Cártel de Sinaloa utiliza juegos y maquinitas para sus ingresos diarios
De maquinitas tragamonedas a epicentros del crimen organizado, las
Ciudad de México, México.- En las calles de Culiacán, el fenómeno de las "jugadas" clandestinas ha evolucionado de manera alarmante. Lo que comenzó hace dos décadas como simples maquinitas tragamonedas afuera de abarrotes en colonias populares, ahora se ha transformado en un modelo de casino clandestino que opera las 24 horas del día, convirtiéndose también en puntos de venta de drogas y epicentros de violencia.
Un modelo clandestino de alto riesgo
Durante años, las autoridades locales llevaron a cabo operativos esporádicos contra estas maquinitas. Sin embargo, las respuestas oficiales al ser cuestionados siempre señalaban que los permisos y aseguramientos correspondían al ámbito federal.
Esta postura, adoptada independientemente del partido en el poder, facilitó la proliferación de estos centros de juego. La falta de una estrategia clara y coordinada permitió que estos negocios ilegales se arraigaran en el tejido urbano.
Escalada de violencia y el narcotrafico
Desde el 9 de septiembre, cuando comenzó de lleno el enfrentamiento entre las facciones del Cártel de Sinaloa, La Chapiza y La Mayiza, la violencia ha escalado. En al menos 11 hechos distintos, se han reportado 20 asesinatos relacionados con estos centros en colonias como Alturas del Sur, Villa Bonita y Los Huizaches, entre otras, mayormente al sur de la ciudad. La Fiscalía General del Estado, sin embargo, reconoce solo 10 muertes en estos lugares.
De maquinitas tragamonedas a epicentros del crimen organizado, las "jugadas" operan como casinos ilegales las 24 horas, generando violencia (Foto: Twitter)
El primer ataque registrado ocurrió el 16 de octubre en la colonia Buenos Aires, donde dos jóvenes fueron asesinados junto a unas maquinitas tragamonedas y un altar de la Santa Muerte. Estos ataques, que buscan debilitar económicamente a los grupos rivales, han convertido las "jugadas" en objetivos frecuentes de la violencia armada.
Las consecuencias de estos hechos van más allá de las muertes. Menores de edad han resultado heridos y expuestos a entornos criminales. El 22 de noviembre, en un ataque a una jugada en la colonia Los Huizaches, dos menores fueron heridos de gravedad, de los cuales uno falleció posteriormente. Días después, en Alturas del Sur, un tiroteo provocó pánico entre las familias presentes.
Las autoridades han comenzado a responder con mayor fuerza tras la ola de violencia. Según el secretario de Seguridad federal, Omar García Harfuch, desde septiembre se han asegurado más de 500 maquinitas en operativos liderados por el Ejército, la Guardia Nacional y la Marina, con apoyo del gobierno local.
No obstante, la ausencia de una estrategia integral y la negativa de la Secretaría de Seguridad Pública estatal a otorgar entrevistas reflejan un problema institucional aún sin resolver.
El dilema de las autoridades
A pesar de los esfuerzos recientes, el combate contra estos centros de juego ilegales enfrenta un dilema: su desmantelamiento no solo debe enfocarse en los operativos, sino también en abordar las causas sociales que los alimentan, como la falta de opciones recreativas y económicas en las zonas populares.
Con información de El Universal
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