Diego Rivera cumple su sueño 80 años después en Anahuacalli
Redacción
Guanajuato.- El pintor guanajuatense Diego Rivera soñaba con una Ciudad de las Artes. Con un cielo nuboso e iluminado, el Museo Anahuacalli se vistió de gala para inaugurar los 13 nuevos espacios que constituyen la Ciudad de las Artes.
Tras años de un espectacular trabajo de remodelación y ampliación por el Taller de Arquitectura de Mauricio Rocha, los nuevos espacios están listos para ser. No se trata sólo de una obra arquitectónica, sino de un portal que vincula a los habitantes con la cultura a través del tiempo.
La historia del Anahuacalli comenzó en 1941, cuando Diego Rivera compró los accidentados terrenos de San Pablo Tepetlapa. Tras la violenta explosión del volcán Xitle, la lava cubrió una buena parte del sur de la ciudad incluyendo esta área, transformando el paisaje y, con esto, la flora y fauna.
En 40 mil metros cuadrados de terreno, Diego Rivera construyó una enorme edificación que recuerda a una pirámide mesoamericana. Esta se convirtió en su taller personal y el hogar de su colección de piezas prehispánicas.
En vida vio los planos, acordes al diseño que había imaginado y Ruth Rivera, su hija, concluyó dos pisos del edificio central.
Mauricio Rocha, hijo de la fotógrafa Graciela Iturbide, ganó junto con su despacho el proyecto de remodelación del Museo Anahuacalli y decidió apegarse lo más posible a las ideas de Diego Rivera.
El complejo que está inspirado en las ciudades prehispánicas y en Pompeya, requirió una inversión de unos 20 millones de pesos.
Incluye la bodega con la colección de arte prehispánico de Diego Rivera, que comprende más de 50 mil piezas hasta ahora desconocidas al público.
Este monumental museo ya está abierto al público desde el pasado fin de semana.
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SZ