Batalla por la vacuna, negligencia criminal
Inmerso en un obscuro panorama hoy el mundo se desborda en feroz batalla por obtener la producción de vacunas contra el Covid-19, ya que la fabricación del biológico se encuentra limitada por la capacidad técnica de las empresas que la han conseguido y los compromisos adquiridos con los gobiernos que las financiaron.
Lamentablemente la elaboración de la vacuna no se ha visto sometida a una estrategia humanitaria de interés mundial, que bajo el arbitrio de la ONU y el predominio de un acuerdo multinacional justo y solidario, pudiera garantizar una distribución equitativa, accesible, ética y sin más sesgo que el interés por la salud universal del género humano.
Hoy el canibalismo y el abuso de los países poderosos y previsores están acaparando los lotes que la producción de tan vital insumo médico tiene, así laboratorios como Pfizer, Moderna y AstraZeneca, se encuentran trabajando a marchas forzadas para suministrar el producto en la mayor cantidad posible, sin embargo, sus proyecciones están muy distantes para representar el dominio de la pandemia en el corto plazo, otras de menor avance como la rusa Sputnik-V se encuentran incluso con fases de validación en proceso.
De forma por demás contradictoria hoy el mundo demuestra falta de unidad, organización y empatía para atacar a un enemigo común que le tiene en suspenso, predominando el egoísmo, la prepotencia y el abuso de poder económico de los países del llamado primer mundo, en una batalla encarnizada por salvarse primero ellos. Esta debiera ser la grandísima oportunidad de conciliar diferencias y unir a las naciones en pos de una batalla conjunta, donde mediante la integración de un fondo mundial se abrieran centros de envasado en todos los países y se distribuyera sin costo adicional para una campaña intensiva de vacunación simultánea en cada rincón del planeta, pero no hemos aprendido la lección.
Para nuestro país el tema es exageradamente confuso y carente de información confiable, pues tras las sombras de la mentira oficial que prevalece en los actos gubernamentales de le federación, hasta la fecha parece que no existen pasos firmes en la adquisición del biológico ni programa de compras aseguradas o plan de vacunación pertinente, ya que los lotes de vacunas que han llegado y se han aplicado parecieran propios de una fase experimental o de muestra gratis.
Cruel escenario de esperanzas vanas para una nación que se debate entre la creciente ola de contagios y muerte, pareciera que la nación mexicana corriera hacia un destino catastrófico y fatal, sin vacunas, sin plan emergente, con servicios médicos colapsados, sin producción y acceso seguro a oxígeno y ahora hasta sin presidente.
Este es el momento en el cual nuestro gobernador debería alzarse cual funcionario alfa y organizar a los demás integrantes de la Asociación de Gobernadores de Acción Nacional (GOAN), para constituir un enorme laboratorio biotecnológico que conjunte los esfuerzos realizados en este rubro por instancias como la UNAM, la Universidad Autónoma de Querétaro, el ITESM, laboratorios Avimex y el IMSS, para desarrollar una vacuna nacional, o bien para adquirir el activo de alguna ya autorizada por los organismos internacionales y coordinar una producción intensiva que pueda salvar a nuestra población antes de que perezcan injustamente más personas.
Ahora es cuando la concepción de la mentefactura como baluarte de crecimiento y desarrollo debe dejar de ser una simple idea. Si se conjuntan los gobiernos panistas y unen recursos financieros, empresariales, científicos y materiales, podría surgir una verdadera esperanza de vida y preservación social, después de todo AstraZeneca va a envasar vacunas en México. Algo se debe intentar para no morir esperando se puedan comprar vacunas en diciembre o hasta el año próximo. Un gobierno sin visión estratégica y pensar divergente, puede llevar a su pueblo al exterminio indolente.