El arraigo de la Universidad de Guanajuato
El arraigo de la Universidad de Guanajuato
La raíz de la Universidad de Guanajuato, está profundamente hendida en el espíritu de la población, que ha encontrado en ella, la capacidad para generar ciudadanos cabales, por el sentido de pertenencia a una sociedad que ha emergido mediante esfuerzo continuo y lealtad a las instituciones.
Los guanajuatenses han hallado en ella, el crisol para abrazar los valores que le dieron solidez a la familia y a la escuela, de cuyas instituciones ha emergido el espíritu decidido a crear una cultura, que tiene como sostén el trabajo y, a través de él, entregar a las nuevas generaciones un mundo cambiante en aras de mayor justicia social.
La Universidad de Guanajuato ha sido el instrumento por excelencia de sus habitantes, para impulsar la capilaridad social, como vocación humanista para que, con esfuerzo consciente y continuado, se cultive el intelecto y se alcancen resultados óptimos, al propiciar el desarrollo de las potencialidades físicas y espirituales que, objetivadas, deben ser brillo de la diversidad.
La Universidad es el campo propicio para inculcar el aprecio por los valores, que si bien no es la única promotora, sí proporciona elementos para consolidar la fe, en que es factible alcanzar en la búsqueda de la verdad, el desarrollo de las peculiaridades que dan al ser humano su justa dimensión.
Podemos celebrar con alegría y esperanza, el futuro de esta joya, producto del trabajo, el ingenio y el humanismo que campea en el pueblo de Guanajuato, como tributo a su historia, llena de episodios gloriosos por los valores que su conducta, ha objetivado.
Quienes han formado parte de la colmena universitaria, pueden estar satisfechos de mantener el prestigio y acrecentarlo con el trabajo cotidiano en busca de la innovación en los campos de la ciencia y la técnica, para alcanzar mayores niveles de equidad en el desarrollo de la juventud, que históricamente, jamás se ha apartado de los elevados fines de la educación, con firme determinación de hacer del universitario un defensor de la verdad.
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Quienes asistieron al informe del rector general, seguramente encontraron en la prestancia oratoria de quien encabeza la colmena legendaria, la oportunidad de saber, que es posible compaginar el uso del lenguaje con la necesidad de transmitir una convicción, sin soberbia, ni alardes, que pudieran desvirtuar la intención de la Universidad, de hacer del diálogo la herramienta por excelencia para regular la vida social.
Comunicarse con emoción, es posible para consolidar la relación humana, sin que implique rompimiento. Saber escuchar, para afianzar las propias convicciones, nos permitirá abatir la discriminación uno de los cánceres más nefastos que agobia al ser humano.
La Universidad ha vivido en la paz creativa, producto del diálogo. En sus cátedras se ha debatido con lealtad y encontrado las formas de ir hacia adelante. El logro de los fines del trabajo universitario, traerá mejores frutos. Abatir los escollos que impiden respetar la dignidad humana y entenderla a cabalidad, es el camino que nos llevará a disfrutar de la paz social, con justicia.
El arraigo de la Universidad de Guanajuato
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JRP
