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Memorias de un viejo Chupícuaro: los sobrevivientes de la gran inundación

Pudieron dar sus testimonios de su diario vivir en el antiguo pueblo que ya no volvieron a ver tras la construcción de la Presa Solís...
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Memorias de un viejo Chupícuaro: los sobrevivientes de  la gran inundación Memorias de un viejo Chupícuaro: los sobrevivientes de  la gran inundación

Onofre Lujano

Acámbaro.- El pasado 4 de diciembre en las instalaciones del museo “Bernardo Padilla” de la comunidad de Nuevo Chupícuaro, a raíz de una exposición del pintor y escultor Alonzo Ybarra García, se realizó un emotivo homenaje a los 51 personas que nacieron y vivieron en el Chupícuaro Viejo.

Afortunadamente varios de ellos pudieron relatar sus testimonios de su diario vivir en el antiguo pueblo que después ya no volvieron a ver tras la construcción de la Presa Solís.

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Cuenta la historia que “La Solís” fue construida entre el año 1939 y 1949 por la Comisión Nacional de Irrigación (CNI) sin embargo, documentos posteriores refieren la reconstrucción de la presa en 1954 y 1955 por estar cerca al cantel de Tizates y las filtraciones que se observaron.

Por esta razón, para 1969 algunos de los datos técnicos cambiaron.

Por ejemplo, se señala que el tipo es de tierra con corazón impermeable central amplio y asimétrico y respaldos de roca. La altura total se registra como de 51.70 m y si se considera desde el lecho del río de 46.70; su longitud es de 780m con un ancho de corona de 10 mts. y una base de 275.

Finalmente, su capacidad de almacenamiento es de 800 millones de m3 para el riego de 116 mil ha. En los distritos del Alto y Bajo Lerma (Secretaría de Recursos Hidráulicos 1969).

Simultáneamente cuando construía la presa Solís se planeó y creó el Distrito de Riego 011 Alto Río Lerma, su creación y el hecho de utilizar agua directamente del río Lerma a través de los canales como el bajo Salamanca y Coria, produjeron un impacto importante en los antiguos sistemas hidráulicos pues cambió la fuente del agua de donde se regaba una parte importante de las tierras del Bajío mexicano.

Entre los testimonios que ahora les presentamos son de personas que nacieron y fueron evacuadas por la construcción de la Presa Solís que dejo 22 pueblos bajo el agua, los testimonios son parte de 51 hombres y mujeres que viven en el nuevo Chupícuaro y otros están viviendo en los Estados Unidos después de que emigraron con sus padres y ahora regresan para visitar a sus familiares aunque sus costumbres se arraigaron en los Estados Unidos.

El entonces presidente, Miguel Alemán Valdés, quien inauguró la Presa Solís en municipio de Acámbaro el 15 de mayo de 1949. Los sobrevivientes mencionan que para la construcción de esta importante presa hubo la necesidad de sacrificar al pueblo de Chupícuaro, incluida su riqueza prehispánica que data desde hace miles de año.

Ante el hecho la gran irrigación en la cuenca del Lerma, se hizo presente como producto directo de la intervención del gobierno federal en materia hidráulica para satisfacer las necesidades sociales de tierra y agua, generación de energía eléctrica, electrificación urbana y expansión de la frontera agrícola, electrificación urbana y expansión de la frontera agrícola de riego. Su materialidad se expresa en las presas de Tepuxtepec y Solís.

En estricto sentido, sólo la Presa Solís se localiza en territorio guanajuatense. No obstante, Solís no se explica sin la construcción de Tepuxtepec en el estado de Michoacán. Con ambas obras se logró lo que nunca antes había hecho el hombre: controlar permanentemente las aguas del río Lerma para proyectos productivos.

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