Fredy, deportista de León, desafía los límites del crossfit cargando una cruz por las calles
León, Guanajuato.- La gente ve un hombre cargando una cruz y corriendo sin parar. Sube y baja el Puente del Amor, recorre La Calzada, la calle Madero y hasta la Pedro Moreno. No se explican por qué. Es Fredy Rocha, de 39 años, un deportista leonés que encontró en el crossfit y en esta práctica un estilo de vida deportista que no para.
Fredy Rocha empezó a entrenar hace ocho años. Dejó la fiesta a los 30, cuando le entregaron un volante para invitarlo a ejercitarse haciendo crossfit, en Crostraining Evolution, en la calle Pedro Moreno. No sabía que su vida a partir de ahí sería diferente. Despertar a las 6 de la mañana para empezar el día ejercitándose. Y más extraño aún, correr cargando un tronco de madera de casi 50 kilos.
La gente piensa que se está preparando para el papel estelar en el Viacrucis. Otros señalan como una locura y extrañeza el hecho de cargar un tubo de madera. Pero hay quienes lo miran con admiración y respeto, por la fuerza que hay que tener, primero para cargar un tronco con este peso, y luego para correr con él. Fredy se volvió un deportista de élite.
“Para empezar siempre me ha gustado hacer la diferencia, dar un poco más de lo que hacen todos. En crossfit, cuando terminamos la clase vamos a correr, pero fuera de una intención de querer ser más que todos, me gusta exigirme un poco más a mi mismo. Al principio corría normal, como todos, después corrí más y más, luego con este tronco que pesa más o menos 50 kilos. Me lo llevo en el hombro, la onda es salir del punto del crossfit (Pedro Moreno) y hasta que llegues a tu meta, ya sea el Puente del Amor o el Forum, haces el cambio en el brazo y te regresas igual, cargándolo. Mixeando, cambiándolo también para que no te lastimes los hombros”.
El deportista advierte que, aunque es una práctica de peso que cualquier persona podría hacer, habrá que entrenar arduamente antes de intentarlo. Quienes lo han hecho terminan soltando el tronco de madera.
“Ahorita estoy haciendo la modalidad runner, sumándole peso con este tronco, metiéndole unos siete kilómetros todos los días en las mañanas, después de entrenar crossfit. Sí es todo un show, yo ya tengo ocho años entrenando, pero sí tienes que tener mucha capacidad para poder el resistir, porque no es lo mismo trotando normal con tu peso, a cargar 50 kilos”.
Ver correr a Fredy con esta particularidad roba la atención. Y es que además trota sin usar camisa, hasta en días de clima frío.
“Desde que me dicen que, si estoy entrenando para el Viacrucis, Semana Santa, los niñitos que me quedan viendo como ‘ese loco que onda’ o los señores que te van apoyando, siempre ha sido la controversia del por qué, pero la verdad es por darle un extra a mi clase, sí veo que se sacan de onda”.
“De hecho ahorita tengo un look muy diferente, usaba uno más extravagante de dejarme el pelo largo y la barba, y me preguntaban eso, del Viacrucis. La última vez me dijo una chica que su hijo estaba intrigadísimo por saber por qué cargo el palo de madera”, dice entre risas.
Por el crossfit nació esta voluntad de querer darlo todo, de ser explosivo hasta en el ejercicio. Fredy diferencia el crossfit con el gimnasio, por el dinamismo y la rapidez a la que se retan los deportistas, en comparación con lo monótono que podría ser una rutina de gimnasio, aunque estas características no son para ofender el gym, simplemente son las diferencias que ha experimentado y enlista.
El ejercicio no solo suma a su salud y a su condición física. El placer que siente al correr cada kilómetro sacude el estrés y favorece a esa salud mental de la que tanto se habla últimamente. Fredy describe las últimas generaciones como chavos pegados al celular, así lo dice textualmente. El sedentarismo no solo está afectando la salud física, sino causando trastornos mentales como la ansiedad o la depresión.
“La verdad el ejercicio sí te cambia muchas cosas, sí es de tener una disciplina diaria. Si queremos planear una vida placentera a futuro, nos sirve mucho estar entrenando todos los días, para tener una vida más plena. La salud mental también es muy importante, te libra muchas endorfinas en el cerebro...”, finaliza el deportista de 39 años.
A raíz de la pandemia, las carreras atléticas disminuyeron en Guanajuato. La gente comenzó a correr en las calles y en los parques. Pagar la organización y elementos de vialidad y logística para las carreras costaba, hasta el 2022, 625.4 pesos por elemento en León. Entre razones económicas y post pandemia, el efecto runner en las calles es cada vez más visible. Freddy es un ejemplo de ello, así como sus compañeros, que, al terminar de entrenar, salen a las calles a correr.