Sábado, 11 Enero, 2025

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DESAPARICIONES FORZADAS EN EL ESTADO: EL DRAMA ESCALA

Opinión

Editor Web

TRES MUNICIPIOS. De Salvatierra a Cortazar y luego a Acámbaro. El drama de las desapariciones forzadas en Guanajuato sigue escalando peldaños de inquietud, preocupación y estupor.

LA NOVEDAD. Y es que parecen haber encontrado en un punto ubicado en el municipio de Acámbaro varias fosas clandestinas en las que encontraron unas 25 bolsas con restos humanos.

EL CONTEXTO. El hallazgo se dio en la visita previa al inicio oficial de la búsqueda que se dio ayer. Desde la semana pasada, las comisiones nacional y estatal de Búsqueda iniciaron los trabajos. Desde luego, la Fiscalía del Estado que marca la pauta (y las restricciones en los trabajos) está al tanto de los hallazgos y, se supone, ya se trabaja en conjunto con familiares de desaparecidos en el lugar.

AUTORIDAD. El comisionado estatal de Búsqueda, Héctor Díaz Ezquerra dijo ayer que aún no podía dar muchos detalles de los hallazgos porque las labores oficialmente arrancaban este lunes, aunque es un hecho que esto se convertirá en una nueva ubicación de fosas clandestinas.

UNA MANCHA MÁS. Y es así como Guanajuato, de golpe y porrazo, en unas cuantas semanas se convierte en uno de los referentes en esta que es una de las caras más terribles de la violencia.

A DOS FUEGOS. Hace seis meses oficialmente inició sus labores la Comisión Estatal de Búsqueda que encabeza Héctor Díaz Ezquerra, que ha tenido un debut de fuego porque no ha sido fácil navegar entre una Fiscalía Estatal celosa siempre de su espacio y una Comisión Nacional de Búsqueda que también llegó tumbando caña a este y otros estados que enfrentan este problema.

AL ABORDAJE. Los colectivos de familiares de personas desaparecidas también crecen y se diversifican. Pero no solo eso, adquieren un protagonismo importante porque las autoridades estatales dejan espacios vacíos entre su inexperiencia y falta de presupuesto.

POLVOS DE VIEJOS LODOS. Y como ha ocurrido en otros frentes de la violencia en Guanajuato, el fiscal Carlos Zamarripa Aguirre va a contracorriente porque durante varios años se negó enfática e irresponsablemente la existencia de fosas clandestinas.

A APECHUGAR. Sin ley que lo obligara y sin voluntad política, fue imposible que encarara en su momento el drama. Hoy resulta inevitable, porque literalmente se avanza y aparecen más cuerpos en las excavaciones.

No hay forma de apelar en este caso a un acto heroico de parte de las autoridades porque en realidad apenas se ponen al día de un rezago histórico. Un tema en el que se ignoró a los colectivos hasta que su reacción e irrupción en escena era inevitable.

LA DEL ESTRIBO…

El Instituto Nacional Electoral retomó ayer el debate en el seno de su consejo sobre las reglas con las que se va a regular la reelección de diputados federales que por primera vez aplica en México. Uno de los temas más polémicos es el relativo al condicionamiento para que quienes quieran la reelección deban solicitar licencia a su cargo por 60 días.

Los primeros que se oponen son los diputados de Moren, aunque tampoco los panistas piensan diferente en el sentido de que no deberían solicitar esa licencia.

Al cierre de esta columna, la discusión seguía sin acuerdo entre los consejeros electorales. Evidentemente, los diputados que quieren reelegirse no quieren separarse de su cargo mientras están en campaña, algo que en nuestra política no está todavía aceptado porque la marca de la casa es la desconfianza. Vamos a ver en qué termina el ‘toma y daca’.

MEDINA Y AYALA: DE INCÓMODOS Y ÚTILES AL PODER AZUL

Hace exactamente cinco años el entonces gobernador Miguel Márquez pronunciaba aquella frase de “Yo hablo con el alcalde”, dirigida al entonces síndico panista en León, Carlos Medina Plascencia, quien un día antes se había quejado en el Ayuntamiento de la posibilidad de que el Rally organizado en el estado tocara el Parque Metropolitano.

“Ahora que leo la nota en sus medios de que el Rally tiene una etapa, dije ‘wow ya párenle, ya, ya, ya’, lo que me gusta es que el parque cumpla su misión y desde mi punto de vista cuando nació, y yo era gobernador cuando nació, y lo recorrí en bicicleta en la inauguración, es ecológico, es un Parque Metropolitano ecológico. Entonces que cumpla su misión, tienen que ser en función de cumplir con su misión y objetivo del parque, ni el Rally, ni estoy de acuerdo con las motos, ni tampoco los conciertos”, había dicho el exgobernador un día antes.

Al mandatario estatal le preguntaron un día después sobre estas declaraciones y olímpicamente ignoró a Medina.

Una frase que de manera enfática confirmaba la distancia que separaba ya para entonces a Márquez, de quien en varios momentos durante los años anteriores fue uno de sus referentes para hablar como precandidato a la gubernatura de la purificación del PAN.

Ya en esos tiempos el alcalde Héctor López Santillana tenía problemas para hacer valer su autoridad por el protagonismo de Medina, mientras el otro síndico, Luis Ernesto Ayala Torres, se mantenía con bajo perfil.

Y mire lo que son las cosas, luego de su paso por la sindicatura leonesa, Medina volvió a tomar distancia de los cargos de representación popular y solo participó como colaborador en la campaña de Diego Sinhue Rodríguez Vallejo y eventualmente aparece como crítico en momentos clave del PAN o de la política nacional, como ahora que se definen las coaliciones.

Ayala Torres, mientras tanto, sigue siendo un colaborador del actual gobierno pero al mismo estilo de siempre. Sin estridencias ni gritos ni sombrerazos. Así es más útil.

DERECHOS HUMANOS: LAS ENTREVISTAS Y LAS CARTAS MARCADAS

En la ronda de entrevistas virtuales a los aspirantes a la Procuraduría Estatal de los Derechos Humanos, dos personajes, de los ocho que desfilaron virtualmente ante los diputados locales, llamaron la atención.

Uno de ellos, Vicente Esqueda Méndez, porque su perfil, sus antecedentes y su militancia política lo convierten en el presunto favorito de la mayoría panista que votará en el pleno a más tardar el 18 de diciembre al nuevo ombudsperson.

El otro, José Manuel Ramos Robles, el candidato que llega con el aval de uno de los colectivos de familiares de personas desaparecidas en el estado y que llamó la atención porque fue el único que articuló un discurso crítico sobre la situación de los derechos humanos en Guanajuato.

El resto de los participantes, Edna Aguilar Domínguez, Karla Gabriela Alcaraz Olvera, Sergio Claudio Arellano Rabiela, Martha Beatriz Márquez Gamiño, José Manuel Pérez Guerra y José Luis Vargas Ramírez, trabajaron sus entrevistas en la ortodoxia, de acuerdo a sus capacidades y a sabiendas de que es un proceso en el que hay cartas marcadas.

Pero no podemos ignorar en este tema los usos y costumbres en nuestro sistema político, en el que los que gobiernan actúan con la premisa de que el poder se ejerce y no se comparte.

No se ha visto en Guanajuato ni a nivel federal (donde los respectivos ejecutivos aplican un control exacerbado en las decisiones importantes) que haya algún asomo de fisura o ente crítico desde organismos e instituciones llamadas a ser contrapesos, llámense contralorías o instancia de derechos humanos, como es el caso.

El antecedente es claro. Hubo un proceso federal en el que todo estaba perfilado desde el origen para que Rosario Piedra Ibarra fuese la titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, contra viento y marea.

No le demos vueltas. La misma etiqueta tiene hoy Esqueda Méndez quien ayer fue cuestionado por su compañera Libia Denisse García con la pregunta de cajón: ¿su militancia será obstáculo para ejercer una labor con autonomía?

Por su parte, Ramos Robles presumió sus credenciales como activista y colaborador en temas de derechos humanos, así como el aval de 54 organismos que respaldan su postulación en Guanajuato, aunque la diputada panista arriba mencionada dice que oficialmente solo tiene uno.

Ramos Robles hizo su propio diagnóstico de la situación de los derechos humanos en Guanajuato. Cuestionó la criminalización de mujeres activistas, las desventuras de la libertad de expresión y de plano dijo que era urgente una refundación de la Procuraduría Estatal de los Derechos Humanos.

Y ahí encontramos la diferencia sustancial con el proceso de hace cuatro años cuando Raúl Montero de Alba no encontró un competidor así en una carrera en la que estaba predestinado a ganar. Y sin que nadie pataleara.

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  • Miguel Zacarías
  • Pólvora e infiernitos
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