Entre máquinas empolvadas y desactualizadas, cibers en León ‘luchan por sobrevivir’
Imagen de un ciber en León con máquinas antiguas y empolvadas. Foto: Ivonne Ortiz
León, Guanajuato.- En León cada vez es menos frecuente encontrarse un ciber en la calle. Los pocos que hay están empolvados, con máquinas no muy modernas y algunos sobreviven de las copias, impresiones, y realización de trámites. Algunos atribuyen su decadencia a la pandemia y la necesidad que tuvieron las personas de comprar una computadora, otros simplemente al paso de los años y al acceso que ya muchos tienen a estas máquinas, a un celular o a una tablet.
En la calle Gante de la zona centro, un hombre renta una computadora en uno de los ciber con más clientela, pero solo ocupa una de las cuatro máquinas que hay disponibles, las demás están vacías. Sobre esa misma calle hay otro ciber, que también sobrevive de las pocas ganancias que reciben estos negocios devorados por la tecnología y el cada vez más común uso de celular y computadora personal.
Ángel lleva cinco años trabajando en el Ciber Madero, ubicado en la calle Gante, casi esquina con Madero. El negocio lleva 20 años instalado ahí, pero sus tiempos de auge ya pasaron. Hace cinco años todavía era común que el ciber se llenara de personas que rentaban una computadora, hoy para lo que la mayoría la ocupa es para realizar trámites rápidos.
El trabajador recuerda que descargar música o quemar un CD eran de los servicios más solicitados todavía hace unos cinco años. Ahora, con las restricciones que tienen para acceder a música libre y de descarga, los trabajadores del ciber optan por no hacerlo. Señalan que también son pocas personas las que lo piden.
“Se ocupan unas 20 computadoras al día, y en promedio un 60% son para trámites, trabajos escolares y digamos un 40% para óseo, que juegos, descargas”, cuenta Ángel a Periódico Correo.
El Ciber Madero se ha salvado de la crisis y sobrevive gracias a la zona donde está ubicado. Sus dueños no lo han dejado caer, y las personas siguen yendo a pedir copias, pero principalmente trámites, como el caso de los adultos mayores que no tienen acceso a una computadora o no saben usar un celular.
Entre los trámites que más le piden a Ángel están la consulta de puntos de Infonavit, el acta de nacimiento, el CURP, la impresión de recibos, entre otros. Esta labor ha hecho rendir las ganancias y que el local de la calle Gante permanezca abierto todavía.
A unos pasos está otro ciber donde tienen letreros de ‘copias’ e ‘internet’. Cinco máquinas se rentan a 15 pesos la hora, pero ni así son ocupadas durante el día. Son contadas las personas que llegan, dice Miriam, la dueña, quien lleva 20 años rentando su local como ciber.
“Yo he sobrevivido por la providencia divina porque esto está mal. Ya Diosito no nos deja pero mi negocio está solo. Desde la pandemia, que fue cuando se estuvieron cerrando los ciber, y que la gente hizo un esfuerzo por comprarse una computadora, desde entonces se vino abajo. La mayoría tienen celular, computadora, o que se van a las bibliotecas y ahí sí tienen computadora”.
En su negocio ni las copias la han salvado, pues también reporta ventas bajas: “la venta está pésima”. A pesar de tener su establecimiento en una zona bastante céntrica, el otro factor al que se enfrenta es a la competencia.
“Todo mundo tenemos la esperanza de que esto se va a recuperar, si no ya hubiéramos cerrado”, finaliza la vecina del centro.
Sobre la calle Artes, casi esquina con el bulevar Adolfo López Mateos, hay dos ciber más: Ciber Point y Ciber Bite.
En el Ciber Point sorprendentemente ha habido días en que las cuatro máquinas están ocupadas, principalmente en las noches y por adolescentes o jóvenes que las ocupan para momentos de óseo, con juegos y descargas. Justo por esta razón el dueño abre el local de 1 de la tarde a 9 de la noche, porque es el horario en el que llega más gente.
El Ciber Bite, de la misma calle Artes recibe pocos clientes que usen máquinas. La gente que llega pide copias, impresiones o también trámites. Las computadoras, a pesar de que sí sirven, lucen “arrumbadas”.
¿Hay futuro para los ciber en León?
La señora Miriam responde que sí. Enfatiza en que no todas las personas tienen acceso a una computadora para una emergencia, y quienes la tienen pueden sufrir una falla o la falta de un servicio, es ahí donde entra la alternativa de estos establecimientos.
“Yo creo que tienen que existir los ciber porque hay gente que, aunque tenga su computadora, su impresora, a veces le falla algún cartucho, o te quedaste sin papel, se te fue la luz, yo digo que deben seguir existiendo, aunque las rentas nos comen eh. ¿Cuántos vamos a sobrevivir? Quién sabe”.
