¿Sin planes para vacaciones? Visita el balneario de ‘Ojo de Agua’ en Tarandacuao


El Ojo de Agua de Tarandacuao, una joya natural que cautiva a turistas y lugareños por igual. Foto: Lourdes Juárez
Tarandacuao, Guanajuato.- Tarandacuao limita al norte y al este con el municipio de Jerécuaro, al sur con el estado de Michoacán y al oeste con el municipio de Acámbaro. En lengua tarasca, significa ‘lugar por donde entra el agua’. El municipio cuenta con un yacimiento de agua llamado ‘Ojo de Agua’, lugar al que acuden a disfrutar de un día de esparcimiento tanto habitantes de la localidad como turistas de municipios aledaños y otros estados. Si quieres disfrutar de un día agradable durante la temporada de vacaciones y refrescarte un rato, el ‘Ojo de Agua’ de Tarandacuao es una buena opción, pero antes de que acudas, conoce un poco de la historia de este lugar.

El ‘Ojo de agua’ era propiedad de los pobladores originarios del municipio. En la época de la colonia, al llegar los españoles, tomaron esta propiedad. Tiempo después, los habitantes pidieron que se les devolvieran sus tierras, lo que desencadenó un litigio en el estado, ganando los pobladores los manantiales. Con la llegada de la reforma agraria, se repartieron las tierras que rodeaban el yacimiento entre todos los campesinos, las cuales no contaban con agua. A través de un decreto presidencial, se decidió abastecer de agua del yacimiento a los campesinos. En ese lugar pasa el arroyo de San Andrés. Desde entonces, el ejido tiene la concesión del ojo de agua, comentó Sara Sánchez Mendoza, Tesorera del ejido del Ojo de Agua.

Por algún tiempo, el espacio se mantuvo al servicio de la comunidad, dándole a las administraciones el permiso para que del manantial se suministrara agua a los habitantes de Tarandacuao, siendo los ayuntamientos quienes se encargaban del proceso para que el vital líquido llegara a las casas de los tarandacuenses. Del manantial se obtenía el agua para el riego de las tierras de los agricultores de San Juan y Barrio de Santiago. Durante algún tiempo, el espacio estaba libre, y la ciudadanía podía llegar al ojo de agua y pasar un día agradable con su familia sin costo alguno por estar en el lugar.
“Lamentablemente, se comenzó a vandalizar el espacio, además de que mucha gente acudía al ojo de agua desde otros estados y municipios, quienes cobraban la entrada y dejaban basura por todo el lugar. Dentro del ojo de agua, se llegó a encontrar basura, aceite y botellas. Después de un tiempo, el municipio se hizo cargo del espacio, realizando obras donde se cercaron los árboles y se cerró el espacio. Lamentablemente, se realizaron acciones que comenzaron a afectar las áreas verdes del lugar, ya que no cuentan con suficiente agua para seguir estando en condiciones adecuadas”.

Sánchez Mendoza indicó que el ejido tomó la decisión de encargarse del ojo de agua. En ese momento, los habitantes se encontraron inconformes, ya que por asamblea se decidió cobrar la entrada para el mantenimiento del lugar, pero solo a los foráneos; los habitantes de Tarandacuao no pagan por ingresar.
Durante el puente del pasado fin de semana, se registró una afluencia de 300 turistas que acudieron a disfrutar del agua del yacimiento, además de los habitantes del municipio. En la primera semana de vacaciones o de Semana Santa, se espera que al lugar llegue un aproximado de 400 personas de municipios como Cortázar, los Apaseos, San Miguel de Allende, Celaya, Comonfort, Jerécuaro, Acámbaro y de estados como Querétaro, Ciudad de México y Michoacán, así como de los habitantes de la localidad. Por el mes de agosto, la afluencia de turistas comienza a disminuir.

El Ojo de Agua abre de lunes a domingo de 7:00 a. m. a 6:30 p. m. Para poder disfrutar de un día agradable, se debe pagar 30 pesos por persona. El lugar cuenta con mesas, sillas, área de regaderas y baños, los cuales están incluidos con la entrada.
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