Rosa, de 84 años en Acámbaro, urge apoyo para cuidar de su hijo con derrame cerebral
Rosa y su lucha diaria: Retrato de una madre de la tercera edad cuidadora. Foto: Lourdes Juárez
Acámbaro, Guanajuato. - Rosa, una residente de Acámbaro, tiene un hijo de 43 años que sufrió un derrame cerebral, lo que le impide valerse por sí mismo al 100 %. Ante esta situación, ha solicitado apoyo tanto a la presidenta municipal, Claudia Silva Campos, como a la ciudadanía. La alcaldesa le donó un bastón y le proporciona asistencia para trasladarse al Hospital de León, donde recibe atención médica. En el último año, a su hijo le han implantado dos válvulas, una en la cabeza y otra en la ingle. Hace dos años, falleció su esposo, y desde entonces, ella se ha encargado de cuidar a su hijo Sergio.
No cuento con el respaldo de algún familiar para cuidar a mi hijo. Esta situación me genera mucho estrés y cansancio. A mis 84 años, con 14 hijos y toda una vida de trabajo, me siento muy agotada. Por eso, pido el apoyo de la ciudadanía o de alguna autoridad para ingresar a mi hijo a una casa de asistencia donde lo cuiden".
Debido a su enfermedad, Sergio, el hijo de Rosa, en ocasiones se comporta de manera grosera con ella, llegando a insultarla verbalmente, así como a médicos y otras personas con las que tiene contacto. Actualmente, está siendo atendido por un psiquiatra, y Rosa, en su desesperación, ha tenido pensamientos negativos, incluso contemplando atentar contra su propia vida.
"En mi desesperación, he pensado en aventarme de la azotea. Cuidar a mi hijo es agotador, y sus cambios de humor también me afectan. Por eso, pido el apoyo de la ciudadanía para ingresarlo a una casa de asistencia donde atiendan a los enfermos, que permanezca una semana allí y otra conmigo en casa".
Si Sergio pudiera pasar una semana en la casa de asistencia, Rosa podría tomar un descanso para enfrentar con una mejor actitud y más energía el período en el que le toque cuidarlo. Debido a su avanzada edad, Rosa debe tomar medicamentos para la presión, para dormir y vitaminas para mantener su energía.
"Todos me dicen que me alimente y descanse, pero no tengo esa posibilidad. Me dicen que no debería dar vergüenza pedir apoyo, lo hago por necesidad para darle una mejor calidad de vida a mi hijo".
Los otros hijos de Rosa no colaboran en el cuidado de su hermano, argumentando que es muy grosero, algo que el psiquiatra y el padre explican como parte de la enfermedad que padece. Aunque algunas personas le han sugerido demandar a sus otros hijos para que la ayuden a cuidar de su hermano, ella no quiere hacerlo porque son su familia.
A sus 84 años, Rosa es una persona de la tercera edad que constantemente enfrenta presiones económicas y estrés. Cuando tiene cita en el Hospital de León, en ocasiones le toca acudir en horario vespertino, situación que la angustia considerablemente. Sergio trabajó más de 20 años en Estados Unidos de manera ilegal, país donde sufrió el derrame cerebral, y regresó hace dos años y medio. Desde entonces, Rosa se ha dedicado a cuidar de él.
