Cruce de cables legislativos en el PAN

MARCA DE CASA. No es ninguna novedad que en la bancada del PAN se crucen los cables a la hora de votar algunos temas. No ocurrió con frecuencia en esta legislatura pero sí lo suficiente para concluir que Luis Ernesto Ayala Torres no quiso ni aspiró o no pudo asumir un control real como pastor de la bancada blanquiazul.

QUE ALGUIEN EXPLIQUE. Ayer, increíblemente, el PAN se echó para atrás al votar en el pleno la prohibición en el uso de la pirotecnia en el estado luego de que en la comisión de Medio Ambiente, Aldo Márquez Becerra; Briseida Magdaleno y César Larrondo, se sumaron a la iniciativa que había hecho el partido Verde.

FIRMES. Estos 3 diputados sí optaron por mantenerse congruentes con su voto en la comisión y votaron distinto al sufragio del resto de los panistas y de los priistas. Y podrá haber diversas razones técnicas para que lo hayan hecho.

PECCATA MINUTA. Lo que queda en evidencia es la falta de operación política para consensuar temas que, no son torales para la vida del estado pero que sí dejan ver los cabos sueltos en el panismo gobernante.

DETALLES. Lo que pasa en la bancada del PAN es la antítesis del estilo que se imprime desde palacio de gobierno entre el gobernador Diego Sinhue y el jefe de gabinete Carlos Alcántara. Ni siquiera porque Aldo Márquez brilla con luz propia en la bancada, arrastró a votar a todos en el mismo sentido.

VENDRÁN MÁS. Por cierto, pocas veces ha ocurrido pero ayer Morena, Verde y Movimiento Ciudadano se unieron para rechazar el voto del PAN que apuesta al olvido de la petición de Morena para auditar el programa "Mujeres Grandeza" que es desde ya tema de campaña en Guanajuato.

OBSESIÓN. David Martínez, el coordinador morenista se ha cansado de vituperar la estrategia de desarrollo social del gobierno estatal. Hades Aguilar ha cuestionado con dureza la entrega de apoyos a agrupaciones civiles beneficiadas con recursos del impuesto a la nómina. Ese va a ser otro tema de precampaña que va a machacar la oposición

LA DEL ESTRIBO...

 El Instituto Estatal Electoral de Guanajuato se pone las pilas y prepara formatos de debates de candidatos y candidatas a la gubernatura, alcaldías y distritos locales innovadores, con un mayor dinamismo, interacción y réplica entre los participantes y una participación mucho más activa de los moderadores de los mismos.

Tienen el beneficio de la duda luego de que la Comisión de Debates dio a conocer los resultados de un estudio de la realidad actual.

Quieren que se acaben los candidatos que nomás van a cubrir el expediente, a mirar la cámara y a no ver ni oír a los de al lado ayudados del formato.

Por lo pronto, va a ayudar que en el caso de la gubernatura donde solo habrá 3 contendientes mujeres y en los Municipios donde habrá coaliciones en contienda (en algunos habrá 3 o en otros 4 candidatos). Ahí sí habrá cara a cara y mano a mano que le darán más sabor a esos encuentros.

UNA PAUSA Y VOLVEMOS. Aunque en el calendario, la actividad preelectoral no descansa porque hay precampañas en curso, las prioridades de los ciudadanos son particularmente otras en los días siguientes. Esta columna hace una pausa quizá no merecida pero sí muy necesaria. Felices fiestas a todos y un Feliz 2024. Aquí nos encontramos de nueva cuenta el 9 de enero.

RICARDO SHEFFIELD: EL VILLANO FAVORITO DEL PAN, COMO LO QUERÍAN VER

El tema de la violencia política en razón de género será uno de los asuntos a seguir en el proceso electoral 2023-2024 que acaba de arrancar. La paridad en nuestro país se abre paso con leyes cada vez más específicas que consolidan uno de los principios fundamentales de nuestra democracia.

 Hace un año, el líder estatal del PAN declaraba que Ricardo Sheffield estaría inhabilitado para ser candidato a gobernador en 2024 por la sanción que le impusieron por violencia política de género y su inclusión en el padrón de violentadores.

"En resumen, lo que ayer declaró mi colega no tiene pies ni cabeza desde la perspectiva legal. Lo voy a decir liso y llano, para que no haya confusiones: mis derechos políticos están intactos y no tengo ningún impedimento legal para ser candidato a la gubernatura de Guanajuato en 2024", dijo Sheffield ayer a través de un comunicado.

 "Me da mucha pena tenerle que enseñar de derecho a un abogado, pero me da más pena que se le mienta con tanto descaro a la ciudadanía así que quisiera compartir algunas precisiones legales:

Ni en la Constitución Política del el Estado de Guanajuato, ni en la Ley Electoral Local se señala que sea impedimento para postularse a alguna candidatura el haber sido sancionado por violencia política", decía el entonces titular de Profeco en una parte de su escrito.

Finalmente Sheffield no solo fue sancionado con la inscripción en el padrón de violentadores sino que tuvo que ofrecer una disculpa pública a la alcaldesa de León Alejandra Gutiérrez por las expresiones que de ella hizo en la campaña de hace casi 3 años.

No quedó fuera de la contienda por la gubernatura por las acusaciones de violencia política pero sí por las decisiones de paridad en Morena.

Y a pesar de todos los dichos del PAN en contra de Sheffield minimizando sus posturas y su calidad de contrapeso en Guanajuato, los azules respiraron hondo cuando no fue él el abanderado por la gubernatura y la que se perfiló fue Alma Alcaraz que devolvió el alma al cuerpo a Acción Nacional al punto que el propio gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo llegó a declarar que parecía que en el estado, el PAN había aventado la toalla.

Sheffield cierra el año como el dueño de Morena en la entidad. Después de que en 2021 lo pusieron contra la pared los de su propio partido, orillándolo a ser lo que no quería (candidato a la alcaldía de León) armó una contraofensiva que dejó pasmados a sus adversarios internos.

Morena dividido y controlado por un solo personaje parece, será un rival más accesible para Acción Nacional en este territorio que desde el partido gobernante en lo local, aspira a ser otra vez la excepción a la regla en un 2024 en el que parece que la ola morenista avasallará a la oposición.

EL SILENCIO DE DIEGO SINHUE Y LA VIOLENCIA DE CIERRE DE AÑO

El pasado miércoles en el Congreso local y ayer en León tras un evento en del Sistema Integrado de Transporte, el gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo evadió a los reporteros que querían conocer sus impresiones sobre la masacre en Salvatierra que se ha convertido en un tema que atrajo el interés nacional a lo largo de la semana.

Al jefe del ejecutivo estatal, está claro, no le gustan las entrevistas banqueteras. A contrapelo del presidente Andrés Manuel López Obrador que gusta de comparecer ante los medios de comunicación, durante 2 horas, 5 días a la semana, el gobernador tranquilamente prescindiría de esa faceta.

Y si es poco afecto a las declaraciones en condiciones de rutina, mucho menos ganas tiene cuando hay un tema caliente en el ambiente como el de Salvatierra.

Diego Sinhue ya no quiso hablar de ese ni de ningún otro tema. Pero, a unos días de que cierre el año y a 9 meses del fin del sexenio, tendrá que empezar a construir la narrativa del fin del sexenio y del fracaso de la apuesta por la pacificación en el estado.

Se podrá configurar con las cifras disponibles una hipótesis de que la violencia se contuvo; que tras el pico descomunal que se vivió en 2020, en los últimos 3 años hay números que han cedido.

Pero en realidad hay pocos argumentos para presumir un mejor horizonte en estos momentos. Su salida a toda prisa del evento en León ayer como la de anteayer en la capital del estado es un repliegue más frente a un escenario adverso.

Alguien podrá decir que es parte de la estrategia de la cesión del mando y de posicionamientos a la precandidata a la gubernatura Libia Dennise García. Quizá tampoco sea para tanto.  

El panorama electoral ya no luce tan complicado como se veía hace unos meses para su partido. El PAN se las arregló para salir avante hasta el momento de fisuras internas y deserciones. No es tiempo de cantar victoria pero le está yendo mejor que a Morena en la resolución de problemas internos.

La olla de presión, sin embargo, está en otros frentes. Por ejemplo, está por verse si Diego Sinhue aguantará la exigencia política de cambios en los meses que le restan a su gestión en el rubro de seguridad o va a patear el bote para que venga lo que venga, sea la que quiere sea su sucesora, la que opere los eventuales cambios.

Luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador se declaró insatisfecho con la versión ofrecida por Carlos Zamarripa en torno a las primeras investigaciones de la masacre, el tema sigue ocupando columnas, espacios de reflexión y notas de seguimiento en medios nacionales.

Si en Palacio Nacional le van a seguir echando la culpa a Felipe Calderón y a los gobiernos neoliberales, veremos si desde Guanajuato hay un cambio de matiz en la narrativa que no puede ser triunfalista ni puede echarle la culpa al de atrás.