Sábado, 01 Marzo, 2025

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Calor en Guanajuato: viven bajo extremas condiciones y clima resulta insoportable

A pesar de que en repetidas ocasiones ha solicitado a Presidencia Municipal que le proporcionen agua potable, no ha tenido respuesta
Municipios

Ivonne Ortiz

Calor en Guanajuato: viven bajo extremas condiciones y clima resulta insoportable Calor en Guanajuato: viven bajo extremas condiciones y clima resulta insoportable

León, Guanajuato-. Las altas temperaturas que se han registrado en estos últimos días en el estado de Guanajuato, pone en evidencia las duras condiciones en las que viven cientos de personas ante la imposibilidad de construirles sus casas en la zona.

Viven bajo techos de lámina en León a más de 30 grados

Las altas temperaturas en la ciudad que han sobrepasado los 30 grados afectan aun más a los leoneses que viven bajo techos de cartón o de lámina, como el caso de Salvador Arteaga, de 77 años, en la colonia Linares. El adulto mayor sobrevive a temperaturas de 32 grados como la que se registró este lunes. Y es que el calor no para en Guanajuato, pues en esta semana se esperan temperaturas de 35 a 40 grados, de acuerdo con la CONAGUA.

 
 

"Sí traspasa mucho el calor, se siente bastante. Es en lo que estamos batallando porque tengo casi toda la casa con lámina".

Don Salvador reconoce que este año el calor es "insoportable" en comparación con los otros dos años que lleva viviendo ahí, y de esa forma, con làminas.

"Este año ha hecho más (calor) la tierra se calienta y evapora, contamina el aire, respiramos aire contaminado".

Gran parte de su casa está techada con lámina. Solo los cuartos tienen techo de concreto. Cuenta que lleva tres años viviendo ahí, pues los dueños se la prestaron a cambio de que se las cuidara. Ahora, con el nivel de calor que atraviesa León, sufre aún más las temperaturas. Salvador se dedica a cortar material para zapato. Realiza su labor en el patio de su casa. A pesar de estar afuera y respirar un poco de aire, el material de las láminas aumenta el calor y el señor prefiere trabajar sin camisa y con litros de agua a un costado, para hidratarse.

 
 


Las enfermedades estomacales y la deshidratación son los efectos a la salud que también enlista como consecuencia. A pesar de su edad, Don Salvador no ha enfermado.

"Sí es triste porque en otros años no era así como ahora. Sí perjudica y de ahí vienen las enfermedades, la gente ahorita batalla más. Afortunadamente a pesar de mi edad no he sido enfermizo".

Cerca de su casa, sobre la calle Nevado de Colima, hay otra vivienda con muros de lámina y madera. Aunque ahí no vive nadie, el calor llega hasta las casas de los vecinos.

La temperatura en León sobrepasa los 30 grados. Este miércoles se registró de 32 grados. Según la CONAGUA las altas temperaturas continuarán esta semana en Guanajuato, pero también hay posibilidad de chubascos.

Casos de altas temperaturas en Salamanca, pero no tienen a donde más ir

En la zona norte de la cabecera municipal, escasea el agua para las familias que desde hace más de 40 años viven de acarrear el agua para los quehaceres y comprar garrafones para los alimentos, lo mismo pasa con los animales que hoy están flacos, las vacas y las cabras, rasgan de entre la tierra algo que engullir, luego de que los cerros se han secado; abrevan en las dos presas que están a punto de quedarse sin agua, porque éste año la sequía ha sido más difícil.

Oliva Alfaro Cuevas se casó hace 25 años y se fue a vivir a la parte más alta de la comunidad de San José de Mendoza con su suegra la que ya tiene más de 40 años sin agua potable. Ahí nacieron sus 4 hijos, ahora adultos, pero crecieron en medio de la escasez del agua y más en época de estiaje.

“La semana pasada nos trajeron agua en una pipa y así cada 15 días, también estamos esperando las lluvias para aparar poquita para algunas actividades del hogar, porque para comer compramos agua de garrafón a 15 pesos”, dijo la señora Oliva a un lado de los baldes en los que almacena el agua para sus quehaceres.

 
 

Dijo que el gobierno municipal va a traer un programa:

“Van para poner unos tinacos allá arriba y de ahí nos va a llegar el agua, ojalá que funcione porque quieren poner los dos en el mismo lado, pues ojalá que si funcione porque ya son muchos años batallando".

 
 

"Nos tenemos agua porque el pozo que abastece a la comunidad no alcanza a mandarnos agua, por eso la parte alta que si con muchas familias no tenemos agua, queremos que perforen otro pozo, pero creo es más complicado; seguiremos batallando”, aseguró.

Gerardo Téllez aseguró que la sequía y la difícil situación lo tienen hasta sin alimento para él y su familia, sus cabras están flacas porque no tienen alimento, salen a pastar a rasgar la tierra para ver que encuentran, ahorita dan poca leche con la que se prepara quesos, pero salen muy pocos y la gente no los paga a más de 20 pesos:

“por lo menos hasta ahora pueden tomar agua de la presa, eso ayuda mucho, porque con esta sequía y la falta los animalitos padecen, ya se me murieron 2 y no las puedo vender porque están tan flacas que ni 200 pesos me dan por ellas”, justificó.

Aprovechó para quejarse porque no les han traído agua potable:

“La pipa se regresó lo semana pasada de casas abajo y los de más arriba no dejaron nada, ya no volvieron”, dijo.

Saúl Cuéllar, habitante de la comunidad de San José de Mendoza, sacó a pastar sus vaquitas, dijo que la situación en este momento es complicada, aunque abrevan en la poca agua de las presa de Mendoza, espera que pronto llueva para que haya agua y los animales no batallen, porque en esta temporada de sequía están comiendo pastura seca y requieren de más agua.

 
 

“Ahorita todavía no batallamos, está baja la presa, pero aun alcanzan a tomar agua, ahorita pura comida seca, pastura comen, algunas pacas de rastrojo, de sorgo. Ahorita todavía no se me ha dificultado, pero quien sabe más delante si tarda el agua. Para la comida de la familia y de los animales, tenemos la esperanza de que ya llueva, muchos agricultores de temporal ya tenemos sembrado en seco; pero la tierra está muy seca, puro polvo”, dijo el campesino y ganadero de traspatio.

José Luis Téllez, también habitante de San José de Mendoza, aprovecha la poca agua de la presita de la comunidad para que su caballo abreve y lo baña para que se refresque luego de que la temperatura se siente más en la zona norte del municipio.

“Está canijo, está fuerte el sol y el agua de la presa solo para es para los animales; allá donde vivo tampoco tenemos agua y la lluvia menos, en otros años para el mes de mayo ya había llovido, ahorita no hay nada”, lamentó don José Luis.

En tanto entre cerros se alcanza a ver como la tierra está preparada para esperar las lluvias, los surcos están listos en espera de un buen temporal y comenzar la labranza en su mayoría de maíz para auto consumo, porque hoy la sequedad es tanto que el polvo se levanta con el aire de la zona.

 
 

Silao también registra la falta de sevicios

Con 79 años de edad, sin la capacidad física para moverse y sin un suministro digno de agua potable, la señora ‘Chole’ ha tenido que enfrentar las altas temperaturas refugiada en un cuarto techado con lámina en Pinabetes, una colonia irregular que por muchos años ha estado en el olvido de las autoridades gubernamentales.

Cuando joven trabajó en el campo cargando arpillas con cebollas y papas, pero ahora apenas logra desplazarse varios metros para asear un poco el lugar en el que se encuentra su cama y para cubrir sus necesidades básicas.

Gran parte del día María Soledad López Gutiérrez permanece en un cuarto oscuro sentada en una silla, lo que la obliga a soportar el calor que se genera por los rayos de sol al entrar en contacto con las láminas galvanizadas. Se acompaña de un garrafón con agua que adquiere por la cantidad de 25 pesos, y en un envase reutilizado se sirve agua para mantenerse hidratada.

Durante dos décadas ha dormido bajo el techo en un terreno que le fue prestado por uno de sus nietos en la calle Laurel y en el que familiares le construyeron paredes de madera cubiertas con plásticos.

"Y digo 'Ay Padre Santísimo, ¿somos tan malos que nos puedes mandar agua?'. Mis arbolitos ya se me están secando...me da tristeza", dijo al considerar que urge que llueva, por lo que diariamente realiza oración. "Padre, ya levántanos el castigo...no tenemos por qué estar pagando nosotros (la falta de agua) los que no podemos hacer nada, a los que pueden hacer algo".

Explicó que a pesar de que en repetidas ocasiones ha solicitado a Presidencia Municipal que le proporcionen agua potable, no ha tenido respuesta:

"A mí nunca me lo traen, nada más a las demás (casas) sí les traen pipas y pipas y aquí (les pregunta) 'Oiga, ¿ya no traen (agua)?' (Y le contestan) 'No, ya no traigo nada, ahí mañana o pasado mañana'; pues si se la voy a comprar...qué ingratos. Yo ya no quiero vivir así, enferma, no puedo caminar; soy de las personas que me gusta moverme y hacer quehacer, pero no puedo por mis dedos (con artritis)".

Un particular le surte agua. Le llena tres barriles medianos y cuatro botes por la cantidad de $100 pesos, que en ocasiones resultan insuficientes para cubrir las actividades básicas de higiene.

"Me cobra 100 pesos, no es mucho...no importa que fuera (el costo) lo que fuera, pero que me la trajeran cuando yo la necesito".

Por las noches un ventilador refresca su sueño difícil de conciliar. Los pronósticos del tiempo son desalentadores.

*Con información de: Ivonne Ortiz, Cuca Domínguez y Karla Silva

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