Apaseo el Alto: seguridad sin confianza
1.- Libia y Ale: distantes realidades
Como se le quiera ver, las circunstancias que atraviesan la Secretaria de Desarrollo Social y Humano, Libia Dennise García Muñoz Ledo, y la alcaldesa de León, Alejandra Gutiérrez Campos, son diametralmente opuestas. Las posibilidades y limitaciones de sus cargos las han ido distanciando en sus pretensiones de competir por la gubernatura.
Difícil sería no comentar el suntuoso evento que el gobierno de Diego Sinhue Rodríguez Vallejo le organizó ayer a su candidata. Libia Dennise fue el centro del lanzamiento de la estrategia “Contigo Siempre Mujer”, que tiene toda la pinta de su propia agenda política.
Tampoco se puede soslayar el mecanismo que implica este programa, pues básicamente es una tarjeta con la que se estarán entregando mil pesos mensuales durante ocho meses, que las beneficiarias podrán cobrar o consumir en las farmacias ISSEG del estado. Se pretende entregar 38 mil en los 46 municipios.
Claro, dicha cantidad no podría abatir el rezago de las mujeres en situación de pobreza -se trata de 304 millones de pesos-, pero como estrategia de posicionamiento no cabe duda que ayuda y mucho.
El aplausómetro jugó su papel. Se movilizó –según cifras oficiales- a 25 mil personas al Parque Bicentenario. Estuvieron alcaldes, la presidenta del Congreso Local la panista Cristina Márquez Alcalá así como la presidenta del Poder Judicial, Rosa Medina Rodríguez –faltaba más-, para hacerle los honores al gobernador y a la titular de Sedeshu.
Alejandra Gutiérrez hizo el vacío en el evento. Justo cuando éste terminaba anunció la salida de la Secretaría para el Fortalecimiento Social de León a Alma Cristina Rodríguez Vallejo, para nombrar en su lugar a uno de los suyos, Ernesto García Caratachea quien era el director de salud municipal.
Un movimiento esperable una vez que se definió la contienda interna, pero que evidencia el cierre de filas necesario para la edil leonesa, ni más ni menos que en la misma cartera que requiere para desplegar sus propios apoyos sociales.
Por otro lado, este fin de semana quedó claro que el equipo de Ale que encabeza Daniel Campos Lango se dio a la tarea de entrarle al asunto de las bardas. Este fin se de semana se desplegaron pintas con la leyenda “DAle con todo” con evidente referencia a la alcaldesa, en puntos carreteros entre León, Silao y Guanajuato capital.
Como era de esperarse, la administración municipal se deslindó de estas pintas, como también lo hicieron de la pregunta que una encuestadora incluyó en el estudio de opinión sobre sus programas de gobierno.
Así que una aspirante con toda la cargada oficial de su lado, frente a otra que camina a marchas forzadas tratando de consolidarse, protagonizan una disputa que, de momento, es francamente desigual.
2.- Sucesión en la UG: manipulación de origen
La manipulación de las convocatorias a puestos o cargos en la Universidad de Guanajuato (UG), parecen ser la marca del rectorado de Luis Felipe Guerrero Agripino. Ya sea para ubicar a sus cercanos en plazas docentes de tiempo completo, o en alguna de las direcciones, no ha tenido empachos en agregar u omitir pequeños grandes detalles.
Ahora resulta que, incluso antes de que inicie formalmente el proceso de elección de la persona que ocupará la rectoría de 2023 a 2027, ya circula el borrador de los lineamientos para realizar la consulta de opiniones a la comunidad universitaria que marca la ley orgánica de la UG.Como se puede suponer con facilidad, el borrador que buscan sea convalidado el próximo viernes por el Consejo General Universitario, ya perfila cambios de fondo y forma que a todas luces pretenden deslindar a la Secretaria General, Cecilia Ramos Estrada, de apoyar a la Comisión Especial en las presentaciones de propuestas.
Evidentemente, la intención es evitar que Ramos Estrada quede en conflicto de interés como aspirante a la rectoría, mediante un proceso cerrado, en el que las opiniones se recibirán simple y llanamente a través de un correo electrónico, para el que piden un documento adjunto con el comentario.
Otro cambio que buscan aprobar, es eliminar el aspecto de la trayectoria como tópico para recibir las opiniones, un cambio que parecería superficial pero que es precisamente el Talón de Aquiles de Cecilia Ramos, quien adolece de un paso profesional sin direcciones de campus o de divisiones.
Es el proceso de presentación de proyectos y la formulación de preguntas la que más genera dudas. Aparentemente, este ejercicio en el que hasta hace pocos meses Agripino argumentó como democrático, no figura en este borrador.
Se trata de una recepción de comentarios y opiniones unilateral, sin capacidad de retroalimentación con un correo electrónico al que sólo tendrá acceso la Comisión Especial que designe el Consejo General Universitario.
¿Es así como Guerrero Agripino puede sostener que la elección del rector en la UG es democrática? Si es aprobado este borrador excluyente, puesto en la mesa para aumentar las posibilidades de que la Secretaria General participe y hasta gane, podremos prever las condiciones de la convocatoria y el pobre desenlace de esta historia.
3.- Apaseo el Alto: seguridad sin confianza
Con la insistencia y presunción que la clase política ha hecho de los exámenes de control y confianza, parece increíble que un municipio como Apaseo el Alto aún mantenga en deuda un paso que incluso ya es requisito para recibir recursos de apoyo.
Pese a las delicadas condiciones de seguridad que persisten en este municipio limítrofe, ubicado precisamente al filo de la carretera federal 45 donde son constantes los asaltos a transportes, el gobierno de la panista Monserrat Mendoza Cano mantiene a la mitad de su personal de la cabina 911 sin acreditarse.
Apaseo el Alto es un municipio pequeño, pero que ha saltado al ojo público por sus episodios de violencia que han provocado, incluso, el desplazamiento forzado en algunas de sus comunidades. Aún así, es el sexto municipio con los peores indicadores en el cumplimiento del examen.
Ni que decir de otros cursos para la policía municipal que también son solicitados por el estado, como el de “crianza positiva” o el “yo puedo Guanajuato puede”, ambos con porcentajes de cumplimiento por debajo del mínimo con el 20 por ciento de los agentes.
Con los antecedentes de Montserrat Mendoza en su paso por la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, sin duda se esperaría mayor atingencia en estas pruebas y capacitaciones.
Se trata de mejorar las capacidades de una dirección de seguridad municipal que esté a la altura de las demandas ciudadanas, un reto que no es optativo ante los alcances de los grupos criminales asolando esta región de Guanajuato.
CONTRA RETRATO
Luz María Velázquez Cárdenas
Llegó en agosto para ocupar un cargo que desde su creación, se ha visto atado a las directrices de la cúpula universitaria en perjuicio de una comunidad estudiantil, que ha exigido hasta el cansancio un actuar mucho más activo y proactivo ante su demandas por violencia de género en la Universidad de Guanajuato (UG).
Luz María Velázquez Cárdenas suma nueve meses como titular de UGénero, con el reto a cuestas de generar canales de confianza para la denuncia.
El problema es la percepción general de que se trata de una oficina burocrática más, que al final termina por rendir cuentas a sus superiores como la Secretaria General, Cecilia Ramos Estrada, de la cual se desprende su área.
No en balde se trata de un cargo que se ha mantenido en la inestabilidad desde su creación. De hecho, la elección consensuada y sustentada de su titular, fue una de las exigencias de la comunidad estudiantil que en 2019 se levantó en un paro general sin precedentes.
El papel de Velázquez Cárdenas viene a colación por las recientes denuncias que se hicieron públicas en la división de enfermería, que de momento ha derivado en la intervención de la Defensoría de los Derechos Humanos en el Entorno Universitario, que le ha pedido un informe sobre su intervención en el caso.
Si bien UGénero puede verse ante la imposibilidad de actuar en casos de los que no ha recibido denuncia, lograr la credibilidad en el programa lejos de la subordinación oficial es ya una de las tareas adicionales ante los años de normalización de la violencia de género en la UG.