Protección Civil evalúa riesgos en grietas y socavones en comunidades de Huanímaro
Manuel Arriaga
Pénjamo.- Personal de la Unidad Municipal de Protección Civil continúan recorriendo las afectaciones que causó en el pavimento un posible movimiento de tierra en la comunidad Ojos de Agua y el socavón que se abrió hace algunos meses en la comunidad San Antonio Buenavista, con la finalidad de determinar si los desperfectos se han incrementado y que puedan representar algún riesgo para la población del lugar.
En la calle Juan Pablo II de la comunidad Ojos de Agua, en el municipio de Huanímaro, se quebró y levantó aproximadamente 30 centímetros, justo por dónde cruza un arroyo de aguas negras. Este fenómeno causó temor en un sector de la población, quienes temen que se replique lo que ocurre en la comunidad vecina Copales, donde sufren de agrietamientos en viviendas y en las calles.
En Ojos de Agua no hay viviendas afectadas por esta falla y tampoco perciben los movimientos de tierra que se viven en la localidad de Copales. Aquí solo presenciaron como, en una noche, el pavimento de la calle principal se quebró y de levantó, formando un desnivel de casi 30 centímetros.
Por otro lado, el socavón que se abrió en la comunidad San Antonio Buenavista se comenzó a formar en el 2020 y en poco más de un año y ha incrementado su tamaño hasta llegar a los 27 metros de diámetro que tiene actualmente.
Según los informes preliminares, el tamaño de este socavón podría estar creciendo y hasta el momento la profundidad del mismo se desconoce, ya que, al ser revisado por los geólogos, superó los 18 m de profundidad que alcanzaba el equipo de medición.
El dato
En la calle principal de la comunidad Ojos de Agua, en el municipio de Huanímaro, se quebró y levantó aproximadamente 30 centímetros, justo por dónde cruza un arroyo de aguas negras. Este fenómeno causó temor en un sector de la población, quienes temen que se replique lo que ocurre en la comunidad vecina Copales, donde sufren de agrietamientos en viviendas y en las calles.
En Ojos de Agua, no hay viviendas afectadas por esta falla y tampoco perciben los movimientos de tierra que se viven en la localidad de Copales. Aquí, solo presenciaron como en una noche, el pavimento de la calle principal se quebró y de levantó, formando un desnivel de casi 30 centímetros.
Desde hace seis años, un extraño fenómeno ocurre en los límites entre Abasolo. Extraños estruendos y temblores debajo de la tierra han ocasionado que se agriete el suelo, e incluso ha afectado a viviendas en zonas pobladas. Lo que comenzó en la Colonia Potrero de los Martínez en la cabecera municipal de Abasolo, se propagó a las comunidades Otates, Copales y Ojos de Agua, en el municipio de Huanímaro.
El pasado 6 de octubre un total de 250 habitantes de la comunidad Copales del municipio de Huanímaro, fueron evacuados ante el temor de que se registrara un hundimiento a consecuencia de una serie de estruendos en el suelo, que se agudizaron la madrugada del martes y que causaron temor entre la población.
Ante esta situación, la Comisión Estatal del Agua (CEAG) inició un estudio geofísico mediante sondeos electromagnéticos para determinar la profundidad y continuidad de las fracturas identificadas en la localidad.