Silaoense recorre 12 mil km en motocicleta hasta Panamá, te contamos su historia

Silao, Guanajuato.- Durante 42 días el silaoense Juan Soto emprendió un viaje en motocicleta por la Carretera Panamericana hacia Panamá. Lo hizo con poco presupuesto, pero con la convicción de conocer uno de los destinos preferidos de quienes gustan de esta práctica. Originario de la comunidad de Chichimequillas, la tierra que alberga a la Danza del Torito, en noviembre pasado partió del municipio de Silao en un trayecto de ida y vuelta que alcanzó aproximadamente los 12 mil kilómetros.

La idea surgió apenas unas semanas antes mientras regresaba de otro viaje a los Estados Unidos, por la desértica y solitaria carretera. "Yo venía de una ruta de Estados Unidos y, como la carretera está algo aburrida, no sabía ni qué pensar y dije: '¿Y si me voy a Panamá?'. (Pensé que) ya llegando a mi casa voy a analizar la situación porque, en teoría, no sabía nada de kilómetros y gastos, y me puse a investigar".

 

 

Lo que inició como una idea repentina pronto se convirtió en un proyecto bien planeado que le permitiría recorrer más de 12 mil kilómetros en motocicleta hacia Panamá, cruzando varios países y estados de México. Fotos: Karla Silva y Especiales

Eligió este país debido a que, además de ser una ruta no muy costosa, permite atravesar varias naciones y conocer sus culturas.

A partir de la primera semana de noviembre Juan Cruzó por Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica hasta el corregimiento de Yaviza, en Panamá, a unos 97 kilómetros de la frontera con Colombia y donde esta vialidad es interrumpida por el Río Chico. Pero también pasó por la Ciudad de México y los estados de Michoacán, Puebla, Veracruz, Tabasco, Chiapas, Yucatán, Campeche, Chiapas, Oaxaca y Guerrero. Ya en territorio panameño, se enfrentó a las fuertes lluvias y a lo accidentado de la carretera, en un tramo de aproximadamente 150 kilómetros.

Pero su recorrido no fue tan difícil, ya que gran cantidad de personas amantes y admiradoras de las motocicletas, le tienden la mano a los viajeros, aunque reconoció que en un par de ocasiones debió tomar un descanso en la vía pública.

"Hay demasiado apoyo...entre más uno se pone a buscar apoyo, más uno recibe. Se les llama 'motoposadas', 'motoayuda', son personas que tienen el patio de su casa para acampar, una cabañita, un cuarto adaptado para recibir motoviajeros...económicamente lo que sale más caro es el hospedaje y, recibir apoyo, una comida o algo, nos beneficia demasiado". Para que todo saliera sin contratiempos tuvo que llevar su documentación personal y la de su Susuki V-Strom 650 de doble propósito.

Hacer turismo le permitió conocer a muchas personas y, al mismo tiempo, intercambiar ideas; de ello dejó constancia con las calcas bandera que colocó en la caja de su vehículo.

Esta combinación de hobbies le ha permitido vivir experiencias únicas y compartir su visión del mundo. Foto: Karla Silva y Especiales

Circular en motocicleta no siempre fue lo suyo, pues compró su primera moto solamente para ir al trabajo y hoy ha tenido la oportunidad de cambiar su manera de ver la vida. Como parte de lo que se ha convertido en una pasión por este medio de transporte, Juan Soto también se desempeña como fotógrafo informal en la Sierra de Santa Rosa y, a través de 'Más Allá de la Cámara', captura recuerdos para los motociclistas.

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