Con 30 años de tradición, celebran a la Virgen en el Barrio de los Panteoneros de San José Iturbide
Virgen de Guadalupe en el Barrio de los Panteoneros. Foto: Enrique Pérez
San José Iturbide, Guanajuato.- Uno de los altares más emblemáticos dedicados a la Virgen de Guadalupe se encuentra en el Barrio de los Panteoneros, en San José Iturbide. Su construcción, hace aproximadamente 30 años, obedeció a una promesa y es visitado por centenares de personas.
Sin embargo, hace 15 años, la primera figura representativa fue robada, lo que llevó a los residentes del barrio a cooperar económicamente para adquirir la actual imagen de la Virgen de Guadalupe, que ahora es vigilada en todo momento por los vecinos.
Agustina Olvera Méndez, en entrevista para Correo, mencionó que el altar es parte de su domicilio, ubicado a un costado de la puerta principal de su casa, en la calle Gómez Pedraza, en el Barrio de los Panteoneros. Este altar es considerado uno de los más emblemáticos del municipio.
Los festejos en honor a la Virgen comienzan el 10 de diciembre y se extienden hasta el día 12. Durante estas fechas, aproximadamente 100 personas acuden cada día, llevándole mañanitas y acompañándola con gran devoción.
Con voz entrecortada, la señora Agustina explicó que la construcción del altar fue una promesa de su difunto esposo, quien pidió a la Virgen ayuda para salir de los vicios.
“Mi esposo le prometió a ella (Virgen de Guadalupe) salir del vicio. Entonces, él hizo la capillita. Todo fue hecho por sus manos”, relató.
Desde hace 30 años, agregó, el altar es visitado por los fieles en estas fechas. En el barrio, la Virgen es conocida como “La Madre de todos los Panteoneros” y es muy respetada. Aunque el Barrio de los Panteoneros fue considerado uno de los más peligrosos en el pasado, actualmente esa situación ha cambiado, aunque el apodo persiste.
El robo de la Virgen del Barrio de los Panteoneros de San José Iturbide
La señora Agustina recordó que, hace 15 años, la primera figura de la Virgen fue robada justo cuando iba a cumplir 15 años en el altar. Ante esta pérdida, su familia inició una colecta para adquirir una nueva imagen, aunque los recursos no eran suficientes.
“Entre todo el barrio cooperamos para comprarla a ella (Virgen de Guadalupe), porque la original que se tenía nos la robaron justo cuando iba a cumplir 15 años”, recordó.
Tras adquirir la nueva imagen, el sacerdote acudió para bendecirla. Desde ese momento, todo el barrio se encarga de cuidarla. Durante el día, el altar permanece abierto al público, pero en la noche se asegura con candado para evitar otro robo.
Finalmente, la señora Agustina subrayó que el altar está abierto al público general para quien desee visitarlo. “El que guste venir a visitarla, ahí está día y noche”, concluyó.
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