado sus desamores entre lágrimas.

“No te queda más que dar consejos, yo les digo que no se desvivan por un amor, el tiempo cura todo. Hay unos que se andan hasta matando, y no lo vale”.

El taxista ha sido el paño de lágrimas para sus pasajeros, que sobrios o ebrios le han contado sus penas. 

Entre la lista de anécdotas de todo taxista está el ‘taxi corrido’, cuando la gente se les va sin pagar. Un robo fugaz aplicado por muchos leoneses, principalmente jóvenes.

“Ellos mismos lo llaman taxi corrido. Me ha pasado hasta con señoras y sus niños. Un 16 de septiembre llevé a Maravillas a unos muchachos, y llegando ahí donde me habían dicho... pa’ abajo todos. Ya uno no puede hacer nada, como son cinco, seis personas, mejor que quede en eso, en el flete, porque a veces uno no sabe a quién sube”.

Durante pandemia, en el 2020, el conductor fue víctima de un robo pero ahora con amenazas de muerte. Dos asaltos a mano armada, con la pistola sobre su cabeza y bajo amenazas en caminos de terracería, lo obligaron a dar sus pertenencias antes que la vida.

“En un asalto se sube una pareja y me dicen que los lleve a la Farmacia Guadalajara de la Presa, el muchacho me dice ‘a mí me llevas al Rosario’, entonces todo iba bien. Llegamos y me metió como en una privada, todo oscuro. Dice que me va a pagar con cambio, llevaba una mariconera, y oigo que cortó el cartucho de la pistola, me dice que es un asalto... Le dije ‘ te doy todo’. Quité el radio, mi estéreo, mi teléfono, dinero. Yo ya no hice nada y me quitó las llaves del carro, era para que no lo siguiera, ya estaba todo planeado”, narra el taxista.

Otro de los robos ocurrió en la colonia Los Castillos. Lo reportó a la Comandancia de Policía que estaba a unas cuadras del hecho, pero que llegó media hora después y no resolvió nada.

“La segunda vez fue en Los Castillos. Subo a una persona, me saca la pistola, me lleva por un terreno oscuro, pero gracias a Dios no pude pasar porque era una zanja. Y me dice ‘pásate’, me llevaba con una pistola en la cabeza, me había dicho que lo llevara al Seguro. Esa vez me quitaron también el celular, el estéreo y dinero”, narra el conductor, quien asegura que ya no hay un estigma de apariencia que determine quienes tienen facha de asaltantes.

“Ahorita ya no sabe uno a quien subir, ya se visten mejor (los delincuentes) o nos llevan a colonias ‘seguras’. Mejor dar lo que uno trae a arriesgar tu vida. Gracias a Dios no me han herido, a veces nos queremos hacer los valientes y no sabemos si se va a animar la persona (a atacar), mejor entregar todo. Si uno les da un golpe a ellos, las lleva más de perder, porque uno tiene familia que mantener. De la cárcel sale uno, pero del panteón no”.

La intuición de un taxista no falla, dice José Luis.

“Si tienes un presentimiento mejor dejar ir el servicio. Más vale perder 100, 200 pesos, que perder la vida misma”.

Detrás del volante, José Luis Salazar ha sido testigo de todo tipo de historias, historias que marcan el Tsuru 2016 que conduce. Ese taxi verde en el que muchos leoneses recuerdan alguna anécdota, y que este 3 de octubre cumplieron 25 años de operación en Guanajuato bajo la asociación de Línea Dorada.