José, el hombre que ‘soñó’ un puesto de guacamayas y lo convirtió en leyenda
Scarleth Pérez
León.- En marzo de 2022, José ‘El Soñador’ celebraría el 50 aniversario de su puesto de duros y guacamayas, pero este domingo 26 de diciembre falleció. El creador del ‘caramelo’ —la salsa que dormía la boca por su picor y por la que más conocían a las guacamayas del ‘Penthouse’— murió a los 78 años de edad.
Le decían José ‘El Soñador’, nombre que también lleva el puesto ubicado sobre el bulevar Américas, casi esquina con la avenida Roma. El sobrenombre ni él sabía cómo lo ganó con exactitud, pero sí sabía quién se lo puso: uno de sus fieles clientes.
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En sus inicios, el puesto de José de Jesús Preciado Chávez ofrecía tostadas, después metió el duro y la guacamaya; este último se convertiría años después en uno de los platillos tradicionales de León de los Aldama.
“Cuando él empezó a vender sacaba una vitrina chiquita y quienes más se acercaban eran las muchachas que trabajaban en la limpieza. A él le daba pena que lo vieran vender, pero un día se acercó un muchacho en una moto —uno de dinero— y le dijo: ‘¿qué vende amigo?’, él dijo que duro, a lo que respondió: ‘tráete una vitrina más grande, porque nada más me ven aquí parado y se te va a llenar’, mi papá le pregunto: ‘¿quién eres?’, y él sólo le dijo que le hiciera caso”, Paty recordó la anécdota como una de sus preferidas.
Don José le hizo caso a ese muchacho, al que tiempo después conoció como Mauricio Villalobos, un ‘junior buena gente’, dice Paty. Cuando al joven “lo veían aquí, en el puesto se hacía el tendedero de motos”, recordó su hija. A Villalobos don José lo recordaba por ser quien le llevó los clientes; “el joven murió en un accidente a causa de la velocidad”, recordó Patricia.
Leyenda de las guacamayas
El comerciante dejó siete hijos, de los cuales, las tres mujeres trabajan en las guacamayas de la colonia Andrade; otro hijo tiene su puesto —también de duros y guacamayas— en la avenida Cerro Gordo, afuera del Instituto Cumbres en la zona dorada de la ciudad. Un hijo más trabaja el puesto que dejó su papá únicamente los domingos. Sólo dos de los hermanos Preciado trabajan en otras ramas.
Las guacamayas de José ‘El Soñador’ abren todos los días, de 12:00 a 15:00. El mismo horario desde hace casi 50 años.
En vida, José ‘El Soñador’ fue reconocido como uno de los mejores guacamayeros de la historia de León. La Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) le entregó una estatuilla por su trayectoria continúa como vendedor de antaño del platillo.
La banqueta del número 602, sitio en el que trabajaba como velador, fue el lugar que le permitió comprar tres casas a José —una está en el campo—, el mismo puesto le permitió mantener a sus siete hijos. Ahora sus tres hijas cumplen las dos labores de su padre.
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“El puesto de mi papá va a seguir hasta que Dios nos preste vida, es algo que él nos dejó y orgullosamente lo vamos a sacar adelante como nos lo hizo saber”.
Para el cincuenta aniversario del puesto, Don José planeaba regalar una botella de tequila a sus clientes distinguidos. Su hija lo hará realidad.
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